jueves, 26 de noviembre de 2009

Historia de la Formación Docente en el departamento

FONDOS CONCURSABLES
HISTORIA DE LA FORMACIÓN DOCENTE
INSTITUTO DE FORMACIÓN DOCENTE DE MINAS
“JUAN ANTONIO LAVALLEJA”

CONSIDERACIONES METODOLOGICAS

Este trabajo ha sido integrado por dos partes: la documentación y los testimonios. No encontramos registros anteriores, resultando original y único.

Las consultas documentales se concentraron en la “Legislación Escolar”, en inéditos depositados en el Instituto y en los libros diarios de las Escuelas urbanas, 8, 2 y 1 de Minas y bibliografía seleccionada previamente. No se han agotado los reservorios testimoniales, bibliográficos ni documentales. Esperamos reflejar la riqueza de la “historia viva”.

Los testimonios se seleccionaron con varios criterios: recuperar la memoria colectiva, procurando testigos y documentos de cada época. Esto exigió un trabajo previo de identificación de testigos posibles. Se buscó por lo menos un testigo de cada plan de estudios para magisterio o profesorado, aparte de los directores y secretarios del instituto de Formación Docente.

Se destaca el testimonio de una egresada del Plan 1925, del Instituto “María Stagnero de Munar”, alumna de Maria Orticochea, y que recibiera su anillo de manos del presidente Alfredo Baldomir.

El trabajo quedó concentrado en Minas y aborda directamente la evolución de su Instituto Normal, hoy IFD; e indirectamente los institutos de Montevideo y CERP de Maldonado.

Se procuró que cada polémica, plan o reformulación fueran reflejados en un testimonio, completado con síntesis de contexto para los testigos.

En general los testigos no quisieron hacer grabaciones. Se trabajó con una entrevista semiestructurada registrada en apuntes, sobre la que se realizaron las correcciones oportunas.

Se recibió un aporte de las profesoras de Historia: Estela González y Nilda Navarro, que realizaron relevamientos en las Escuelas 1, 2 y 8 de Práctica.

Destaco el apoyo del secretario, profesor Alex González y el impulso de su directora Silvia Riera.








RESUMEN

Durante el período de 1879 a 1949 los estudios magisteriales fueron libres con la práctica docente supervisada por la Inspección departamental.

La Historia del Instituto de Minas se divide en dos épocas:

Una primera época de un instituto magisterial con sede en la Escuela Número 2 de Segundo Grado, creado en diciembre de 1912 y que habría desaparecido en 1915.

Una segunda época, que Violeta Nin y Silva de Morosoli inició durante 1949, en la Escuela Número 8 de Segundo Grado para constituir el Instituto Normal de Lavalleja y la Asociación de Padres y Amigos del Instituto Normal (APAIN).

El Instituto Normal de Minas a su vez tiene dos períodos:

Uno, de estudiantes libres y profesores honorarios (1949 a 1961).

Otro, de profesores interinos y alumnos reglamentados a partir de su oficialización en 1961.

En 1977 cambia su nombre y objeto a Instituto de Formación Docente.

Han sido sus directores: Violeta Nin y Silva de Morosoli (1949 –1985), Myriam Peña de Acosta (1985-1994), Maria de Lourdes Saravia (1994-2002), Beatriz Leis (2002) y Silvia Riera (2003 a la fecha).

Han sido sus secretarios: Coralia Castro Puig, Helvecia Perdomo, César Vazquez, Alex González.

El Instituto ocupó varios locales en la ciudad: en la Escuela 8, sobre la calle Batlle y Ordóñez, en calle Washington Beltrán actualmente sede del INAU; en 18 de Julio; en calle Treinta y Tres, Club de Pescadores y de nuevo a 18 de julio en el nuevo edificio.

La formación docente en el departamento tiene varias opciones:

El Instituto de Formación Docente ofrece: curso de maestro de educación común en carácter reglamentado y cursos Semipresenciales, Semilibres y libres de profesorado.

Desde Minas se accede a los cursos reglamentados en CERP de Maldonado, IPA e INET en Montevideo.

En Minas la Historia de Formación Docente en el Departamento, es historia del magisterio y es historia de estudiantes del interior que van a Montevideo en carácter libre ó reglamentado.



“UNA HISTORIA SIN IMPORTANCIA”

Tome de Ana Ribeiro la idea de: que no tenemos la verdad y que esta es fragmentaria y que hay que empezar por las percepciones propias, que dejamos de lado porque las creemos que no son importantes.

Soy egresado del INADO y cursé en Montevideo en carácter reglamentado (1982 a 1984). Estoy asociado a dos conceptos imaginarios “que los egresados en Montevideo no sabemos nada” y “que somos la generación de proceso”.

En mi clase de Historia éramos 36, del lado de la ventana se sentaba el interior, del lado de la puerta, Montevideo, pocos cruzaban esa frontera invisible.

En Montevideo estudiamos y tuvimos nuestras calificaciones escritas y orales; los exámenes eran obligatorios, se perdían o se salvaban con más o menos nota. No salvábamos porque “fuéramos de Montevideo”.

Lo “del proceso”, egresé el 27 de diciembre de 1984 y el día de nuestra colación de grados –que no tuvimos- a riesgo personal y con gran valor de quien estaba a cargo de la dirección entramos a recibir nuestros títulos en un IPA ocupado, en octubre de 1985.

“Un sujeto de triste recuerdo, inspector de Historia y profesor del IPA nos trataba despectivamente, el plancito de los 3 años”. Afirmo: “Nadie es hijo de un plan de estudios y no me avergüenzo de los profesores ni del Plan 1977, no esconderé la época ni la dignidad con que estudié, a nadie permitiré desmerecerme por un contexto circunstancial”. Recuerdo la vergüenza, cuando incursione en la Facultad de Derecho y en el Censo de 1986 el funcionario me contestó: “el IPA no existe, usted aquí solo es un bachiller”.

Siempre quise ser profesor de Historia y Geografía, quisieron disuadirme y que hiciera abogacía.-“Ser profesor es poca cosa, me dijeron”-“Sofía Nappa Olivera “Rayito” me explicó que hiciera IPA y no la Facultad de Humanidades. El primero que me habló del IPA fue el Dr. Gardil, que era abogado y profesor de Historia. En fin, a mi viejo no le gustaba nada la idea y no entendió que podía terminar la carrera de abogacía pero no me gustaba. Viajé todos los días de Minas a Montevideo en el Expreso Minuano, saliendo a las 5 en punto del control viejo, el que estaba en la Plaza Rivera y volviendo en el de las 13.15 ó de las 15. En esa época estaban haciendo la ruta 8. Cargaba un portafolios con el material y un piloto y una mochila con el almuerzo y termo con café con leche, no se permitía mate, no falte ni un día”.

“Una vez egresado volví al IFD de Minas para hacer el curso de adscriptos, del que egresé en 1994 y el profesorado de Geografía, del que no egresé porque perdí la Didáctica de 4º, teniendo todas las materias teóricas aprobadas, in suceso merece otra historia porque tiene nombre, apellido y fue intencional. Cuando iba al IPA a dar los exámenes libres en los 90,me dolía: la mugre que había, los bancos que faltaban, los pizarrones descascarados y de los profesores que no iban y una actitud muy distante de la docencia, una asociación de estudiantes comprometida con cualquier cosa menos con el instituto”.

A cuento de que vino todo esto; de que ustedes lectores conozcan las diferencias de perspectiva que tenemos los alumnos del interior. Y quienes conocimos el IPA antes y ahora sabemos que ha cambiado muy poco, en su centralismo y cualquiera sea la época lo queremos igual.

EL CONTEXTO NACIONAL

La Modernización del Uruguay había exigido la reforma de su sistema educativo, creando un servicio público gratuito, laico, obligatorio y sobre todo moderno y científico que contribuyera al optimismo del lema positivista de “orden y progreso”. La Revolución Industrial, las nuevas relaciones de producción y la definición de la nueva estructura social exigían mano de obra calificada, que participara de las ideas modernas y liberales y sobre todo que fuera parte de la nueva civilización industrial y consolidara una república liberal.
En este contexto se estructuran los cimientos de nuestro sistema educativo: instrucción pública, Universidad y Sección Secundaria y la Escuela de Artes y Oficios.

La Reforma (1903-1919) que se emprendió en el Uruguay para consolidar un Estado Laico, con un gobierno homogéneo y colorado, con un destacado líder en José Batlle y Ordóñez, enfocando como aspectos fundamentales para los siguientes años: las estatizaciones ó crecimiento empresarial del Estado, el fomento y proteccionismo a la industria nacional que culminará en la “sustitución de importaciones”, la reforma constitucional que consolidará las bases de la democracia pluripartidista de masas y la política social por la que el Estado legisla e interviene y en este marco la Educación se universaliza definitivamente, con la mejora de calidad de vida de las clases trabajadoras y la consolidación de la clase media.

El sistema tuvo sus límites en la estructura dependiente: el comercio europeo, el modelo agro exportador, la deuda publica y los gastos en energía y tecnologías además de las múltiples fracturas de los partidos. El modelo entró en crisis en la Segunda Postguerra con sus manifestaciones críticas en lo social, económico, político e institucional.







RESEÑA HISTORICA

La evolución de nuestra formación docente siguió los avatares políticos más que los cambios sociales y económicos del país desde la Época Colonial a la Contemporaneidad.

La Ley del 10 de Febrero de 1826 y el decreto del 16 de Mayo de 1827 crean la Escuela Normal, las Juntas inspectivas departamentales, la Dirección General de Escuelas, conteniendo las ideas básicas de gratuidad y universalidad, método lancasteriano y residencia en la Sede del Gobierno Central, a iniciativa del ministro Juan Francisco Giró.

El Decreto del 13 de septiembre de 1847 creó el Instituto de Instrucción Pública para promover, difundir, informar y metodizar la educación pública. Tendría jurisdicción nacional: autorizaría, inspeccionaría, instruiría a las Juntas Económico Administrativas, dictaría programas y expediría los títulos de maestros. Integraron este cuerpo: Lorenzo Fernández, Enrique Muñoz, Luis De la Peña, José Palomeque, Joaquín Suárez, Manuel Herrera y Obes.

El Decreto Ley de 1877, estableció la Instrucción Pública en tres grados y sus respectivas titulaciones para el personal docente y las Inspecciones Departamentales. Las autoridades de la Enseñanza fueron el Director General y el Inspector Nacional y a nivel departamental: el Inspector y la Comisión.

La Comisión que acompañó a José Pedro Varela estuvo integrada por: Francisco Berra, Carlos de Pena, Ildefonso García Lagos, Juan Alvarez y Pons, Enrique Estrázulas, Victor Rapaz, Pedro Ricaldoni, Emilio Romero, Federico Balparda y Remigio Castellanos.

Fue Federico Balparda el impulsor de una Escuela Normal de Señoritas ya que la mujer estaba privada de carreras universitarias, le proporcionaría un medio de vida, sería una opción para las jóvenes solteras y la mujer era más adecuada para dirigir niños.

La formación profesional de maestros en 1877 consistía en un examen global de las materias de los programas de escuelas de primer, segundo y tercer grado y que si era aprobado daba derecho al título de maestro en ese grado. Las comisiones departamentales estaban autorizadas a tomar exámenes de Primer Grado..

El mismo decreto ley de 1877 creó una Escuela Normal que antecede al decreto del 26 de enero de 1882 que creó los internatos normales, de Señoritas (1882) y de Varones (1891).

Y “aparte de los internados mencionados se crearon posteriormente los institutos normales en varios departamentos de la república que oportunamente clausuraron sus actividades”. En este contexto ubicamos ese primer instituto en Minas, en 1913.

El Instituto Normal de Señoritas empezó a funcionar el 15 de mayo de 1882, con Maria Stagnero de Munar, maestra de tercer grado, en la Dirección, acompañada de Adela Castelli. Desde el 14 de Abril de 1886 se instaló en el edificio de Colonia y Cuareim. El Instituto Normal de Varones empezó a funcionar el 14 de abril de 1891, con la dirección del inspector Joaquín R. Sánchez y Salvador Candela.

En 1888 se crea el cargo de inspector técnico nacional.

El Inspector Técnico José Figueiras informó en 1893 contra los institutos normales porque: los directores de escuelas públicas de práctica y otros profesores preparan en cuatro meses a estudiantes libres aspirantes al título de maestro. Los internatos no aceptan alumnos externos. Los aspirantes avanzados ingresan con 13 años y se graduan con 15 y preparación deficiente. El ingreso debería hacerse con 15 años. Los estudios deberían durar 3 años y recibirse con 18 de edad. La Escuela Normal debía ser un instituto pedagógico con teoría y práctica y una escuela de aplicación. La práctica es el objeto de la enseñanza normal.

FUERON DIRECTORES NACIONALES DE ENSEÑANZA PRIMARIA:

José Pedro Varela (1876 a 1879) Jacobo Varela (1880 a 1882 y 1883 a 1888)
Jorge Ballestero (1882 a 1883) Urbano Chucarro (1890 a 1897) José Pedro Massera (1898 a 1900) Abel Pérez (1900 a 1918)

El sistema continuó expandiéndose en su organización:
En 1908 se agregan los cargos de inspector de cursos de adultos e inspector de escuelas privadas. En 1912 se crean los cargos de subinspectores ó inspectores de zona. En 1919 se crean los cargos de inspectores regionales. Por Ley del 26 de Julio de 1918 se creó el Consejo de Enseñanza Primaria y Normal..

FUERON PRESIDENTES DEL CONSEJO DE ENSEÑANZA PRIMARIA Y NORMAL

Juan Aguirre y Gonzalez (1919 a 1924) Eduardo Acevedo (1924 a 1930) Santin Carlos Rossi (1931 –1933) José Claudio Williman (1933 a 1938) Oscar Maggiolo (1938 a 1943) Juan José Carvajal Victorica (1943) Carlos Pérez Montero (1944 a 1948) Luis Sanpedro (1948 a 1952) Hugo Ricaldoni (1952 a 1955) Oscar Secco Ellauri (1955 a 1957) Nicasio García (1958 a 1959) Felipe Ferreiro (1959 a 1963)Eduardo Pons Etcheverry (1963)

Al mismo tiempo estaban diseñadas algunas especialidades: Escuelas de Sordo mudos (1908) al Aire Libre (1913) Anormales Psíquicos (1927) Marítima (1928) de Lisiados (1932) y Hogar para problemas caracterológicos (1934).

Los institutos pasaron a denominarse “Maria Stagnero de Munar” por Ley 7.585 de 29 de mayo de 1923 y “Joaquín R. Sánchez” por Ley 8.355, de 1928.

En el ámbito de la Enseñanza Normal hubieron intensas polémicas acerca de los institutos normales, su organización, la duración de sus planes de estudios, si debería haber institutos en el interior.... si debían ser uno de Señoritas y otro de Varones ó podrían unificarse, a tal que Sebastián Morey Otero fue el primer director de la fusión (1935), sucedido por Maria Orticochea (1939)

La Formación Docente siguió un crecimiento sostenido y centralizado en Montevideo. La descentralización estaba en el régimen de estudios libres. El régimen comprendía 4 años de cultural general y 3 profesionales a partir del Plan 1939.

Se crearon en 1948, el Instituto Normal Rural en la Escuela 56 de Estación González en San José; se oficializó con fecha 2 de julio de 1949 el Instituto Normal de Paysandú y tomaban cuerpo las solicitudes de instalar institutos normales en el Interior y el Instituto de Profesores Artigas.

En 1960 se crea la Inspección Nacional de Enseñanza Normal con jurisdicción sobre los institutos normales oficiales, el instituto magisterial superior (cursos de pasaje de grado y especializaciones) el Instituto normal Rural y el Centro de Estudios Pedagógicos. Entre estos cuatro institutos estuvieron: Minas, Rivera, Cerro Largo y Tacuarembó.

El defecto organizacional del sistema se evidencio en los problemas: estructura centralizada, multiplicación administrativa y presupuestal y reformas aisladas. Se intentaron esfuerzos de planificación integral de actividades, de participación de inspectores, directores, profesores y estudiantes en todas las áreas.

El sistema educativo público se expandió estructuralmente e históricamente con las siguientes características:

Ø La formación y profesión docente dependieron del Instituto de Instrucción Pública, órgano separado de la Universidad de la República.
Ø El maestro fue considerado un funcionario público, con salario fijo y carrera funcional.
Ø La Universidad de la República atendió a una elite intelectual, por lo que predominó un criterio selectivo y de especialización.
Ø El Instituto de Instrucción Pública primero y la Dirección Nacional de Instrucción Pública después atendieron un servicio público gratuito, para toda la población.
Ø La Instrucción Pública expandió su matrícula en todo el territorio, se descentralizó en su formación docente (estudiantes libres y escuelas de práctica autorizadas) y en su funcionamiento (inspecciones departamentales y regionales) y en sus especialidades (Escuela Marítima, Sordomudos, Débiles Mentales, Ciegos...).
Ø Los tres grados del Magisterio y de la organización escolar seguían una lógica selectiva, territorial y social. Solo había 2 escuelas de Tercer Grado en Montevideo.
Ø El sistema pronto creó superposiciones como es el caso de los Liceos Departamentales para el Interior que colocaron al margen el Ciclo Cultural de los Institutos Normales.
Ø El sistema público se organizó en Entes Autónomos estancos entre si: Universidad con la Sección Secundaria, Primaria y Normal y Enseñanza Industrial y Agraria.
Ø La culminación de la expansión de la Instrucción Primaria estuvo en los Institutos Normales del Interior y en el Instituto Magisterial Superior, creándose una estructura competitiva con la Universidad de la República e Instituto de Profesores Artigas.

LA POLÍTICA CONTEMPORÁNEA.

En 1933, el golpe de Estado de Gabriel Terra creó provisoriamente una junta de Gobierno que integró con Pablo Galarza, Alberto Demicheli, Francisco Gigliani, Roberto Berro, Alfredo Navarro, Andrés Puyol, Pedro Manini Ríos, Jose Espalter y Aniceto Patrón. Siguió la disolución de los directorios de los Entes Autónomos. Se designó interventor del Consejo de Enseñanza Primaria y Normal a Emilio Verdesio.

La Consejera de Primaria, Cristina Dufrechou señalaba que la labor docente tenía por misión: la ampliación en los círculos de cultura, la adaptación renovada a la evolución científica, la preparación y colaboración de los maestros en colectivo, la necesidad de instituir acuerdos quincenales o mensuales y presididos por el Director y asentados en el Libro Diario, la autorización a los directores para hacer visitas trimestrales a otras escuelas, y el vínculo entre escuela y medio social –padres, maestros y alumnos.-

Posteriormente asumió como presidente del nuevo consejo: José Claudio Williman.

LAS IDEAS PEDAGOGICAS DE JOSÉ CLAUDIO WILLIMAN (1937)

Es uno de los personajes con los que la Historia hasta ahora ha sido injusta, dejándolo en un segundo plano.

En su libro de época publicado como “La Educación del Pueblo” en 1937 sintetiza algunas conclusiones acerca de la educación pública y de la formación docente.

Dice que la enseñanza enfrenta tres dificultades: la finalidad sobre el individuo (filosofía), el grado o dificultad (Plan de estudios) y la cantidad de individuos. En este particular convenía que la Enseñanza Primaria y Secundaria fueran
universales previas a la clasificación que producían los oficios, el comercio, la administración y las profesiones.

Los maestros serían el éxito de cualquier plan, programa o método que se ensayara y aún el maestro actuaría fecundamente sin esos factores. Concluía que era fundamental la formación del magisterio en dos niveles: de cultura general y profesional.

Para esto era necesaria vocación para la función y para las condiciones en las que se desempeñaría. Necesitaría aptitud didáctica para presentar los conocimientos, más que erudición.

Por necesidad los estudios magisteriales son libres, pero deberían ser reglamentados y equivalentes a secundaria, en el período durante el cual el sujeto tiene mayor “plasticidad”.

Considera que instalar institutos normales en todo el país, en 1937 era imposible; por la cortedad del presupuesto y el riesgo de producir una plétora de egresados desempleados. Sin escapar a la polémica de géneros, no define si el hombre o la mujer son mejores educadores; solo que la mujer podría tener condiciones de mayor sensibilidad hacia el niño.

Tempranamente reflexiona sobre la oportunidad del título único. Considera que en los hechos el título de maestro de tercer grado había desaparecido y que los de segundo grado quedaban como un estímulo del perfeccionamiento y requisito para directores o inspectores, tomando cabal importancia la formación del maestro de primer grado, que atendían la mayoría de las escuelas del país.

Lo interesante es que el estímulo al magisterio vendría de la posibilidad de ejercer el profesorado en los Liceos por lo que debía haber un título único, mientras no se creara un instituto superior para el profesorado de secundaria.

ALGUNAS COMPLICACIONES

La situación tuvo otras repercusiones respecto de si correspondía aplicar las figuras de destitución de los docentes y funcionarios “comprometidos” en la oposición a la dictadura ó declarar su cesantía de no presentarse a sus tareas .

Las encendidas polémicas sobre los temas nacionales e internacionales llevaron a que el Consejo extremara precauciones para garantizar la laicidad en todos los niveles así “recomienda imparcialidad, neutralizar verbalmente las tendencias de los textos, debido a la protesta de una Legación amiga”.

La situación nacional e internacional que exigía laicidad a los profesores también se reflejó en los ajustes del año 1935 a la disciplina sobre los alumnos: “los directores de los cursos normales deberán comunicar a la Dirección General a los efectos que esta crea pertinentes los nombres de los alumnos que demuestren inclinación por ideas disolventes, opuestas a la familia, a la patria o al orden y en general los de conducta antisocial”.

Las sanciones serían: advertencia, advertencia con anotación, anotación con acuerdo del Director, suspensión de 1 clase por día ó días, expulsión de 1 curso sin examen por 2 períodos, expulsión del Ente Enseñanza Primaria y Normal.

En 1938 y con motivo de los sucesos europeos y de las ideas dogmáticas del momento se consideró necesario un PLAN DE CULTURA PATRIOTICA, para maestros de Primer Grado, con la novedad de que articulaba los contenidos de las siguientes asignaturas ya incluidas en el currículum de su formación: Historia Patria y Educación moral y cívica, en primero y segundo; Geografía, Derecho constitucional y Educación moral y cívica, en tercero y Derecho, Economía y Educación moral y cívica, en cuarto.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el Consejo emitió la resolución por la cual se establecía la instrucción militar para las clases 1921 y 1925, por Ley 9.943 del 20 de julio de 1940 que afectaba a todos los funcionarios públicos varones que concurrirían los días y horas que se les indicarían provistos de una libreta de contralor.

La Segunda Guerra Mundial planteó al país varios problemas: el incidente del Graf Spee en aguas uruguayas, la neutralidad, la declaración de guerra en 1945, la firma de los convenios militares con los Estados Unidos, las reparaciones de guerra, las expresiones públicas de adhesión a los aliados, las relaciones con Brasil y Argentina, la investigación de actividades nazis en el país, la inconstitucionalidad de las medidas, un golpe de estado. El 8 de mayo de 1945, siendo Juan José de Amézaga, presidente de la República se decretó el “Dia de la Victoria de las Naciones Unidas”.

El contexto internacional de una Guerra Fría era un hecho, la “doctrina Truman” estaba explicita y las crisis de Berlín, China y Corea en su apogeo.

En 1947 quedó establecido el Servicio Pro Democracia, a iniciativa del vocal del Consejo, Enrique José Mochó, de su alocución extrajimos algunos conceptos reveladores: “considero necesario inculcar algunas otras normas utilizando todos los recursos del Estado, representante de la sociedad, poner en manos del instituto encargado de la educación... la Historia nos enseña que los hombres no pueden vivir asociados sin un gobierno que rija la sociedad. Solo algunos soñadores, tal vez algunos extraviados, creyeron posible la anarquía... y precisamente, en estos momentos la humanidad, nosotros en primer término, no solo siente la necesidad de ese gobierno sino que cada día acrecienta más sus facultades, acrecentamiento casi fabuloso, al mismo tiempo que limita, estrecha cada vez más, el campo donde puede moverse, libre y espontáneamente el individuo... no creo que en este momento pueda haber en el mundo, fuera de los pueblos sojuzgados, quien se atreva a sostener que democracia no es el mejor sistema que hasta hoy los hombres han ideado...convencido de ella, creo que es necesario absolutamente necesario, para la paz y tranquilidad de los pueblos, inculcar muy hondo, en la mente de todos los hombres, que la democracia es la forma de gobierno mejor que hoy existe... que la democracia es la forma de gobierno que mejor contempla el bienestar de todos los hombres...que la democracia es la forma de gobierno que mejor favorece al progreso de la humanidad... y tanto más necesario es realizar una intensa propaganda para inculcar esos conceptos, cuanto que la democracia lleva dentro de si un elemento que facilita su propia destrucción, me refiero a la libertad de expresar el pensamiento”.

En 1945 un manifiesto del 17 de enero considera que la tarea del Consejo debe ser de servicio en defensa de la Escuela Pública y manifiesta: “con el fin de crear, desarrollar y mantener en todos los habitantes del país, el convencimiento de los beneficios que la escuela pública laica supone para el progreso de la humanidad a cuyo efecto hará conocer el valor que para la cultura humana tiene al respecto la personalidad ideológica del niño.” Esta declaración será compartible o no según el contexto por el cual en 1945 en nuestro país el liberalismo había tomado posiciones de resistencia ante “la amenaza de los totalitarismos” que tendría efectos unas décadas después como dijera Real de Azúa: “los procerones cejijuntos estuvieron dispuestos a comerse crudo a cualquier totalitario”. Esta declaración debemos enmarcarla en el contexto de los efectos de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Fría.

La laicidad se transformó en una polémica porque era la garantía del liberalismo sobre la expresión libre del pensamiento en particular respecto de ideas no liberales. A tal efecto la denuncia inserta sobre un asunto ocurrido en la época es revelador de las cuestiones en pugna:

Denuncia del director de la escuela 121, Don Tobías Corredera Sánchez, respecto de actividades realizadas por la editorial “Pueblos Unidos” entre el 24 y el 29 de noviembre, con participación de niños y regalo de libros con propaganda soviética.

“El suscrito cree que se configura una verdadera violación de los principios democráticos, base de la orientación de nuestra escuela, las cuales se ponen de manifiesto mediante el respeto a la libertad de conciencia del niño. No es posible admitir que ninguna tendencia o partido político, realice propaganda en las escuelas publicas, o entre los niños que a ellas concurren. Menos aún tratándose de un partido que como el comunismo, es de orientación y estructuración plenamente antidemocrática”

En 1952, la resolución del 1 de julio de 1952 recordó a los maestros que “no pueden hacer dentro del local escolar, ninguna manifestación que exteriorice sus tendencias políticas o religiosas, ni exhibir distintivos que las demuestren. El principio de absoluta neutralidad, en las horas de clase debe ser respetado y cumplido estrictamente”:

El Ministro Oscar Secco Ellauri reiteraba en 1955, las obligaciones docentes de: domiciliarse en el lugar donde desempeña funciones, observar una conducta moral en armonía a la función, poner como finalidad la educación integral, colaborar en obra de extensión cultural y profesar el ideal democrático republicano.

En un contexto nacional de laicidad extremada, de compromiso republicano democrático, prohibiciones reiteradas, en medio de una polarización ideológica, política, partidaria, social y económica, extractamos esta referencia evidencia del punto al que se estaba llegando y es una resolución respecto de los alumnos que no cantaran el Himno Nacional: “cuando los alumnos se nieguen a cantar el Himno Nacional o a rendir homenaje debido a los símbolos patrios, las direcciones convencerán a los padres que desistan de tal actitud inaceptable. Se otorgará un período de 30 días de reconsideración. Se informará de la actitud de los padres al Inspector Departamental y este al Fiscal Departamental, de acuerdo con la Ley 10.279 de 1942, Si persisten en tal actitud se informará al Consejo”.

Avanzado el problema de la Sedición, la Subversión y las Medidas Prontas de Seguridad, la resolución del 1 de diciembre de 1970 resuelve para las dependencias de Primaria: “que las escuelas públicas que reciban impresos de organizaciones sediciosas, deberán dar cuenta de inmediato a las inspecciones departamentales sin perjuicio de hacer entrega del impreso a las autoridades policiales”.

Para 1972 en medio del contexto de intervención del Ente y con la Ley 14.101 en carpetas para aprobarse, la resolución del Consejo dice “queda terminantemente prohibido a todos los funcionarios cualquiera sea su jerarquía, el portar armas dentro de las oficinas salvo aquellos que por vigilancia así lo exija, el funcionario será pasible de 3 días de suspensión y de otras sanciones que se consideren”.

El deterioro económico, social, político, partidario en un contexto internacional polarizado y en un contexto regional inestable, culminan en el Proceso Cívico Militar desde 1973 a 1984.

Esto paralelamente a la reorganización del sistema educativo en la Ley 14.101.



Las bases esgrimidas como fundamentos de la Ley 14.101, fue unificar el sistema educativo, eliminar todo rastro de partidización y politización y con ello la condición de electivos de algunos cargos de consejeros. En definitiva se trataba de estructurar un sistema, combinando la centralización con la desconcentración. Estas modificaciones organizacionales estaban acompañadas de los presupuestos por programas y una nueva modalidad de controlar el gasto público de acuerdo a los objetivos, metas y logros.

LAS POLEMICAS DE LOS 60

Para 1960 el sistema educativo nacional había encendido varias polémicas acerca de su evolución, éxitos, debilidades, “mandatos históricos” y actualizaciones. Cito solo algunas ponencias:

Ø Emilio Mira y López consignaba en su artículo “Consideraciones acerca del problema de la selección previa del magisterio” que era necesario en la pedagogía moderna sustituir al “maestro instructor” por el “maestro formador” pero ¿cuáles habrían de ser las aptitudes básicas que precisa poseer quien desee dedicarse al magisterio?

Ø Pedro Freire en un artículo publicado en Anales del IPA, año 1959 afirmaba a su vez: “la educación unificada tiene importancia pedagógica y social la eliminación dentro del concepto de las distintas etapas primaria, secundaria y superior, de las jerarquías entre docentes”.

Ø Es revelador el artículo publicado en la Revista “Superación” de febrero de 1967 por Andrés Vázquez Romero donde hace una descripción de problemas a resolver:

En primer lugar destaca la cobertura del 94 % que tiene Primaria aunque con problemas de extraedad, repetición y deserción. A los 14 años solo permanecían en el sistema, 63 %. Como debilidad aparece el nivel Inicial. Destaca el analfabetismo más bajo de América Latina.

El segundo problema es Enseñanza Media con Secundaria que en 20 años había cuadruplicado su matrícula: se había democratizado accediendo al liceo las capas más bajas de la sociedad, que aumentaron su deserción y repetición; complementariamente con muy baja inscripción en las Escuelas Agrarias, aunque UTU había aumentado su matrícula en las áreas Comercial, Administrativa y de Servicios con marcado fracaso escolar por repetición y deserción.



El otro problema es la UDELAR a la que enjuicia en estos términos: “si bien por disposición constitucional a ella le compete la enseñanza superior, la artística y la investigación científica, sabido es que parte de ellas se cumplen en otras instituciones, es el caso del Instituto de Profesores Artigas, del Instituto Magisterial Superior... a los que ingresan quienes no han cursado la totalidad de la enseñanza media y reciben una preparación que puede considerarse de nivel especializado en la misma”.

La Universidad acusaba además los mismos problemas de distribución desigual por carreras, rezago escolar y deserción. Continúa el artículo en los siguientes términos: “la estratificación clasista de la Universidad es un producto de la estructura social y las condiciones que frenan el desarrollo de la Universidad como forma de movilidad ascendente son resultados de una política de clase que comprende el papel del sistema educacional en la promoción de las clases populares. Su acción no es casual sino que apunta a la conservación de sus actuales privilegios –selecciona a los individuos en función de su ubicación socioeconómica-.

ALGUNAS INNOVACIONES

El sistema educativo se había expandido por la acción del Estado Benefactor, el ascenso de la clase media, el crecimiento del cuerpo de funcionarios, al costo de distanciarse del sistema productivo y de la estructura económica que evidenciaba los ingredientes de su crisis: estancamiento agropecuario, consumo, expansión del sector de servicios, el colapso industrial y la dependencia (comercial, tecnológica, financiera y energética)-.

La cuestión de separación de sexos no era un tema secundario, sino que presentaba problemas organizacionales aún para los maestros efectivos. En la resolución de 1949 se ajustó la oferta educativa de primaria a criterios “modernos”, evidencia de “retraso”.

Ø Se autorizó la creación de clases jardineras en todas las escuelas de las inspecciones departamentales.
Ø Se autorizó la concurrencia de alumnos de ambos sexos a todas las escuelas públicas del país.
Ø La provisión de los cargos seguiría los siguientes criterios de género:
§ Jardinera, primero y segundo, a cargo de maestras.
§ Tercero y Cuarto, indistintamente maestros o maestras.
§ Quinto y Sexto, separados niños y niñas si el número lo permite a cargo de maestros del mismo sexo.
Ø En 1950, se resolvió que los maestros varones o mujeres podrían presentarse a concurso y traslados para los cargos escolares en general, pero para direcciones de escuelas rurales los maestros varones deberían probar el estado civil de casados.
Ø Por resolución del 2 de agosto de 1966 se autorizó que todas las escuelas rurales a partir de marzo de 1967 pudieran tener clases de primero a sexto.

En resumen quedaban explicitados los temas que todavía encienden la polémica, los ensayos de reforma y las oposiciones:

v Características básicas de la formación docente en cuanto aptitudes.
v Profesionalización, remuneración y condiciones laborales.
v Relaciones con la Universidad de la República.
v Ausencia de formación docente en el personal docente universitario.
v Ausencia de la Universidad respecto de Formación Docente.
v Resultados del sistema educativo, encrucijada entre universalidad y selectividad.

EL PROYECTO DE REFORMA DE 1957.

Emilio Verdesio consideraba que lo más conveniente era una revisión completa de la Ley de educación “vareliana” no para sustituirla por otra sino para actualizarla.

El Consejo se compondría de 5 miembros designados por el Consejo Nacional de Administración, con obligación de que 2 fueran maestros con 10 años de ejercicio. Le correspondería administrar y dirigir la enseñanza primaria y normal, expedir los diplomas de maestro nacional y certificar las especializaciones.

Respecto de la Enseñanza Normal el Consejo organizaría los institutos normales, planes, programas y estudios libres y reglamentados. Los estudios para graduarse de “maestro nacional” abarcarían dos etapas, una de cultura general y otra de carácter profesional. El régimen de estudios se había extendido a 5 años de “cultura general “ y 3 profesionales en el Plan 1955. Ya no había estudios de Tercer Grado.

El objetivo estaría en el Título Único, lo que despertó oposición en los maestros de Segundo Grado que esgrimieron el argumento de que deprimiría el perfeccionamiento.

Las especializaciones serían la nueva perspectiva con múltiples campos de perfeccionamiento profesional unidas a la extensión de la Enseñanza Normal a todo el Interior.

“Somos partidarios de que el Consejo sea integrado totalmente por maestros pero consideramos que esta aspiración que en la práctica viene contemplándose de modo cada vez más afirmativo, no debe figurar como imposición en la Ley, por lo menos en forma absoluta, para dejar cierta libertad al Poder Ejecutivo para poder nombrar, en ciertos casos de excepción a personas que sin ser maestros, posean condiciones sobresalientes para el desempeño de ese cargo”.

LA COORDINACIÓN ENTRE LOS ENTES DE ENSEÑANZA

La Coordinación entre los Entes se había transformado en un tema estratégico Luis Casaballe y Esther Ríos en su artículo sobre el punto expresan algunas ideas:

El enfoque de la coordinación entre Enseñanza Primaria, Secundaria e Industrial exige sentido práctico, real y posible, en cuanto a que la enseñanza es medio de preparación vocacional y es fin, para realizar dicho objeto.

Así la Enseñanza Primaria representa el primer ciclo o punto de partida en cualquier dirección de futuro. Primaria proporciona los conocimientos generales, el armónico desarrollo psicofísico y orienta. La Enseñanza Industrial y Secundaria deben facilitar el paso de los alumnos que buscan opciones.

Eduardo Jiménez de Aréchaga decía que era necesaria la coordinación de todas las ramas de la enseñanza bajo la superintendencia de una autoridad única, que tuviera por misión principal la de establecer la unidad educativa del Estado, sin perjuicio de la subsistencia de autoridades especializadas con autonomía técnica dentro de un plan general, tal vez fuera menester la modificación del precepto constitucional que consagra la autonomía de diversos organismos a los que ha conferido facultades, desmembrando funciones que correspondían al Poder Ejecutivo.

La ley debe proveer dos cosas y es que todos los cargos sean ocupados por docentes y que el gobierno de la Enseñanza esté en manos de un solo Consejo.

El tema de la coordinación entre los Entes, fue abordado también por Julio Castro refiriéndose a la diferencia de pedagogía entre Primaria y Secundaria con el resultado de la repetición.

Particularmente afirma que la solución exigiría: crear la carrera del profesorado secundario de modo que garantice por estudios sistemáticos la preparación docente del profesor y convendría mayor coherencia orgánica entre los distintos organismos que dirigen la enseñanza. Pero esta modificación excede las posibilidades y jurisdicciones de los actuales organismos por ser de competencia legislativa”.

EL INFORME DE LA CIDE (1965)

La Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico a través de su Comisión Coordinadora de los Entes de Enseñanza elaboró un informe sobre el Estado de nuestro sistema educativo.

Integraban esta Comisión: el ministro, Juan Pivel Devoto; el subsecretario Fernando Oliú; los rectores de la Universidad Mario Cassinoni y Juan José Crotogini; los consejeros de Secundaria: Alberto Rodríguez y José Amela; de UTU: Luis Balparda Blengio y Gregorio Helguera; de Primaria: Eduardo Pons Etcheverry y Heber Cazarre. Fueron colaboradores: Aldo Solari y Alberto Couriel; coordinadores: Germán Rama y Ricardo Zerbino y miembros permanentes: Agustín Canessa, Raúl Carboni, Miguel Cecilio, Carlos de Mattos, Alicia Melgar y Jorge Saxlund.

El informe se remite a algunos aspectos, manifiestos en su preámbulo a partir de “el estudio de la realidad permitió comprobar que la evolución histórica de la educación en el Uruguay presenta un saldo ampliamente positivo... el sistema educacional ha tenido un alto grado de influencia en la estructuración de la sociedad nacional, sobre todo en los valores que han inspirado su desenvolvimiento... en el momento actual el sistema educativo uruguayo presenta como rasgo sobresaliente su amplia extensión... estos resultados presentan un reverso que está constituido por la relativa ineficiencia del sistema a pesar del alto nivel de escolaridad: repetición, deserción, masificación, expansión de la matrícula en Secundaria y Superior”.

“Como organismo ha desarrollado importantes esfuerzos para mejorar o ampliar la prestación de servicios educativos, pero cada uno de ellos lo ha realizado en su esfera de influencia y sin efectuar la necesaria coordinación con los otros sectores, la consecuencia ha sido la falta de una política educativa general y la presencia de orientaciones encontradas”.

No todo sistema educativo por el hecho de existir, cumple funciones al nivel que el cambio de las estructuras sociales requiere. No puede insistir en un concepto superado, en papeles sociales útiles en el pasado. Debe tener presente las necesidades científicas y tecnológicas y el cambio acelerado, el conocimiento integrador del presente, la formación para la vida ciudadana y el pleno desarrollo del educando.

“La institución educativa debe organizarse para servir las necesidades de la sociedad futura y programar una enseñanza que sea funcional a los jóvenes y al país; los tipos de educación general y técnica deben integrarse con sentido realista en una política educacional común”.

“El primer aporte de la institución educacional debe estar constituido por su propio cambio, para eso puede ayudarse con el planeamiento que es un conjunto de técnicas para hacer más mas razonable un proceso de cambio previsible y orientarlo en función de políticas concretas, dicho cambio debería empezar por una coordinación efectiva del sistema y una clara diversificación y categorización de las funciones de cada servicio”.

En estos apartados quedan resumidos la polémica básica que hasta hoy permanece en el foro de los educadores, la relación sistema educativo sociedad, si el sistema educativo cambia la sociedad, si es la sociedad la que cambia su sistema educativo y las distorsiones que produce el desenfoque de ambas esferas.

En el capítulo referido al personal docente manifiesta sus características más evidente al momento: la feminización.

En el aspecto organizacional, la formación docente es mucho más compleja:

Es competencia exclusiva del Estado por intermedio de sus organismos especializados otorgar títulos o diplomas que acrediten idoneidad para desempeñar determinadas funciones o profesiones.

Cada Ente Autónomo formaba sus profesores (Secundaria) sus maestros (Primaria) sus maestros técnicos (UTU).

Sobre el particular se asentó expresamente: “deben concretarse fórmulas que posibiliten una coordinación efectiva de los entes docentes entre si y de estos con el Gobierno, para la ejecución de una política educacional fundada en objetivos comunes adecuados a los propósitos y metas que persigan los planes de mediano y largo plazo que se proyectan a fin de lograr una política global de desarrollo económico y social”

Los Entes de Enseñanza Pública se amparaban en el precepto constitucional, cada uno tenía su propia ley orgánica y en consecuencia se carecía de una norma homogénea. Cada uno era administrado por un Colegiado que ejercía la superintendencia técnica, administrativa y presupuestal.

En la formación de sus docentes cada Ente tenía sus medios de reclutamiento, selección y formación creándose un régimen de anomalías en los docentes provisorios, precarios, suplentes, provisionales o interinos. Solo Primaria exigía diploma habilitante a sus maestros.

Las conclusiones particulares a las que el informe arriba son: la inexistencia de mecanismos de planificación, programación y asesoramiento, la desarmonía legislativa entre los servicios, no hay elementos comunes y competencias precisas, es impostergable la descentralización, faltan reglamentos generales que describan la organización y funcionamiento de órganos y reparticiones, la ausencia de un sistema de información estadístico, la ineficacia en el servicio y administración del personal, el presupuesto sin relación a costos, objetivos, metas y resultados; la ineficacia de los controles de supervisión y la lentitud de los trámites administrativos.

Las propuestas para salir de la crisis están sintetizadas en el Plan de desarrollo Educativo.

“El desarrollo futuro se caracteriza por el crecimiento de volúmenes de efectivos en todas las ramas de la enseñanza, particularmente primaria y media. Si los resultados se miden en relación al trabajo y a los recursos puestos a disposición de la educación y a la funcionalidad para una sociedad que aspira al desarrollo económico puede concluirse que solo son aceptables y escasos... La expansión del sistema no significa desarrollo, si los contenidos y orientaciones no se modifican, ni mejoran los rendimientos. Debe existir relación entre objetivos, metas, acciones, costos y logros. ... La educación forma los recursos humanos del desarrollo social, debe ser pensada en un proceso natural de reforma, dinámica como la sociedad, que impulse el progreso tanto como la cultura”.

Esta Reforma exigiría: un volumen de gasto disponible y organización y capacidad de administración. La expansión del servicio es natural pero se debería desarrollar una nueva estructura educativa frente al “fraccionamiento pedagógico”, la desvinculación de las decisiones, la falta de coordinación, la ausencia de una política educacional común fundada en información y estadísticas, predicciones, un plan de inversiones y funcionalidad estructural.

Los objetivos inmediatos serían la obligatoriedad hasta noveno año ó tercer año de un ciclo básico, una educación terminal profesional, equilibrar la enseñanza media general y técnica, equilibrar los efectivos universitarios en función de necesidades, dar unidad a la política educacional, efectivizar oportunidades en los sectores carenciados y evaluar el sistema.

Para lograrlo sería necesario utilizar en forma intensiva a los docentes en servicio, crear una Facultad de Educación y formar masivamente profesores de enseñanza media. Era imprescindible entonces tomar algunas decisiones:

Aumentar la formación de docentes para desarrollar niveles de aprendizaje, particularmente preescolar de 3 a 5 años.

Los maestros podrían ser la base, a través de una política de estímulos, para los contingentes que se harían necesarios en Enseñanza Media cuya demanda crecía.

Para solucionar el déficit de profesores se deberían: eliminar topes, aumentar egresos y crear nuevos órganos de formación docente y una Facultad de Educación. Ampliar el Instituto de Profesores Artigas, derogando los topes de ingreso por asignatura, implementar reválidas con la Universidad y formar docentes en Ciencias para el Interior. Así sería posible absorber el exceso de egresados en la expansión de vacantes por: jubilaciones y retiros, crecimiento de matrícula, disminución de alumnos por grupo, expansión de servicios.

LA FACULTAD DE EDUCACION.

Para formar docentes de enseñanza media y proporcionar educación superior de nivel académico, orientar la investigación y la docencia se propusieron los siguientes objetivos:: formación sistemática de profesores, perfeccionamiento en todas las ramas, preparación de investigadores, preparación de especialistas... atendiendo la cantidad y calidad, cubrir requerimientos y hacer un uso racional de los recursos.

Cabria resolver el problema del déficit de docentes en Enseñanza Media por insuficiencia de egresados en IPA y la heterogeneidad de formación del cuerpo de profesores y la carencia de conexión administrativa y técnica entre el IPA y la Facultad de Humanidades y Ciencias

Esta Facultad estaría articulada en departamentos, coordinando todas las actividades de docencia e investigación de un área con flexibilidad para el trabajo y la oferta de cursillos... Estos departamentos serían: Ciencias, Letras-Filosofía y Lenguas; Artes, Ciencias Sociales; Perfeccionamiento y Ciencias de la Educación.

No he encontrado suficiencia en las explicaciones de porque todavía no hay un vínculo horizontal a nivel de postgrados entre IPA y Facultad de Humanidades por ejemplo, con el resultado que testimonio: “ingresé a Humanidades en 1986 y estuve hasta el 87 y abandoné por los paros, asambleas, adhesiones, visitas de delegados sindicales a las clases, ... y un compañero mío ingresó ese año. En 1997 ingrese a la UCUDAL y egresé en 2000, junto a ese compañero. Hice en 4 años, lo que el en 13”.

ASPECTOS ORGANIZACIONALES

En 1918 el Consejo de Enseñanza Primaria y Normal se transformó en Ente Autónomo, con un Directorio colegiado de manera que emergieron algunos problemas organizacionales como si las sesiones debían ser publicas, la relación con otros Entes...

La discusión resultaba pertinente a la época ya que por una parte se había discutido intensamente una reforma constitucional y en esta un argumento esgrimido fue el de los órganos colegiados ó los unipersonales. El caso evidente es el régimen híbrido de 1918, Presidente y Consejo Nacional de Administración. El tema se reabrió con la reforma “presidencialista” de Gabriel Terra y con la reforma “colegialista” de 1952. Si el órgano era colegiado, se planteaba a su vez si debía ser designado ó electo y si sus sesiones debían ser secretas ó públicas.

v La resolución del 18 de septiembre de 1929 trató el tema de si las sesiones del Consejo Nacional de Enseñanza Primaria y Normal debían ser públicas, considerando que en una democracia no debería haber secretos. Sobre el particular Eduardo Acevedo contestó:

“ no se me ocultan los defectos e inconvenientes más aparentes que reales del régimen de sesiones públicas... el balance de méritos e inconvenientes deja un saldo favorable de sinceridad y verdad...más fuerza ha hecho siempre en mi animo la consideración de que no conviene mucho a la vida de la administración pública y menos a la de sus órganos ejecutivos en los grados jerárquicos más elevados el ambiente de la controversia pública... los gérmenes de la injusta intranquilidad en que vive una parte del magisterio hay que buscarlos, en las especies falsas que circulan sobre los motivos de las determinaciones de este Consejo y sobre las formas que se producen las votaciones en su seno”.

v La Creación del SODRE –Servicio Oficial de Difusión Radioeléctrica- por Ley del 13 de diciembre de 1929 como dependencia del Ministerio de Instrucción Pública y dirigido por una comisión directiva honoraria de 5 miembros, incluyó 1 delegado de Enseñanza Primaria y 1 de la Universidad junto a los 3 designados por el Poder Ejecutivo, considerando el valor estratégico de la radiodifusión como medio de educación a distancia.

v Por ley del 7de Octubre de 1931, se creó el Consejo Administrativo de la Caja de Jubilaciones y Pensiones Escolares, integrado por 7 miembros de los cuales 1 era designado por el Consejo Nacional, 1 por el Consejo de Primaria, 3 eran electos por los maestros jubilados y 2 elegidos por el personal técnico administrativo. Es una prueba evidente de que el criterio de intercambiar delegados, atendía a reunir a representantes de todos los actores en la toma de decisiones, ateniéndose al principio de cogobierno.

v El Consejo de Enseñanza Primaria tenía delegados ante el Consejo de Enseñanza Industrial y Agraria y ante la Sección Secundaria de la Universidad.

En la Ley de Presupuesto de 1931 quedaron establecidos los siguientes ENTES AUTÓNOMOS: Banco de la República, Banco de Seguros, Banco Hipotecario, Asistencia Pública, Ferrocarriles y Tranvías, Administración del Puerto de Montevideo, Usinas Eléctricas, Correos Telégrafos y Teléfonos, Enseñanza Primaria, Consejo Nacional de Higiene y ANCAP. Todos con directorios de 7 miembros. No aparecen Enseñanza Industrial y la Universidad, no sabemos si es por omisión en la confección del documento.

El Consejo de Enseñanza Primaria y Normal debió encarar sus reorganizaciones internas, particularmente de la Inspección Técnica creando la siguientes jerarquías: inspector técnico jefe; inspectores regionales; inspector departamental de Montevideo, inspectores: de práctica, de cursos de adultos, de enseñanza privada, experimentación pedagógica y enseñanza especial. Se les asignaron cuatro tareas: planificación, información, supervisión y preparación de Congresos.

La estructura dada en el presupuesto del período 1932-1933 fue de:

Consejo: 1 presidente, 6 consejeros, 1 secretario, 2 prosecretarios.
Secretaría: secciones: trámites y archivo; despacho y comunicaciones.
Contaduría: secciones: contabilidad y rendición de cuentas, control y liquidación. Tesorería Proveeduría Exámenes y Concursos. Estadística Museo Pedagógico Impuesto de Primaria
Inspección Técnica: secciones: Cinematografía, Radiotelefonía, Fonografía, 3 inspecciones regionales, inspecciones de: enseñanza privada, cursos para adultos; 19 inspecciones departamentales, 34 inspecciones de zona. Publicaciones y canje. Biblioteca. (la inspección de escuelas especiales fue suprimida por resolución posterior, el 11 de abril de 1940)
Instituto Normal de Varones: Director, Subdirector, Secretario, Bedel, Conserje, Peon; 20 profesores. 18 becas
Instituto Normal de Mujeres: Director, Subdirector, Secretario, Auxiliar, 2 Ayudantes, ayudante práctico, bibliotecario, 2 bedel, 1 conserje, 2 peones. 53 profesores. 18 becas.
Escuela Aplicación de Varones: regente en Metodología, Secretario, portero, profesor de manualidades, de francés, 10 ayudantes de 1er Grado, 7 ayudantes de 2º. Grado.
Escuela Aplicación de Señoritas: 2 regentes en Metodología, 2 secretarias, 2 profesores de francés, 18 ayudantes de primer grado, 14 ayudantes de segundo grado, 2 porteros, 1 peón.
Escuelas de práctica de Segundo Grado: 2 directores, 2 secretarios, 16 ayudantes de primer grado, 12 ay. De segundo grado, 1 ayudante de 3er. Grado.
Escuelas de práctica de Primer Grado: 5 directores, 5 secretarias, 50 ayudantes de primer grado, 6 ayudantes de 2º. Grado y 1 ayudante de tercer grado.
Cursos Normales: 2 directores, 4 profesores.
Curso Normal de Santa Lucía: 1 director, 2 profesores, 1 portero.
63 escuelas para adultos, 2 escuelas de Tercer Grado, 252 escuelas de Segundo Grado, 1023 escuelas de Primer Grado.

Vemos que el sistema se había ampliado y era más complejo, se había expandido territorialmente, social y técnicamente. Observamos el exiguo número de escuelas de Tercer Grado obsoletas frente a la expansión de los liceos con los cuatro años básicos, en Montevideo e Interior.

En 1933 se dio estructura a una Comisión Coordinadora de Reforma de programas de estudios universitarios, secundarios y primarios integrada por Andrés Puyol, Ministro, el Rector de la Universidad, el Presidente de Primaria, el Decano de Sección Secundaria, la Academia Militar, la Escuela Naval y los señores José Pedro Varela (hijo) Emilio Fournier y Angel Maggiolo. En su declaración de intenciones manifestaron: “que los planes y programas de estudios de enseñanza primaria y normal y de enseñanza secundaria, se resienten de la falta de un nexo común que facilite a los alumnos el pase de uno a otro instituto, así como también la revalidación delos cursos, cuando las autoridades consideren equivalentes para las distintas actividades docentes o profesionales”. Ver polémicas de los años 60.

Como vemos una declaración de intenciones, que abordarán Julio Castro y Germán Rama y lejos está de resolverse el intercambio de responsabilidades entre profesores y maestros respecto del fracaso escolar, con la mayor convicción de mantener los “mandatos históricos”.

La expansión administrativa del ENTE, exigió configurar las carreras administrativas resolviéndose que las vacantes en los empleos administrativos se proveyeran con maestros, como ascenso, excepto los cargos técnicos; con 5 años de antigüedad; con maestros efectivos imposibilitados de ejercer; casados o con familia, atendiendo al numero de hijos menores o a la ineptitud del cónyuge.

LA INSPECCION DE PRACTICA

El crecimiento del área de formación docente ó de formación de maestros determinó la resolución del 6 de marzo de 1939 que creó la Inspección de escuelas de práctica, con sede en Montevideo, para orientar y dirigir la práctica magisterial, dependiente del Consejo, apreciar la labor de los practicantes, examinar el material didáctico confeccionado, controlar las lecciones de crítica, las clases de metodología, la unidad de criterios de calificaciones, la realización de reuniones de maestros y practicantes con fines de orientación y cesando en dicho tema la injerencia de las inspecciones departamentales. Fue designada para el cargo Blanca Samonati de Parodi. El país fue dividido en 3 zonas de inspección.

EL PRESUPUESTO DE 1949

El presupuesto de 1949, Ley del 2 de julio, suscrita por el Presidente Luis Batlle Berres, su vicepresidente José Lissidini y su ministro Oscar Secco Ellauri, por ley 10.973 de 2 de diciembre de 1947 confirmó los cambios escalafonarios para la remuneración de profesores particularmente en Secundaria respecto de las vacantes, la antigüedad y la asignación de horas de clase según el grado escalafonado.

Para el caso particular de Enseñanza Primaria, en esta Ley los Institutos Normales quedan equiparados a los Institutos de Bachillerato de Secundaria y al Instituto de Profesores.

Esta ley crea el Instituto de Profesores a través de su artículo 49, por el que la sección agregaturas quedaba sustituida y establecido el nuevo instituto (artículo 59). El artículo 57 declaró instalado el Instituto Normal de Paysandú.

El Consejo de Enseñanza Primaria y Normal quedó integrado por :

Consejo Nacional: 1 Director y 4 Vocales.
Secretaría: general, reguladora, comunicaciones y despacho, edificación.
Exámenes y Concursos: exámenes, traslados y concursos
Hacienda: Contaduría (Contabilidad, Presupuesto –intervención, liquidaciones, verificaciones, Montevideo, Interior- Personal, Inventario, Edificación, Mesa de Entradas y archivos) Tesorería, Impuesto de Primaria.
Biblioteca y Museo Pedagógico: Biblioteca (Sala, Inventario y catálogo, Circulante capital, circulante interior, Textos estudiantiles, Revistas y Documentos, control de préstamos, Libros para ciegos, Infantil, Encuadernación) Museo.
Proveeduría: adquisiciones, suministros y almacenes, almacenes y talleres.
Arquitectura.
Institutos Normales de Montevideo.
Estos presupuestaban como personal permanente: 1 director, 1 subdirector, 2 secretarios, 2 ayudantes, 2 secretarios y 2 prácticos. El cuerpo docente eran 257 profesores.
Inspecciones: Escuelas de Práctica, Enseñanza Privada, Cursos de Adultos, Técnica (oficina, Museo Tecnológico, Escuela de Sordomudos, Anormales psíquicos, irregulares de carácter, cinematografía) Regionales, colonia de Vacaciones, previsión social, Escuelas Granjas, Montevideo, 18 inspecciones departamentales.
Instituto Normal de Paysandú.
Escuelas al “Aire Libre”, “Marítima” y “Preventorio”, Jardines de Infantes, Escuela “Artigas” en Paraguay, Escuelas experimentales, Huertas y Jardines y Personal Obrero y de Servicio.

En resolución complementaria del 5 de julio de 1949, las escuelas rurales de primer grado con 35 alumnos agregarían 1 ayudantía; con 60 alumnos, dos ayudantías; las escuelas urbanas con 400 alumnos, sumarían 1 secretaria; con 600 alumnos, 1 adscripto y con 400 alumnos y 2 turnos, sumarían 1 bibliotecaria .

Para 1950 estos cargos creados y vacantes se proveerían por concurso 50 % y por traslados, 50 %. Los aspirantes deberían ser efectivos, con 2 años de actuación y calificación de 7 y los egresados sobresalientes podrían optar por un cargo de ayudante de primer grado en escuelas comunes, de práctica ó dirección rural.

La Ley de presupuesto de 1953 reforzó el precio del trabajo educativo concediendo para los maestros titulados según su escala jerárquica tres sueldos: básico, progresivo y compensaciones –por horario, por escuela rural, por mala ubicación y colonia de vacaciones-. En dicha ley el cargo de director de Instituto de Profesores quedó equiparado a Decano de Facultad, mientras que los profesores de los Institutos Normales quedaron equiparados a Profesores de Bachillerato.

El Plan 1955 significó el fin del Ciclo Cultural, por una parte terminó la polémica entre la validez de los estudios de Secundaria y las exigencias del examen de ingreso a los estudios magisteriales. Las consideraciones enumeradas en la resolución que suprimió el Ciclo Cultural de 4 años de los Institutos Normales fueron: que se superponía con Secundaria, era idéntico, era antieconómico para 204 alumnos se pagaban 123 docentes, tenia un funcionamiento complicado, no respondía a un objetivo específico y los estudios propiamente magisteriales correspondían al Ciclo Profesional.

La Reforma presupuestal de 1961 determinó los escalafones docentes que actualmente integran la estructura: docente magisterial (inspectores, directores, maestros, otros) docente normalista, técnico profesional, administrativo escolar, especializado, obrero y de servicio.

Para la categoría maestros se dividía en: escuelas y clases especiales, de segundo grado de practica, jardines, recuperación pedagógica, segundo grado, primer grado de práctica, escuelas experimentales, de primer grado, cursos de adultos y formación profesional y servicios docentes: encargado de biblioteca, secretario, auxiliar.

La categoría directores se dividía en escuelas y formación profesional. Las escuelas podían ser cursos para adultos, especiales, de práctica, de segundo grado ó de primer grado; formación profesional – maestro director profesor de pedagogía en Instituto Magisterial Superior; maestro director profesor de Ciencias de la Educación en Institutos Normales, maestro director de Instituto Rural, maestros subdirectores de IINN y maestros directores de departamento y de secciones.

La categoría inspectores estaba estructurada en Técnica, Regional, de Práctica, Especial y departamental.

El personal docente normalista quedaba sujeto a “las categorías y asignaciones mensuales de los mismos se regirían por el escalafón que fuese establecido para los profesores de Enseñanza Secundaria de Segundo Ciclo”. Para todo el personal se extendieron los beneficios de primas por matrimonio, hogar constituido, nacimiento y asignación familiar.

INSPECCION NACIONAL DE ENSEÑANZA NORMAL

En normas complementarias se crearon dos divisiones: Enseñanza Primaria dirigida por el Inspector Técnico y Enseñanza Normal, dependiente de la Dirección General.

Esta División de Enseñanza Normal se estructuraba en: Institutos de Formación Profesional: Institutos Normales Oficiales y Privados; Instituto Magisterial de Estudios Superiores (Especializaciones y Pasaje de Grado) Instituto Normal Rural, Centro de Estudios Pedagógicos (Cursillos, Seminarios y Congresos) Centro de Documentación y Divulgación Pedagógica (Biblioteca, Museo y Publicaciones).

En la reorganización de noviembre de 1961 se resolvió que la inspección nacional de Escuelas de Práctica y los inspectores supervisores de Escuelas de Práctica (4 en Montevideo y 6 en Interior) tuvieran definidas sus funciones: de coordinar y estructurar planes, fiscalizar e informar sobre: “que las instituciones docentes atiendan especialmente la formación del carácter moral y cívico de los alumnos; que en los lugares y horas de trabajo quedará prohibida toda actividad ajena a la función, reputándose ilícita la dirigida a fines de proselitismo de cualquier especie y velar por el cumplimiento del principio de laicidad en la enseñanza a cargo de las escuelas de práctica”.

La función de supervisión incluía: orientar y fiscalizar las escuelas de práctica, la práctica docente, la distribución de alumnos magisteriales, resolver sobre los asuntos promovidos y anotados respecto de laicidad, prohibición del proselitismo y defensa del sistema republicano democrático.

En 1965 quedó establecido el reglamento para la Inspección Nacional de Enseñanza Normal y sus inspectores supervisores de disciplinas y de áreas. Sus funciones serían: organizar, supervisar, orientar, fiscalizar, promover el trabajo de evaluación, armonizar criterios de orientación, coordinación y enlace, estudiar y asesorar. A los inspectores supervisores les correspondía además: supervisar cumplimiento de planes y programas, informar, sugerir, estudiar propuestas, proponer, promover clases extraordinarias, intervenir, visitar .

Culminaba así un proceso por el cual formación docente adquiría un perfil propio, paso previo a una reorganización de mayor alcance.

AUTONOMIA Y
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA

La Universidad desde temprano organizó su Autonomía particularmente conflictiva durante el Gobierno de Máximo Santos, primer intento de que un Ministerio de Instrucción Pública nucleara todo el sistema educativo.

Posteriormente se consagró el cogobierno de los tres órdenes: docentes, egresados y estudiantes con homogeneidad en algunos aspectos organizativos y funcionales, de clase y otros de marcadas diferencias filosóficas. La Universidad quedó como un ente autónomo.

Respecto de la carrera docente había dos polémicas definidas: si la Educación era un problema científico y si la carrera docente debía ser universitaria.

En definitiva se ha conservado aquello que decía Alfredo Vázquez Acevedo en 1885, la Enseñanza Pública para todos y la Universidad para pocos. Por la misma época Carlos Vaz Ferreira consideraba que un curso de Pedagogía y un curso de Psicología en Bachillerato bastaban para preparar a los docentes de Enseñanza Media. La creación de los Liceos demostró que la ampliación de la matrícula necesitaba profesores y los universitarios en el interior eran una minoría que fue reforzada con bachilleres y maestros. Caso de Esther More, primer director del Liceo de Minas, en 1912.

Sebastián Morey Otero había ingresado en la polémica acerca de la formación del maestro y con el título de “El ejercicio del magisterio como profesión científica” publicó en 1928 algunas apreciaciones: “el maestro es intermediario entre la sociedad y el niño que es toda la esperanza de la existencia humana. El hombre consagró al médico y a su ciencia y las facultades de medicina son centros modelos de cultura profesional. La profesión docente también es científica, trabajo e investigación se unen en una síntesis estable en toda labor educativa. Son relatividades: el que investiga no educa y el que educa no tiene tiempo para investigar. Todo depende de la actitud y capacidad del maestro. La práctica, la experiencia, confirma o desecha hipótesis de aprendizaje. El maestro necesita una cultura científica para asimilar la Pedagogía, más que el enciclopedismo teórico. Las instituciones escolares y las prácticas escolares adaptan, fruto de la experiencia, la reflexión, la observación y la cooperación – se ha pretendido que basta orientar los estudios magisteriales en el sentido de una mayor profundización de las ciencias de la observación para transformar la carrera; o bien lo que es más importante, enseñarles mejor de lo acostumbrado comúnmente: hacer enseñanza experimental de las ciencias, esta última es necesaria, pero no es suficiente -. Biología, Psicología y Sociología son las que favorecen el ejercicio de la investigación del maestro, no son tres textos a estudiar, son tres series de problemas, a resolver con técnicas intelectuales. –antes que nada debemos preparar al maestro para leer las reacciones espontáneas o provocadoras del niño y de la clase y se enriquece la acción docente”.

José Claudio Williman terció en la polémica acerca de la Autonomía de los Entes de Enseñanza resumiéndose sus ideas en:

Que el éxito de la educación primaria depende de su autonomía respecto de otros servicios públicos para evitar obstáculos ajenos y aumentar sus medios. Esta autonomía es técnico administrativa pero no puede ser independencia de crear “un estado dentro del estado”.

El Estado es quien establece la orientación social y administrativa, la Autonomía facilita el logro de fines precisos, alejándose de la política electoral pero no de la política doctrinaria ya que la educación por definición es política.

El Estado tiene la misión fiscalizadora a través del Poder Ejecutivo frente a los excesos de autonomía ó a la disgregación de servicios: Educación Física Escolar, Arquitectura Escolar, Sanidad Escolar....
La Autonomía exige organización y evitar superposición, a título de ejemplo menciona que los médicos de los servicios escolares dependan de Primaria sin injerencia de Salud Pública.

Coloca a la Enseñanza Normal como dependencia de Primaria. Esta organización será centralizada por la Dirección General pero descentralizará todos los asuntos rutinarios. Esta Dirección General preferiblemente sería unipersonal, para evitar excesivas dependencias políticas o del Ministerio, podría ejercerse de manera colegiada.

Un régimen electivo tendría malos resultados y en una Democracia, el Gobierno es electivo; tratándose de un Ente, el régimen electivo limitaría la independencia de los electos para actuar sobre sus electores, particularmente si se trata de funcionarios.

Tampoco la condición de educador es necesaria para dirigir la educación, ya que es importante la participación de los técnicos que completan las acciones de los hombres del Gobierno. La fórmula más equilibrada sería un Consejo de 5 miembros designados por el Gobierno con docentes incluidos.

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El modelo autonómico fue cuestionado y en 1943, Ramiro Diez dio a publicidad un proyecto de Ley recogido por la Dirección de Enseñanza Primaria y Normal que lo publicó en la Revista Anales.

En términos generales podemos resumir algunas ideas de “reforma”:

Declárase obligatoria la enseñanza primaria en todo el territorio de la República para los niños de ambos sexos entre 6 y 14 años. Sin perjuicio de cursos preescolares. Es obligatoria para los menores anormales pedagógicos, sordomudos, ciegos ó que acusen otros defectos.
La inscripción y asistencia es responsabilidad de los padres o tutores, quedando en libertad de elegir los maestros o instituciones convenientes. Comprenderá la educación intelectual, moral y física.
Será gratuita a cargo del Estado.
La enseñanza primaria pública y privada estará a cargo de personal diplomado.
La preparación del personal será orientada, fiscalizada y administrada por una corporación autónoma, consejo de enseñanza primaria y normal. El Consejo se integrará con un presidente y cuatro vocales designados por el Poder Ejecutivo por la duración de su mandato.
Entre las funciones destaca:
Aprobar los planes y programa a que se ajustarán los estudios para la formación de maestros de enseñanza primaria. Los planes no serán alterados, los estudiantes conservarán sus derechos, con derecho a optar por el nuevo plan. Concede reválidas de estudios con secundaria, preparatoria y superior.


Dictar normas para proveer los cargos docentes, contratar maestros extranjeros, conceder becas al exterior y nombrar comisiones de asesoramiento, organizar cursos y conferencias.

La escuela normal para la preparación de maestros funcionará en Montevideo proporcionará la preparación científica cultural y profesional más amplia y adecuada para el ejercicio de la función docente, conferirá los títulos de maestros de primer y segundo grado y las especializaciones: sordomudos, ciegos, anormales psíquicos, irregulares de carácter, escuelas al aire libre, defectos de lenguaje, falsos anormales, educación física...

Las novedades del documento son: efectivizar la obligatoriedad y universalidad, gratuidad, libertad de elección de los padres, obligación de ofrecer personal diplomado, autonomía técnica, directorio designado por el Poder Ejecutivo, estabilidad de los planes de estudios evitando reformas circunstanciales, aunque conserva la formación a dos grados con especialidades.

Es una polémica interminable la que tiene que ver con la “rivalidad” entre formación universitaria y formación docente; de si la formación docente es no es ó porque no es universitaria.... resultó interesante que con fecha 15 de noviembre de 1955 se reglamentó el funcionamiento de la Asamblea del Claustro Normalista.

La Asamblea del Claustro de los Institutos Normales es el órgano técnico representativo de los tres ordenes: docentes, estudiantes, egresados. La Asamblea será consultada sobre todo asunto con relación a la orientación general, planes y programas... y podrá emitir opinión por propia iniciativa sobre asuntos relativos a los intereses y valores.
Son órganos:
La Asamblea general con 40 miembros.
La Sala de profesores con 51 miembros.
La Sala de estudiantes con 40 estudiantes de primer grado y 11 de segundo grado.
La Sala de Egresados: con 51 miembros no pasivos.
La Mesa Directiva y las Comisiones Especiales.

La Asamblea General de 40 miembros se integrará con Director y Subdirector, 18 delegados de los profesores, 10 de los estudiantes y 10 de los egresados. Todos los Consejeros e inspectores tendrán voz en la Asamblea. Se convocará la primera quincena de junio y sesionará hasta 12 días. Podrá haber convocatorias extraordinarias por iniciativa de las Salas, a solicitud de un tercio ó por decisión del Consejo ó de la Dirección. La Mesa Directiva se integrará con 2 delegados de cada Sala. Los miembros solo podrán actuar por una Sala.

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El tema ha vuelto a la palestra y no he encontrado en esta ciudad, ni en el cuerpo docente, ni en el cuerpo de estudiantes una posición definida ni definitiva, a veces ni siquiera informada.

En sus comienzos (1949) el Instituto Normal de Minas tuvo una organización muy activa: la Asociación de Padres y Amigos del Instituto Normal, con autoridades y estatuto, un Consejo Elector y un Consejo Ejecutivo que renovaba anualmente sus autoridades. Esta fue la primera de su género en el interior del país, que proclamó a la “directora” y estuvo activa mientras Violeta Nin y Silva estuvo en la Dirección (hasta 1985).

Se agregaron para 1961 una Asociación de Estudiantes y una Asociación de Profesores.

Myriam Peña, fue directora del Instituto de Minas, es maestra de primer y segundo grado y licenciada en Ciencias de la Educación, egresada de la Facultad de Humanidades y Ciencias, acerca de la cuestión de si formación docente debe ser Universidad, tener valor universitario en su titulación ó incorporarse a la Universidad comenta: “cuando los maestros reclaman título universitario digo que no, es completamente distinto estudiar en un Normal a estudiar en la Facultad, te sientes mayor, puedes opinar, en el Normal no te sales de lo profesional, es hasta repetitivo, no se opina, ni se forman criterios, no se argumenta. En la Universidad son semestres, de Pedagogía, Psicología... y tuve clases con Rubén Yánez, que me dio lo mismo que cuando me examinó para Segundo Grado en Pedagogía. Estuve en Ciencias Sociales, en la licenciatura de Ciencias Políticas, quería saber un poco más, fui edil dos períodos de 1989 a 1999, quería aprender de la Política, y me era más fácil porque mis hijos estaban en Montevideo”.

Al final agrega: “el profesorado hubiera tenido otro concepto si se hubiera unido con la Facultad de Ciencias. El Normal como que rebajaba, las ideas a veces no tenían pie en tierra. El IMS no incidió en Minas, no logró a mi entender potenciar, siguió con la –chacrita de ser maestro- y no tenía nivel docente, seguía siendo Normal ó maestro y después empezaron a aparecer gente con interés en los cargos y no en la educación”.

Maria de Lourdes Saravia dedicó 30 años a formación docente en su doble rol de docente y directora del IFD, interrogada sobre la polémica acerca de la universidad respondió: “en estos tiempos no podemos sustraernos a los cambios, diría un término medio, un fortalecimiento de las capacidades instaladas en los IFD del interior, tanto en lo material como en lo humano, porque creo que la descentralización que se empezó a gestar en 1949, que se oficializó en Minas en 1961, ha dado siempre un resultado mejorable sin duda. La duda es si no se mantiene la descentralización, sigo como estoy; si se asegura la descentralización, entonces pienso en una universidad pedagógica”.

Susana Somma, profesora interina en 1961, que dedicó 30 años a formación docente, considera el asunto de una universidad pedagógica: “el maestro bien preparado tiene responsabilidad en el niño, está formando, es una tarea delicada, merece la jerarquía, hay que jerarquizar la tarea, y que se remunere bien, el maestro hasta desatiende su persona. Hay que pagarle bien para concentrar el trabajo y que no corra, es una tarea íntegra, que necesita concentración”

Helvecia Perdomo fue secretaria del instituto durante 20 años y sobre la cuestión universitaria opina: “creo que es específico del instituto, la Universidad es para otro estándar, del IMS hubo poco apoyo, del CODICEN hubo más, antes dependíamos de Primaria, con el CONAE mejoramos”.

Glenda Hernánde define la participación: “En aquel tiempo la inspección disponía reuniones, igual sábados y domingos, participábamos en consultas, cambios o ajustes de programas, en Minas ó en Rocha. Se buscaba la opinión de los docentes respecto de lo que servía y lo que no en la profesión.

Reitero la pregunta sobre la Universidad y agrega: “creo que universidad pedagógica, me guía el funcionamiento de la Universidad de la República muy poco positivo. En otro momento eran positivos los cursos de verano de la Universidad, en cuanto reciclaje y enriquecimiento. Uno se anotaba, trabajaba y aprendías, empezabas renovado, con nuevas ideas”.

Sobre la cuestión de la universidad; Lys Prieto contestó: “los docentes tienen que marchar aparte, el docente universitario domina la materia pero no domina eso otro, cuando hay dificultades”.

Nelda Hernández está de acuerdo con la Universidad Pedagógica “la formación está descuidada, pienso que eso eleve más el concepto. En campaña el maestro es un personaje particular. Ahora está desvirtuado, deja mucho que desear, y el maestro rural tiene que especializarse, no es cualquiera que puede hacerse”

Juan Astor , quien fuera inspector regional de Primaria, opina sobre el asunto: “me parece que una universidad docente, es aspiración del hombre formarse más y que los educandos estén mejor formados. El grado universitario, tenerlo para ser docente, avala al instituto, hay que reorganizar formación docente”.

Pregunté acerca de la rivalidad magisterio profesorado y respondió: “el instituto de Melo es grande, tuve grupos de profesorado, nunca tuve mixtos, fue hermoso trabajar con ellos, ahora en Minas, Montevideo, Cerro Largo, trabajé en una diversidad de institutos, no noté diferencias”.

Fausta Clavijo, ex inspectora de zona, resume su opinión sobre el punto:”se puede ser maestro sin ser universitario, no puede haber discriminación, el problema es del IPA y no me come la cabeza. El maestro tiene que estudiar de por vida, yo pondría concursos periódicos.

La actual directora Silvia Riera realiza el siguiente comentario sobre la eventual universidad y sobre el título universitario: “hay que prepararse y no estamos formados, lleva un proceso, así como estamos, como formadores, no”. Alex González el secretario comparte el concepto: “ es un proceso hacia el título universitario, hay que transformar la formación docente para el carácter universitario”.

En definitiva podemos resumir las siguientes ideas acerca del tema:

Ø Hay acuerdo en que la docencia sea mejorada con el reconocimiento universitario.
Ø Que sea una Universidad Pedagógica.
Ø Que el interior mantenga la descentralización para mejorar sus opciones.
Ø La Universidad de la República es vista desde el interior como modelo de centralización.
Ø Respecto de la Autonomía pueden buscarse otras fórmulas de participación sin necesidad de reproducir las disfunciones de la UDELAR, aunque formación docente contiene los tres órdenes: egresados, profesores y alumnos para ejercerla.
Ø Es imposible mantener sin resolver y prolongar la polémica entre Formación Docente y Universidad de la República aislados en si.

APTITUD FÍSICA
Y CARNE DE SALUD.

En 1914 se consignaba en la Memoria Anual que “el examen médico de todos los candidatos al profesorado es muy delicado, porque la profesión no conviene sino a ciertos individuos,... el candidato debe ser rechazado en el examen médico si el no parece bastante vigoroso para soportar el esfuerzo que necesita la duración de los estudios en la Escuela Normal o si presenta los signos de una enfermedad que le impida seguir de una manera continua las tareas del profesorado”.

La época tenía una medicina mejorando rápidamente en sus técnicas e importancia social y una Facultad de Medicina prestigiosa. El país pasaba y había pasado por varias enfermedades y epidemias de contenido social: “gripe brava”, sífilis, tuberculosis, difteria, tifus, cólera, viruela... el Consejo de Higiene, la fundación de Hospitales departamentales y la creación esperada del Hospital de Clínicas y del Ministerio de Salud Pública completaban la organización de la Salud que el Estado Benefactor debía socializar.

En este contexto social de la década del 30 se hizo rigurosa la exigencia sobre la aptitud física del maestro y del aspirante a maestro a tales efectos se establecieron como condiciones:

Art. 23. Condiciones físicas y de salud de los aspirantes serán las siguientes: Boca: en perfectas condiciones de higiene no admitiéndose caries ni falta de dientes.
Vista: cuando no sea normal será obligatoria su corrección hasta llegar en cada uno de los ojos a la normal. Las conjuntivitis contagiosas y el estrabismo pronunciado serán causa de rechazo.
Oído: la audición deberá ser normal. El límite de tolerancia en uno de los oídos es un tercio de la norma. El vértigo es causa de rechazo.
Laringe: la laringitis crónica, la tuberculosis laríngea son causas excluyentes.
Fonación: debe ser normal así como la pronunciación, son excluyentes la afonía, tartamudez, ceceo, gangoso, nasal y los defectos de pronunciación.
Nariz y Garganta: vegetaciones, pólipos e hipertrofia de amígdalas son causa de aplazamiento.
Piel: las lesiones o afecciones contagiosas, deformantes o desagradables son excluyentes.
Afecciones generales: son excluyentes las cardíacas, pulmonares, glandulares, albúminas, diabetes, afecciones orgánicas, funcionales del sistema nervioso, y en general todas las que pudieran inhabilitar para el ejercicio de la enseñanza.

Respecto de la aptitud física, la primera referencia al carné de salud es de Julio César Canessa y Arturo Miranda, que incluye a todo el personal enseñante y tiene fecha del 16 de septiembre de 1937.

Refiriéndonos al Carne de Salud, existe un decreto del 4 de mayo de 1939 que obliga a toda persona designada para ocupar cargos, empleos, profesiones, arte u oficio al servicio del Estado, previo a la toma de posesión deberá ser examinada por el servicio correspondiente del Ministerio de Salud Pública ó Intendencia Municipal. El nombramiento solo podrá ser realizado si el informe médico la declara funcionalmente apta. El MSP otorgaría el carnet a la Administración Pública, Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Entes, personal docente y de servicio.

Durante 1952, se refrendaron las exigencias que de no satisfacerse eran causal de no admisión en estudios magisteriales.




EL EXAMEN DE INGRESO Y
LOS ASPIRANTES AL MAGISTERIO

En la investigación han emergido tres etapas de formación de maestros: los que realizaron su carrera en carácter libre y egresaron antes de 1949, los que hicieron sus estudios libres pero con asistencia a clases en el Instituto Normal que no estaba oficializado (1949 a 1961) y los que egresaron con el Instituto Normal oficializado desde 1961.

El ingreso a los Institutos Normales requería 12 años cumplidos, pero no se obtenía el título hasta los 18 años. Se requería aptitud física y la aprobación del examen de ingreso, según la categoría del aspirante., alumno de escuelas públicas con quinto y sexto ó alumnos de escuelas privadas ó que no tenían alguno de los requisitos . La exoneración del examen de ingreso estaba prevista para los alumnos que hubieran cursado 8º. Año en Escuelas Públicas de Tercer Grado. Solo había dos en Montevideo.

En los ajustes del año 1935 se establecieron como condiciones para el examen de ingreso ó examen de aptitudes y conocimientos. Los medios serían: problemas, dictado, redacción, oral; para evaluar conocimientos, exposición, redacción, gramática, ortografía y matemática racional. Se aplicaría un mentímetro colectivo por parte de un psicólogo y la base de pruebas serían el programa de sexto. El promedio se realizaría sobre las 8 notas.

Quienes ingresaran al Ciclo Profesional, por resolución del 14 de octubre de 1935 tendrían un programa de ingreso a rendir: Música, Plástica, Historia de las Religiones, Elementos de Derecho y Economía y Manualidades –para varones y para mujeres-.

Homero Guadalupe nació en Minas el 17 de Abril de 1919, culminó sus estudios liceales en 1931 e ingresó a los cursos magisteriales en 1935 de los que egresó en 1937.

“Terminé con dificultades el Liceo, pero exoneré y tenía la convicción de seguir estudiando y orientado por algunos amigos, entre ellos Eduardo Ortega, me preparé y di el ingreso al Instituto Normal, en Montevideo. De ahí a estudiar y prepararme solo. En ese tiempo daban clases maestros como Reina Reyes, Julio Castro... Eran muy exigentes, para el libre estaba todo el bolillado, el reglamentado tenía la ventaja, lo que no se daba no se estudiaba. Blanca Samonati era muy exigente, por ejemplo en cuanto a la postura del maestro, firme sobre los dos pies, de ninguna manera apoyado en la pared o en el escritorio ó como guardia civil, descansando uno. Lo mismo la postura para escribir, la manera de tomar el lápiz, llevó miles de años de evolución llegar a la postura correcta del lápiz para escribir. El saludo: si señor, no señor, si señorita, ponerse de pie, es hábito, es postura, es actitud. Una maestra no puede ir de championes sucios, pantalones deshilachados, fumando o usando un vocabulario incorrecto o sin ortografía. Primero, la postura y el hábito, educar con valores, un maestro debe conocer las reglas gramaticales, la lectura, la ortografía, la caligrafía, que las letras tienen tres cuerpos...”

En estos términos el maestro Guadalupe resume sus aprendizajes y sus ideas respecto de la formación y de la práctica docente tal cual la aplicó en la Escuela Número 1 de esta ciudad de Minas, formando generaciones de maestros a partir de 1949 en que accedió a la Dirección a pedido de sus compañeros.

Tomar los exámenes de ingreso en el interior suponía que las mesas ó por lo menos un delegado se trasladara desde Montevideo hasta las capitales departamentales. En aquellos tiempos de autobuses “Banderita” ponían 3 horas de esta ciudad a la capital. Si viajaba en tren podría ir más cómodo y tal vez en menos tiempo.

El Consejo resolvió que las comisiones examinadoras no concurrirían más a las capitales departamentales que tuvieran fácil comunicación con Montevideo. Esto es un día de viaje.

En la reforma de planes de 1939, se aprobaron los siguientes requisitos: el certificado de calificaciones de sexto y el examen de ingreso. En el interior los alumnos ingresaban al Ciclo Profesional y ahí el Consejo zanjó la polémica y se aceptaron los 4 años aprobados de Liceo. A los liceales se les pedía examen de las materias que no figuraban en el Plan de Enseñanza Secundaria.

Entre estas materias a rendir para ingresar al Ciclo Profesional estaban: Manualidades en cuero y cartón; Plástica –de la prehistoria al Renacimiento- Historia de la Música, Puericultura y Dibujo.

Olga Quintela vive en Solís de Mataojo y luce sus 89 años, cuenta que “hice los cuatro años de Liceo en Minas, el director era Rodríguez Dutra, después di 13 materias de introducción al magisterio, un año. Me asesoraba en el Instituto Normal de Montevideo y las estudiaba sola. El quinto año fui y lo di en Treinta y Tres. Venía un grupo de profesores entre ellos Pivel Devoto y las salvé todas al hilo. Hice el sexto año asesorándome de lo que dar y de lo que hacer. Hice la práctica en la escuela 1. En séptimo hice la práctica en la escuela 2. Jamás perdí una materia. Mi padre había hecho un sacrificio muy grande. Estuve en la pensión de Gortari 4 años, después los viajes a Minas. En sexto viajaba todos los días. Cuando estaba en el liceo me quedaba de lunes a sábado y los cuatro años estuve en el cuadro de honor. El liceo en esa época estaba en 18. De maestra me recibí en noviembre, cuando se cerraban las clases y en 1940 empecé a trabajar”.

Maria del Huerto “Chiquita” Ordás, cuenta el inicio de su carrera: “Hice escuela en Minas y Liceo. Mi hermana era maestra, nuestros padres no nos mandaban a Montevideo. Si naciera de nuevo volvería a ser maestra. Dimos ingreso acá en Minas en la Escuela 2. Había una prueba de manualidades, una compañera quedó amargada porque nos pidieron un trabajo en cuero, íbamos con Idalia Fernández, que tenía mucha habilidad. Conseguíamos apuntes, que pasaban de unos a otros, en general eran malos. Ingresé con 18, íbamos directo de cuarto, salí del liceo en el 42 y en el 43 di examen de ingreso, me recibí en el 46, era el plan 1939”.”

Helvecia terminó el Preparatorio en el Liceo en 1950 e ingresó a Magisterio y comenta: “tuvimos examen de ingreso, prueba de español y matemática y de cocina, me tocó hacer tomates rellenos, en la Escuela 8, en la Cocina”

Lys Prieto narra su experiencia en el examen de ingreso: “salí del Liceo con Muy Bueno y di las pruebas de Matemática e Idioma español –redacto bien y tengo cero falta- y había una manualidad, me tocó, hacer un ojal y pegar un botón. Fui a Costura con Rosita Martínez de Hernández, maestra que preparaba para los exámenes. Como fui al Colegio del Huerto tuve Costura y Bordado. A casi todos los varones, les hice el ojal, había varios de Treinta y Tres y de Rocha”

Nelda Hernández me cuenta acerca de su carrera: “nací en Aigua, viví en Mariscala, nos vinimos a Minas al Liceo 1, el examen de ingreso llevaba un año prepararlo, eran exigentes las mesas. Al empezar magisterio la única forma de hacerlo era libre. Recuerdo como alumnos a Pitota Guerrero, Gladis Perandones, Nila Moreira de Robaina, Chita Arana, Ramiro Pereira... dábamos un examen de ingreso, nos preparó una maestra, señora de Batista, que era maestra en la escuela 8 y en manualidades, en cuero, Martiniano Montero, que también estudiaba magisterio.”

Le pregunté a Maria Olmedo porque había hecho magisterio y contestó que en 1951 ”era la carrera que podía hacer en Minas, sin ir a Montevideo. Entrábamos directo, el examen de ingreso si lo di en Montevideo. Había varias materias: matemáticas, español y costura, porque antes a las mujeres nos preparaban para el Hogar”.

Susana Somma, cuenta acerca de su examen de ingreso: “tres pruebas, matemática, lenguaje y una de costura. Me encantaba costura pero me sudaban las manos. Me tocó un ojal. La profesora me dijo: será una mostacilla, un botón no cabe, me quedé colorada. Me salvé con una vainilla italiana que hice a mano, deshilas la tela y se trabaja con hilo triple. Yo fui bordadora. Y la profesora quedó chocha”

Myriam Peña cumplió en el instituto los tres roles de alumna, profesora y directora y rememora: “terminé cuarto año de liceo, eran tres años libres, del Plan 1939, Violeta había creado el instituto en el 49, pidió que crearan y siguiendo la historia, fue libre por muchísimos años, con profesores honorarios y exámenes en Montevideo. Egresé en 1953. Las mesas venían raramente, solo si éramos muchos, filosofía, matemáticas, ... las formaba el Instituto Normal de Montevideo. Había que dar ingreso, 8 materias, español, matemáticas, costura, cocina –me tocó hacer unos huevos fritos- puericultura, caligrafía y canto, median aptitudes, antes de empezar la carrera y en un solo día”.

En el Plan 1955, se mantenía el examen de ingreso. Eran admitidos con pase directo los aspirantes que reunían las siguientes condiciones: menos de 25 años, capacidad física y mental (ver apartado sobre aptitud física y carne de salud), haber cursado primer ciclo de Secundaria con calificación de Bueno igualmente serían admitidos los que hubiesen realizado el Segundo Ciclo y no hubieran pasado más de 2 años de egreso. Quienes no alcanzaron el promedio de Bueno ó hubieran pasado más de 2 años de egreso del Bachillerato, darían un examen de ingreso.

El examen de admisión consistía en:
Un comentario escrito a una página literaria apreciándose comprensión, exposición, selección de conceptos, recursos de lenguaje, valoración estética.
Una lectura en voz alta, de 15 minutos apreciándose expresión, dicción, técnica, comentario oral, argumentación.
Una síntesis escrita de una lección dictada, sobre un tema de Historia, Geografía, Educación Cívica, de 30 minutos de duración. Los aspirantes formularían una síntesis, apreciándose redacción y ortografía.
Los aspirantes podrían rendir el examen hasta 3 veces. Los tribunales tendrían 5 miembros y habría dos períodos: noviembre-diciembre y febrero marzo.

Glenda Hernández cuenta que en 1956 había un promedio de calificación del liceo, para ingreso directo al instituto sino había que dar una prueba con una mesa que venía de Montevideo.

Sonia Tellechea me comenta: “tenía vocación, desde niña decía que me gustaba, para esa fecha vivía acá, soy de Migues. Había examen de ingreso, estoy de acuerdo. Lenguaje, dictado y redacción, matemática, estaba perfecto. Ingresé en 1967 y eran cuatro años”.

Un aspecto importante que incide en este ítem es porque hacer magisterio. Hace 14 años que pregunto a mis alumnos de Formación Docente porque estudian magisterio ó profesorado y responden: es lo que se puede hacer en Minas, no pude seguir en Montevideo, un empleo seguro, me gustan los niños.


PLANES DE ESTUDIO

El plan de estudios más antiguo correspondiente a los internatos de Señoritas y de Varones y a las polémicas sobre la formación de maestros se integraba con:
Teoría de la Enseñanza, Arte de enseñar, Gobierno y Legislación, Anatomía, Fisiología, Higiene, Lectura, Caligrafía, Botánica, Zoología, Mineralogía, Moral y Derecho. Todas materias instrumentales y de ciencias, con un marcado sesgo del positivismo.

Este primer plan de estudios se completaba con la práctica docente y las teóricas se preparaban en carácter libre sobre todo en el interior del país. Es así que en la Escuela Número 2 de Minas se recibía a alumnas egresadas de Sexto Año que ingresaban al “instituto normal” y se graduaban como maestras. Entre ellas Luisa Lupi, esposa de Juan José Morosoli.

El Plan 1914 abarcaba 4 años con las siguientes asignaturas:

Primero: Economía Doméstica, Labores, Caligrafía, Dibujo, Física, Francés, Aritmética, Gramática, Historia Natural, Geografía.
Segundo: Geometría, Gramática, Anatomía, Geografía, Psicología, Labores, Caligrafía, Dibujo, Agricultura, Solfeo, Francés,.
Tercero: Higiene, Historia, Pedagogía, Gramática, Aritmética, Dibujo, Solfeo, Labores, Lectura, Moral, Práctica Docente.

Se obtenía el título de maestro de Primer Grado.

Para el título de Segundo Grado se rendían las materias de un cuarto año:
Metodología, Zootecnia, Moral, Puericultura, Constitución, Industrias y Química, Práctica Docente. No hubo curso normal para maestro de Tercer Grado ni para las especialidades.

PLAN 1924

La resolución del 31 de Diciembre de 1924 reorganizó el Plan de Estudios en dos tramos. Esta propuesta está firmada por el Presidente del Consejo, el Dr. Eduardo Acevedo. :

CICLO CULTURAL: 4 años

Primero: Matemáticas, Lenguaje, Historia Universal, Geografía, Historia Natural, Francés, Dibujo, Solfeo y Gimnasia.
Segundo: Matemáticas, Lenguaje, Historia Universal, Geografía física (1 semestre) Cosmografía (1 semestre), Francés, Historia Natural, Física, Dibujo, Canto y Gimnasia.
Tercero; Matemáticas, Literatura, Historia Americana, Moral, Historia Natural, Física, Química, Manualidades, Canto, Gimnasia.

Cuarto: Economía Doméstica, Literatura, Historia Nacional y Constitucional; Psicología (1 semestre), Pedagogía (1 semestre), Agronomía, Química, Sociología (1 semestre), Economía Política (1 semestre), Manualidades, Canto, Gimnasia.
CICLO PROFESIONAL: 2 años.

Quinto: Economía Doméstica, Lectura, Pedagogía, Agronomía Práctica, Caligrafía, Dibujo, Canto, Gimnasia, Práctica Docente.
Sexto: Filosofía, Psicología Pedagógica Experimental, Pedagogía, Manualidades, Práctica Docente.

Economía Doméstica estaba integrada con las siguientes unidades semestrales teórico-prácticas: alimentos, maternología 1, lavado y planchado, maternología 2.

El maestro Homero Guadalupe cuenta: “En Economía Doméstica tenías que preparar algo frente a un tribunal y después explicar las propiedades nutricionales, eso era importante para un maestro rural. Mi primera escuela fue la 50 de La Plata. A veces preparé el guiso, con carne generalmente de oveja, sobre el primus, con ayuda de los alumnos más grandes, allí en el salón. Dirección de Coros me costaba mucho pero lo preparé con Callejas que era el director de la Banda Municipal”.

Se realizaron modificaciones al Plan con fecha 23 de marzo de 1928 sustituyéndose Historia Natural de segundo año por Anatomía y Fisiología. Canto de primer Año por “Historia estética de la Música y el Canto” con 2 semestres y 2 horas semanales y en Segundo Año se incluyó “Historia y Teoría del Arte” con 2 semestres, argumentándose que “se han incluido ambas materias en el Ciclo profesional por ser el que debe contener las materias fundamentales para la formación del maestro y porque en la edad en que lo estudian, los alumnos se hallan con mejores aptitudes para comprender los problemas estéticos en toda su amplitud y trascendencia”

En la extensa documentación revisada un listado de obras autorizadas de Pedagogía da idea de que estudiaban nuestros aspirantes al título de Maestro de Primer Grado: Psicología del Niño, de Claparede; La Escuela a la medida; El método de la Pedagogía, de Montessori; El método Decroly, de Hamaide; el Plan Dalton, de Sains; El niño y la sociedad, de Dewey; La escuela del trabajo, de Kerschensteiner... dan una idea clara de la variedad de la propuesta.




Las modificaciones, sustituciones o agregados continuaron, incluyéndose Trabajos en Cuero para suplir Cartonado. El utilitarismo llegó a la escuela urbana de varones incluyendo en quinto año: Mecánica y Hojalatería y en sexto, Carpintería.

La asignatura Ortofonía fue iniciativa de Emilio Verdesio, constaba de 2 semestres, teórico y práctico. La ortofonía, su fisiología, importancia social, articulación, diagnósticos y tratamiento. El alumno de magisterio debía presentar: 1 ficha de alumno tratado, 1 trabajo con sus observaciones y 1 práctica certificada.

En la reforma del programa de Educación Moral y Cívica, el entonces coronel Edgardo Ubaldo Genta realizó algunas sugerencias: La educación del sentimiento de nacionalidad. Las instituciones de la Defensa Nacional. El problema de la Defensa Nacional. Artigas, paradigma en la defensa de nuestra nacionalidad. Y la práctica de cinco visitas: Escuela Militar, Unidad Militar, Unidad Naval, Aviación, Institutos Técnicos militares. Si lo contrastamos con el contexto de época, preludio de la segunda guerra mundial, consideramos que estaba ajustado a la sensibilidad de los tiempos.

Como motivo de los ajustes en los programas y las polémicas acerca de las asignaturas pertinentes a la formación del maestro de primer grado y las exigencias de su evaluación, el Consejo consideró en la resolución de 6 de junio de 1938: “el exceso de materias, programas desproporcionados al tiempo, resistencia docente a la equidad –a que los alumnos se enferman por exceso de trabajo mental, lo que es contrario a cualquier conciencia docente por menos desarrollada que se encuentre – Se encomendó a los Directores de los Institutos Normales: reducir asignaturas, reducir en un tercio la extensión de los programas, el horario de clase para preservar la salud nerviosa de los alumnos”.

Conversando con mis alumnos de los cursos de magisterio a veces no encontramos respuesta para la cantidad de materias teóricas que un alumno del Plan 2005 debe cursar ó como se pretende que en cuatro años se sepa todo de una asignatura en el caso del plan de formación de profesores.

Se recomendaban programas cortos, adaptados a los alumnos –“la cantidad de conocimientos no es el objeto principal de la enseñanza cultural, debe perseguirse el desarrollo armónico de las distintas facultades mentales, sin perder de vista la Psicología característica del adolescente”. .

Los ajustes fueron implementados durante el año 1935 con varios cambios en las asignaturas y sus nombres. Finalmente la resolución del 21 de marzo de 1935 aprobó los nuevos programas.

“Todo alumno de mentalidad normal y de asistencia regular que haya cursado el sexto año de estudios de las escuelas públicas debe estar habilitado no solo para rendir exámenes de ingreso a Enseñanza Secundaria sino también para superar sin esfuerzos extraordinarios las dificultades que presente el primer año de Liceo, adaptándose a la metodología y el ambiente mental propios de ese nuevo medio... son ellos los de mayor inteligencia y los que pertenecen a hogares cultos en los cuales se amplían las nociones adquiridas en la escuela, los que aprueban el examen de ingreso”.

La práctica docente sería obligatoria para los títulos de maestros de Primer Grado y de Segundo Grado. Para Primer Grado, en quinto se exigían 100 asistencias de 3 horas diarias y para sexto, 160 asistencias en todo el horario. Para Segundo Grado, 60 asistencias de 2 horas semanales.

Las consideraciones sostenían los siguientes conceptos que hemos extractado: “futuros docentes están obligados a conquistar con absoluto autodominio que sirva luego de ejemplo a sus educandos. Han de ser, su lenguaje cuidado, sus modales discretos, su actividad mental disciplinada y sobre todo su dignidad bien exaltada, sin que haya en su mente la confusión tan común entre independencia y espíritu de rebeldía”.

Los ajustes del ajuste no se hicieron esperar y se sucedieron a lo largo de 1936: Emisión de la Voz y Teatro, no serían objeto de examen. Tampoco Caligrafía. Se agregó un cursillo de Mineralogía con 8 horas a cargo de profesores de Química de 4º. Ciclo Cultural. Gimnasia se exoneró por no haber programa. Ortofonía, Dirección de Coros y Agronomía, tendrían un examen práctico.

María Esther Vera de Coccaro nació en Montevideo el 3 de agosto de 1918 y narra en estos términos su opción al magisterio y su paso por el Instituto Normal: “mis padres muy antiguos no me mandaron al Liceo o a la Universidad porque era mixto. Para estudiar de maestra estaba el Instituto Normal de Señoritas, en Cuareim y Colonia, sobre la Escuela República Argentina de práctica. En una oportunidad, mi salón daba a la plaza, doña Maria Orticochea, una señora muy seria, derecha, severa, “maestra milica”, yo fui igual no tengo de que asustarme, vio a una compañera sentada en la plaza con un muchacho y llamó a los padres, la reprendió y resulta que solo estaban en el mismo banco”.

“Pase con la nota de la escuela. Entré tarde a la escuela como a los 8 años porque mis padres no me dejaban ir sola y cuando mi hermano tuvo edad, fuimos los dos. Hice los seis años de magisterio. Repetí primero, me costaba Matemática, di el examen, lo perdí y no quería estudiar más y me dijeron a estudiar ó vas a limpiar casas. Repetí y seguí. Cambiamos de profesor y aprendí”.

“Estuve enamorada de Carlos Sabat Ercasty, que lucía un pelo largo, sombrero aludo, bastón y se paraba en la esquina del Sorocabana. Los hombres lo hacían para mirar las piernas de las mujeres cuando subían al tranvía y tenían que levantar la falda”.

“Marché bien con todo, sobre todo en Letras, me encantaban. Tuve clases con Regules, Zarrilli, Abadie,.. eran 16 asignaturas, había que estudiar, eran 5 por día. Tenía mucha angustia y la profesora Ribera Millies, nos hizo hacer trabajos de introspección, sin firmar, pero nos conocía la letra, me sacó del trillo, me invitaba a su casa y puede asumir varios problemas personales de adolescente”.

“Íbamos a la estación de Agronomía y en la pasada nos comíamos las naranjas del camino. Había un grupo de pobres y otro aristocrático en el Instituto. En algunas materias se daba examen, siempre había escrito y oral, siempre me salvaba el escrito. Teníamos Cocina, Primeros Auxilios, aprendimos a dar inyecciones, hervir las jeringas y practicábamos con una naranja, con el doctor Sclavi”.

“Egresé y fue Alfredo Baldomir el que me entregó el anillo, él iba con la banda presidencial, muy elegante, me dio un beso en la mano, me puso el anillo, me sentí muy orgullosa. Nosotras teníamos un uniforme, pollera tableada azul, camisa blanca, chaleco ribeteado en blanco. Todas las que nos recibimos fuimos de túnica. Después hice un curso de especialización rural y empecé a trabajar en Polanco en 1944”.

PLAN 1939

Se mantuvieron los dos ciclos: cultural y profesional. Se desdoblaron los institutos: uno femenino y otro mixto (con turnos separados, sin confusiones).

El nuevo plan tenía 7 años

CICLO CULTURAL: 4 años
Primero: Matemática, Español, Zoología, Geografía, Historia, Dibujo, Solfeo, Manualidades, Caligrafía. 21 horas semanales.
Segundo: Matemática, Español, Anatomía y Fisiología, Geografía, Dibujo, Solfeo, Manualidades, Caligrafía, Francés. 21 horas semanales.
Tercero: Matemática, Español, Higiene, Historia, Dibujo, Solfeo, Manualidades, Francés, Física, Química. 26 horas semanales.
Cuarto: Matemática, Español, Historia, Geología, Solfeo, Manualidades, Francés, Física, Química, Moral. 24 horas semanales.

CICLO PROFESIONAL: 3 años.
Quinto: Lectura, Sociología, Economía Doméstica, Cosmografía, Dibujo, Manualidades, Arte, Psicología, Francés, Agronomía, Derecho. 24 horas semanales.
Sexto: Puericultura, Nutrición, Pedagogía, Metodología, Modelado, Arte, Psicopedagogía, Agronomía, Filosofía, Agronomía. 28 horas semanales.
Séptimo: Metodología, Psicopedagogía, Filosofía, Pedagogía y Legislación, Práctica docente. 31 horas semanales.

Olga Quintela me cuenta: “en el examen de costura me tocó hacer una batita de bebé en papel manteca. En Agronomía nos preguntaban, y yo en la escuela 31, donde estuve 2 años como directora tuve una quintita. Cuando estuve en la 75, nos servía, porque era con tiempo completo y almuerzo. Algunos niños venían a caballo, porque de mañana empezábamos a la hora 10. En el recreo cocinaba y después la clase seguía hasta las 4”.

Maria del Huerto, Chiquita Ordás recuerda “mi hermana daba Caligrafia particular, hacíamos cursiva, escribíamos frases, imprenta, es importante en la formación del maestro, hacíamos cursiva inglesa, gótica, redonda, a tinta y pluma para dar el perfil. En Agronomía nos ayudaba el ingeniero agrónomo del Parque Rodó. En trabajos manuales hice tapas de libro en cuero; en Modelado, trabajé arcilla gris”.

Nelda Hernández afirma recordando las prácticas de Agronomía y la escuela rural: “la quinta era ridícula, el niño de campo y los padres no colaboraban, se reían. Yo plantaba zanahorias y el maestro quedaba en ridículo para ellos y me decían –maestra está de quintera en lugar de enseñar a los niños-“ “Entre otras cosas hasta hice de partera alguna vez, la doctora Marino, venía de Montevideo, daba clases y nos hizo asistir a un parto en el Hospital”.

Una materia que se incluyó con motivo de las variaciones curriculares, fue Dramatización, que incluía: arte dramático, dramatización de fábulas y poemas y dramatización de contenidos. Es una materia que según me explicaban estimulaba la expresión y el desenvolvimiento y facilitaba mucho el interés de los alumnos en las narraciones, mucho más si se combinaba con otras técnicas.

Los ajustes del plan 1939 continuaron agregándose ó sustituyendo materias: Mineralogía-Geología e Industrias, Manualidades en Cuero y Cartón, Historia europea americana y nacional, 1789-1919; Caligrafía –letra inglesa, minúscula y mayúscula- Manualidades –ejercicios y máquinas simples, soldadura y metales; Labores –costura, botones, crochet, ajuar, moldes, tejido – Geografía –Física y regional – Historia Nacional de la prehistoria a Artigas; Arte y Música de la Antigüedad al siglo XIX y Plástica - de la prehistoria al Impresionismo.

Solfeo y Canto estaba presente en los 4 años del Ciclo Cultural y en los 3 del Ciclo Profesional.“Todo alumno debería presentarse a examen con un cuaderno anual, personal, prolijamente llevado y detenidamente corregido por el profesor”.

El Coro estaba particularmente atendido. Se resolvió que estuviera integrado por todos los alumnos de quinto, sexto y séptimo, los demás según sus condiciones y funcionaría los sábados 1 hora y 30 minutos.

Para Abril de 1945 se reiteró la obligación de asistencia a clases de Coro y de Excursiones, con la aclaración que eran dos actividades. La inasistencia al Coro determinaba la pérdida de cursos por faltas, hasta 8 sin justificar y Excursiones, hasta 3 . Quien excedía el límite de faltas restaba un punto del promedio: “esas actividades son de alto valor como formación del espíritu de contribución a las investigaciones desinteresadas y amor a lo bello, tan útiles y necesarios en la preparación del maestro, trabajador social que debe anteponer a su interés particular el de la colectividad”.

Una amplia variedad con el objetivo de consolidar un perfil cultural del maestro. Los programas fueron aprobados por resolución del 3 de junio de 1940 y se agregó a todas las asignaturas una hora semanal.

Emilio Oribe miembro del Consejo, presentó un proyecto creando el curso de audiciones musicales e interpretaciones de autores con 4 horas semanales, de carácter libre y sin reglamentos, designándose a Nybia Mariño Bellini.

En los ajustes de 1947 se agregó Psicología Contemporánea Aplicada, designándose a Ramón Pérez para el dictado de un programa que empezaba con el concepto de ciencia y se extendía a cuatro corrientes: Psicología genética, descriptiva, conductista y psicoanalítica. Superpuesta con Psicología Aplicada, la resolución del Consejo las consideró equivalentes, no había examen, solo control de asistencia y los libres las rendirían como una sola materia.

Las materias prácticas exclusivamente no serían motivo de examen. El profesor determinaba las promociones y los exámenes. Si la materia es teórica se rinde examen, si la materia es teórica y tiene continuidad, se rinde el examen en el último curso. Artes plásticas y educación física no tendrían sanción. Se declararon materias prácticas: Dibujo, Labores, Manualidades, Caligrafía, Modelado, Economía Doméstica. Se declararon teórico prácticas: matemática, español, historia natural, geografía, física, química, metodología, práctica docente, cocina. En estas la prueba práctica era eliminatoria antes de dar el teórico. Y Teóricas todas las restantes.

Primeros Auxilios fue introducido en Sexto año como supletorio de las exigencias Corales para los alumnos que no tuvieran cualidades musicales y se agregaban 2 horas de clase de Teatro Infantil para los alumnos de Séptimo. Por último se creó una hora semanal de “Cultura Social” en la modalidad conversaciones, si se excedían en faltas debían rendir el examen.

Durante 1951 continuaron los ajusten en los planes respecto de asignaturas y modalidades particulares del examen de cada asignatura: Ortofonía, Cosmografía, Idioma Español, así como redistribución de sus cargas horarias.

Susana Somma recuerda el examen de Caligrafía -·”tenía que poner Parque de Vacaciones, y puse vaciones. Era con pluma y tinta, con el sudor delas manos, se me corría la tinta y perdí” Le pregunté sobre que plan había sido el mejor, ya que estuvo 30 años trabajando en Formación Docente. Reflexiona y responde: “en el Plan 1977 di Filosofía en el Preparatorio y el concurso me servía también para el Liceo. Debe valer la pena que tenga cuatro años. Cuanto mejor esté preparado el maestro. Me parece que el Plan 1986, porque reunía: Psicología general, del Niño, del Adolescente que se sumó en Psicología Evolutiva y Psicología debe estar en más años, es frondosa y es básica del principio al fin de la carrera. Lengua es fundamental, el maestro debe saber hacer un discurso, una carta, una nota, buena dicción, sin errores de sintaxis, de expresión, coherencia. Después Pedagogía y Didáctica para planificar sus clases.”

Helvecia egresó del plan 1939 y resume sus recuerdos: “Quitita Morosoli nos dio Caligrafía y la di 1 año en el instituto, hacíamos cartillas, alturas, letras, inclinación, con pluma y tinta, gótica no hice, la que se incrementó fue la imprenta, también hacíamos cursiva, redonda ya no se enseñaba. El examen de Agronomía lo di en Montevideo, me tocó plantar lechugas.”.

Para Maestros de Segundo Grado se fijaron los siguientes exámenes: Matemática, Ciencias Naturales, Geografía, Sociología y Economía, Física, Química, Dibujo, Pedagogía, Literatura y Composición, Ampliación del Lenguaje, Historia Americana e Historia Universal, Derecho Constitucional, Arte, Francés ó Inglés y Filosofía. En un ajuste curricular posterior se incluyó Filosofia de la Ciencia. La práctica de Segundo Grado exigía 60 asistencias y se autorizaba una vez que se habían aprobado dos tercios de las teóricas.

PLAN 1955

Blanca Samonati de Parodi impulsó el nuevo plan conformado con 1 año de estudios preparatorios y 3 años de ciclo vocacional pedagógico integral. La comisión de trabajo estuvo integrada por: Alberto Alves, Anunciación Mazzela, Pedro Pereira, Enrique Brayer, Vicente Marrero, Maria Carbonell de Grompone Yolanda Vallarino, Milka ArroyoTorres, por la Inspección y Dirección; Escanella de Franco, Ubaldo Rodríguez Varela por la Federación del Magisterio y como representantes de los profesores: Edelma Galmés de Roland, Blanca Sendic, Rogelio Otatti, W. Reyes Abadie, Pedro Freire, J.P. Violante y Elena Núñez.

En la exposición de motivos se decía que a partir de los defectos de 16 años de aplicación del plan 1939 evidenciados en el exceso de asignaturas, superficialidad, falta de unidad, reiteración de temas y déficit en didáctica, el objetivo debía ser que los alumnos aprendieran como enseñar.

En función de esto procuraba un contacto temprano con el medio escolar y la función docente, revisar los conocimientos básicos, introducir al alumno en la formación técnico pedagógica, dar criterio rector al plan, reducir el número de asignaturas, evitar las reiteraciones, coordinar contenidos e incorporar cultura general.

Al respecto se coincidió en señalar la evidente dificultad de los egresados para situarse con decisión y eficacia frente a la realidad escolar y en general una desconexión entre la preparación teórica del maestro y las exigencias reales de la vida escolar y un notorio apartamiento de los problemas ambientales de actualidad (1955).

La supresión del Ciclo Cultural fue aceptada ya que el único instituto que lo mantenía estaba en Montevideo, había 10 grupos para 200 alumnos con la evidencia de que la mayoría provenían de Secundaria y se consignaba la decisión en estos términos: “la existencia del Ciclo Cultural no es otra cosa que una supervivencia histórica, originada en el antiguo régimen de formación del maestro, con total independencia de la enseñanza liceal, perteneciente entonces a la Universidad...la experiencia docente ha señalado en forma continua que no existen diferencias de aptitud ni de formación apreciables entre ambos sectores de alumnos normalistas y liceales”.

Entre otras consideraciones se esgrimieron que nadie a los 13 años tomaba una decisión vocacional, no había definición entre el perfil liceal y el profesional y la formación cultural general era una tarea de Enseñanza Secundaria.

Emilio Mira y López en un artículo titulado “Consideraciones acerca del problema de la selección previa del magisterio “ anotaba de sustituir en la pedagogía moderna el concepto de “maestro instructor” por el de “maestro formador” así deviene la polémica acerca de ¿cuáles son las aptitudes básicas que precisa poseer quien desee dedicarse al magisterio? Y si es posible un profesiograma, esto es la formación independiente de las materias, medios y sujetos atendiendo: a las relaciones interpersonales, deseo de enseñar, equilibrio, voluntad y optimismo.

El nuevo plan para Maestros de Primer Grado, enmarcó algunas novedades: ingreso con pase directo del Liceo con promedio de B, con 4º año ó con Bachillerato hasta 2 años de egresado, plena capacidad física y mental, hasta 30 años de edad y eventual examen de ingreso si no tiene el promedio exigido.

Los cursos se iniciarían desde el 15 de marzo hasta el 31 de octubre. Se realizarían pruebas escritas de repaso en cada curso, una vez al mes. Habría 3 períodos de exámenes: ordinario –noviembre diciembre, complementario en segunda quincena de febrero y extraordinario en Julio Se estableció la conocida escala literal de calificaciones: Ste, SMB; MBS, MB, MBB, BMB, B, BR, RB, RD, DR, D.La calificación mínima sería de RB para aprobar o rendir examen. El estudiante serían calificado con una prueba semestral parcial, en la última semana del primer semestre y el examen final. Si aprobaba la primera prueba, solo rendiría examen del segundo semestre. Si no aprobó la primera, rinde examen de todo el programa. Si la nota es de R quedaba libre.

Los exámenes tendrían oral y escrito. Pedagogía y problemas socio pedagógicos exigirían una monografía individual sobre 1 problema investigado.
En Pedagogía la monografía con RB, exime el escrito y pasa al oral. En Sociología y Lógica, con RB quedaba eximido de oral. Gimnasia se eximía por asistencia.

Los profesores realizarían reuniones: de tipo metodológico –planificación, coordinación, por asignaturas afines – para elaboración de pruebas por asignatura, de estudio de actuación del alumnado por grupo. Serían tres en el año: mayo –con juicio - septiembre con calificación y octubre con nota y juicio.

El Plan tenía cuatro años:
PREVOCACIONAL PRIMERO SEGUNDO TERCERO
Introducción a la Pedagogía, 3 hs.1 semestre teórico1 semestre práctico Matemática, 3 Geografía, 2 Derecho, 3
Psicología General Español, 3 Agronomía, 3 Filosofía y Ed. Cívica, 2
Lógica Filosofía, 3 Ciencias, 3 Historia Escuela, 3 un semestreAdministración, 32º. Semestre.
Matemática Historia Arte, 2 Higiene y puericultura, 2 Filosofía, 3
Geometría Metodología, 2 Arte, 2 Taller, 2
Idioma Español Psicología, 3 Metodología, 2 Sociología, 3
Francés ó Inglés Pedagogía, 3 Psicología, 3 Gimnasia, 2
Expresión integrada:LenguajeMúsicaPlástica. Gimnasia, 1 Pedagogía 3. Canto. 2
Plástica Modelado Práctica, 2º semestre Canto y Danza, 2 Práctica docente5 días semana.
Práctica docente4 días semanales
20 horas 22 horas 20 horas.

El reglamento de prácticas para el “área de expresión “ determinó que el alumno debería concurrir a las escuelas señaladas de capital e interior entre el 1 de agosto y el 31 de octubre, en 3 días semanales. Realizarían las prácticas los que hayan ingresado al curso preparatorio, llevarían un registro El examen de expresión consistiría en un escrito –comentario de página literaria- un dibujo o modelado referido a la página y la realización de una actividad a un grupo de 6 alumnos como mínimo.

La actual directora Silvia Riera egresó del Plan 1955 al que se refiere en estos términos: “la principal fortaleza fue el área de expresión, que no se vio en los otros. También que fueran cuatro años. Es relativo si es mejor o peor, porque depende de los docentes. Tuvimos agronomía, corte ó carpintería. Agronomía nos daba un ingeniero agrónomo que me enseñó mucho sobre plantas, que ni idea tenía, comí mis propios rabanitos cosechados; para rural si es bueno, ahora se haría con el Taller Rural. En el preparatorio con Corte hacíamos moldes de papel. En aquella época podía ser importante en las escuela rurales, ahora es raro que sepan, estar en el medio del campo y para la vida cotidiana. Como sabía coser, pero otros compañeros no sabían ni enhebrar, era aprender para toda la vida. Estuve 20 años en primaria y creo que sirvió”.

Mariela Saravia analiza el Plan 1955 en estos términos: “avanzado para su época, se balanceaba muy bien teoría y práctica, la tensión de este momento no la veíamos, los directores conjugaban bien la teoría del instituto y las prácticas de aula con los niños y en eso radicaba el verdadero motor para la carrera, no todos eran vocacionales”. Seguidamente destaca una característica prioritaria: “tenía 4 años de duración, 1 año de preparatorio y 3 profesionales. En el primer año teníamos una aproximación a la práctica, fuimos a la escuela 104, que en estaba sobre la ruta, tenía pocos niños. La Directora era Celeste Rodríguez de Tourné y las profesoras Ofelia Gaudino, Gilina Diano e Isolda Bayarres daban la asignatura Expresión”.

Continua su comentario a la vez que reflexión: “Todo primer año profesional era un curso casi teórico, con disciplinas culturales que se consideraban básicas para llevarlas a la práctica al siguiente año. En segundo año profesional teníamos ingreso a la práctica. Si la vocación existía ó había que construirla, el preparatorio permitía el contacto con las aulas porque gente hubo que dejó allí. En segundo íbamos 3 veces pro semana con Susana Gallero de Lupi y en tercero, cinco días, con Marú Martinez. Era importante la práctica rural de un mes y medio, íbamos a lugares lejanos, como Polanco, con Nélida Del Puerto de Garín. La escuela rural permite sintetizar la formación teórica y práctica y ver a escala reducida todas las dimensiones interactuando, especialmente la comunitaria”

Glenda Hernández egresó del plan 1955, el 13 de febrero de 1960, eran uno de preparatorio y tres años más. No hice maestra de Segundo Grado porque eso era en Montevideo y había que optar entre la familia o irse.

Sonia Tellechea rememora su etapa de estudiante de magisterio: “Caligrafía venía de Montevideo, y la sustituyó Quitita Morosoli, hacíamos letras, cuerpos y renglones. Agronomía era con Morena, en el Parque de Vacaciones y las prácticas en una chacra que consiguió Violeta al lado de las viviendas en Las Delicias”
PLAN 1977

Se componía de dos tramos: premagisterial de 2 años y profesional de 3 años.

El PREMA Se ingresaba con cuarto año de liceo aprobado.
Primer Año: Matemática, Español, Historia, Geografía, Filosofía, Biología, Plástica, Música y Educación Física. 26 horas semanales.
Segundo Año: Matemática, Español, Biología, Higiene y puericultura, Física, Química, Plástica, Música, Historia. 26 horas semanales

CURSO PROFESIONAL
Primer Año: Matemática, Español, Teoría de la Educación, Psicología Aprendizaje, Psicología de las Edades, Didáctica General, Ciencias Sociales, Práctica Docente: 28 horas.
Segundo Año: Matemática, Literatura, Cultura Artística, Historia y Geografía, Psicología Evolutiva, Pedagogía, Didáctica Especial, Práctica Docente: 38 horas.
Tercer Año: Matemática, Ciencias Integradas, Agronomía, Psicología Educación, Filosofía Educación, Didáctica Especial, Practica Docente: 38 horas.

Aparte de acortar la carrera a fin de cubrir las vacantes en la expansión de primaria y reponer los retiros voluntarios y forzados, el Plan 1977 creó el núcleo común con profesorado. El 31 de enero de 1977, la Directora del Instituto Normal recibió la novedad de que funcionaría un anexo del Centro II del INADO, abriendo la opción de profesorado para el interior. Violeta Nin y Silva de Morosoli fue cuidadosa en enviar a cada alumno de Sexto Año de Liceo la opción educativa de su instituto.

Los alumnos de profesorado cursaban en el Instituto y rendían examen reglamentado de Idioma Español, Teoría de la Educación, Psicología del Aprendizaje, Psicología de las Edades, Didáctica General, Ciencias Sociales y la Práctica Docente.

Esto también permitió la doble titulación de maestros que optaron al profesorado.
PLAN 1986

En este plan desaparece el PRE.MA. y el aspirante ingresaría con bachillerato completo. El plan volvía a 4 años.

Primer Año: Aritmética y Geometría, Geografía y Educación Ambiental, Ciencias Fisicoquímicas, Cultivo de la Expresión Plástica y recreación, Pedagogía, Sociología, Psicología Evolutiva, Lenguaje y Comunicación. 26 horas semanales.
Segundo Año: Didáctica General, Aritmética y Geometría, Lectura y Escritura, Biología y Educación Para la Salud, Educación Musical, Sociología de la Educación, Psicología del Aprendizaje, Pedagogía II. 24 horas semanales y Práctica Docente: 12.
Tercer Año: Historia Nacional y Educación Cívica, Didáctica Especial, Historia de la Educación, Tecnología Didáctica, Evaluación, Legislación. 19 horas semanales y 20 de Práctica Docente.
Cuarto Año: Didáctica y Dificultades del Aprendizaje, Taller optativo, Historia, Taller de Idioma Español, Epistemología, Filosofía de la Educación. 17 horas semanales y 20 de Práctica Docente.

Interrogada Myriam Peña ex directora del IFD entre 1985 y 1994 cual es su reflexión sobre los planes de magisterio comenta: “el mejor aterrizado de acuerdo a la época, era el 55, fue el mejor, trabaje con 4; los inspectores de Formación Docente, no eran los más calificados a raíz de la separación de Primaria y de que Normal se transformó en Formación Docente. Debido a eso se desgajo, tengo un buen recuerdo de Benjamín Nahum, era un profesor de primera, los demás se quedaban en Montevideo y no venían al interior. Con el Plan 92, Minas fue tomado como centro piloto, nadie nos enseño, cada director con los profesores lo trajo a tierra, había materias nuevas, Gracielita creó un programa de Epistemología, creamos ese Plan, las autoridades venían cada tanto, observaban, nadie te decía, éramos libres, con Salto y Montevideo. Lo bueno se lo daban los profesores, para trabajarlo, era una edad difícil para hablar de la realidad del país, trajo muy importantes carreras con la ampliación: inicial, común, curso de adscriptos, profesorado”.

Maria de Lourdes Saravia dirigió el instituto en carácter efectivo desde 1994 a 2002. Reflexiona sobre los planes de estudio implementados y sus características y se refiere en estos términos: “trabajé con el plan 1955, con el 77, con el 86 y con el 92 en su preparación. Minas lo vivió porque fue microexperiencia durante la dirección de Myriam Peña y me correspondió sucederla. Los dos mejores fueron el 86 y el 92. El 86, por sus cuatro años, con un cuarto año adscripto a un solo maestro y una materia Dificultades del Aprendizaje de 1 año; con un fuerte componente epistemológico y un acercamiento de diferente profundidad cada año”

“El plan 92, cuando se redujo a 3 años, fue un desafío pero sus bases en la interdisciplinariedad, la investigación y la adecuada relación teoría y práctica fueron los pilares, que redujeron los límites de nuestra ansiedad, a eso se agregaban las dos opciones, título de maestro en común y en inicial, sin duda como respuesta a la realidad social que se estaba viendo en el país, la salida de la madre al campo laboral, como consecuencia el fortalecimiento de la propuesta educativa de nivel inicial. El aumento del número de grupos de nivel inicial en todo el país determinó la necesidad urgente de maestros especializados, proceso que finalizó con la universalización de la obligatoriedad del nivel 5. Este año 2008 es el último de esa propuesta del plan de formación para inicial, 14 años de duración”.

Fausta Clavijo reflexiona sobre los planes de estudio con los que trabajó: “86, 92 y reformulaciones. Positivo en el 92, sobre todo el enfoque de la didáctica que podía llegar a la escuela. Los otros fueron muy ligeros. A veces se cae en las materias, no es cuestión de cantidad de materias, es de profundidad, el conocimiento no es superficial”

Interrogado sobre los problemas de formación de docentes, reflexionando desde sus roles de estudiante, maestro, profesor de formación docente e inspector, Juan Astor responde: “dimos prueba de ingreso en área Lenguaje, dictado, comprensión, lectura, no era difícil pero no era sencilla. La formación se ve en la familia, en la vida, la formación es el instituto, organizado, que atienda todos los aspectos, porque es muy diversificada la labor del maestro y más en las escuelas rurales, que son unidocentes, Debe adquirir teoría y práctica. El plan 1955 fue muy completo, con 4 años, equilibrado, alta carga horaria. En primero leíamos los libros enteros de Luzuriaga, Ferreiro, Kilpatrik, Dewey –había que saberlos- no veíamos fotocopias, veíamos el documento original. La secretaria Mimo Izeta de Machado venía con los libros que llegaban de Montevideo y los rifaba entre los equipos y así rotaban. Pasábamos bien, la bibliografía era actualizada, a veces se transcribían a mimeógrafo. Se preocupaban mucho por la Biblioteca”.

Continúa su reflexión: “trabajé con los planes 77, 86 y 92. El 92 fue preciso, bien estudiado, no hubo aporte de los comprometidos y no se porque lo sacaron. Carecía de algunas prácticas, era poco horario, era un lindo plan. Las áreas de expresión estaban bien diferenciadas, los talleres daban realce, tal vez enriquecer y cuidar más la práctica rural aunque haya poca población. El Plan 1955 me ha permitido ayudar a distintas generaciones de maestros en todas las áreas, preparando temas para concurso, se lo debo y agradezco al instituto, no soy brillante, eso es formación”.

Le pregunte a la directora del IFD Silvia Riera cual era su reflexión acerca de los planes en los que había trabajado como docente y como directora: “ciencias de la educación tiene que estar si o si y en cualquier plan tiene que aprender a aprender para desempeñarse, debe estar abierto a los cambios y a resolver ahora, no es puntual, es emergente y debe estar abierto a los cambios, no son las asignaturas en realidad pueden ser más ó menos, es la actitud de autoformación y de capacitación a nivel sistema”.

Continúa su exposición sobre los planes: “pasé por seis planes: 1955, 1977, 1986, 1992, reformulaciones 2000 y 2001, 2005 y ahora 2008. Cambian los planes y los docentes son los mismos, la evaluación y sus reglamentos crean dificultades, los parciales, los exámenes, a veces favorecen una asignatura, los profesores defienden su asignatura, la complicación es como trabajar. En el Plan 1992 teníamos interdisciplinariedad, esos docentes trabajaron de una forma y después volvieron a la disciplina. En el conocimiento de los docentes se trata de repetir lo que ya sabía”.

Alex González es el actual secretario en carácter efectivo y ha concursado para dirección de instituto. Ha sido adscripto y tiene tres títulos docentes: maestro, profesor de Historia y ayudante adscripto. Ha trabajado en Primaria, Formación Docente, Secundaria y UTU y comenta sobre su experiencia como alumno y como responsable de la gestión: “El plan 1977 era muy instrumental desde las asignaturas que lo formaban, matemáticas y español, ciencias de la educación y tres psicologías, la tendencia era disciplinar y no de área aunque estaba Ciencias Integradas. El plan 1986, para el profesorado de Historia lo hice sin el tronco común, por reválida. Lo viví desde la malla curricular del IPA, preparaba libre, sin asesoramiento, no existían desde el IFD políticas de acercamiento con el IPA, hoy el alumno es más autónomo. No lo hacíamos y veíamos al docente el día del examen. Como secretario gestionar los planes, genera un problema en la normativa, ir llevando la dinámica de evaluación, las pautas de exigencia mínima, el cambio de plan cambia las asignaturas, no es difícil, las confusiones son de la normativa, el docente se confunde y a veces orienta mal a los alumnos. La Gestión del IFD se ha incrementado en relación con el IPES por los cursos de extensión, actualización, que vienen con pocos recursos, son jornadas largas, a veces de todo el día. Se está ejecutando la departamentalización, hay que ver como se realiza, si se cumple, si hay resultados”.

PLAN 1992

Tuvo 3 años de duración, con dos años de formación básica y uno específico con dos opciones: Maestro de Educación Común y Maestro de Educación Inicial. Fue aplicado en Minas como Microexperiencia durante 2 años, siendo directora Myriam Peña de Acosta.

La idea fue de un maestro con calificada gestión en el campo del saber, con creatividad, autonomía critica, responsabilidad y compromiso con la educación, que correspondiera a la consolidación cualitativa ya que el sistema había alcanzado sus limites cuantitativos ó estaba próximo a completar el 100 % .


Las características destacadas son: la interdisciplinariedad, la contextualización y la investigación. El currículo fue estructurado en núcleos generadores, unidades integradas, áreas (Ciencias de la Educación, Expresión, Humanística y Científica), asignaturas de extensión (Biología, Ciencias, Literatura, Historia del Arte, Educación para la Salud, Geografía y educación ambiental, Historia Nacional y Americana), seminarios y talleres optativos de 30 horas. Así quedaba consolidada la flexibilidad.

Los núcleos generadores fueron: La educación en el mundo de hoy, el aprendizaje en su contexto sociocultural e institucional, la educación como objeto de reflexión filosófica.

PLAN 2005

El plan 92 tuvo varias modificaciones en 2000 y 2001. El Plan 2005 tiene varias a su vez: de implementación y resultados de las críticas al plan 1992. En tanto se procesaba el diseño del plan 2008.

En currículo se diseñaron cuatro “trayectos”: el trayecto de formación profesional general se centra en las Ciencias de la Educación, la investigación, la didáctica y los seminarios complementario. El trayecto de preparación para la enseñanza se centra en las asignaturas concentradas en primer año y las didácticas especiales (talleres). La formación en diversos lenguajes contiene los lenguajes expresivos (visual y plástica, corporal, musical), los mediáticos (informática y nuevas tecnologías) y las lenguas extranjeras (inglés ó portugués). El trayecto de experiencias en prácticas profesionales atiende: la observación de centros educativos, la práctica docente, la práctica en común ó inicial y por último la práctica rural y en escuelas de vulnerabilidad social. Como innovación tenemos la evaluación final a través de una memoria de grado, correspondiente al cuarto año.

INGLES O FRANCES

Esta polémica estuvo presente. Los alumnos de magisterio del Plan 2005 no están de acuerdo con la implementación de inglés obligatorio, reconocen sus dificultades y la ficción que resulta. Es notorio que los alumnos que egresan de Secundaria después de seis años de estudio del inglés tienen notorias dificultades de expresión oral y escrita y comprensión lectora. Tenia razón Vaz Ferreira cuando comentaba que en el Uruguay no se aprendía ningún idioma se aprendían gramáticas.

En el Ciclo Cultural de los planes anteriores a 1955, francés estuvo presente, considerando la influencia social y cultural de Francia sobre nuestro país y su prestigio en el occidente liberal.


Como anécdota aquí en Minas, en el Barrio de Las Delicias hubo un Comité de Guerra pro Aliado y en sus actos de recaudación de fondos se cantaban los himnos: La Marsellesa, Dios salve al Rey, el himno de los EEUU y el Nacional. Durante la Segunda Guerra descendientes de franceses se enrolaron en la Legión Extranjera bajo pabellón de la Francia Libre. El Dr. Eduardo Blanco Acevedo había curado al Gral, De Gaulle durante la visita de este al Frente Francés en la Primera Guerra, amistad que se continuó. Por último en los “Libros Diarios Escolares de Escuela Industrial” figuran 3 días de asueto por la liberación de París en agosto de 1945.

En 1949 se fundamentó la presencia del francés en estos términos: “la enseñanza del francés en este año de estudios tendrá por objetivo principal habilitar al alumno para la lectura de obras didácticas o literarias fuera de la clase”. El examen tomaría sobre lectura, traducción, conversación, dictado y aplicación gramatical. Entre los cursos de Cuarto y Quinto se exigían en total la lectura y traducción de 80 lecciones.

Roberto Puigi publicó el artículo “La enseñanza del idioma inglés en los institutos normales” fundamentando la opción del plan 1955, entre Francés e Inglés. “Se incluyó el inglés por la gravitación en el mundo actual de los países que lo hablan, son hechos que no pueden dejarse de lado en la preparación cultural, es un medio de cultura, de expresión, de comunicación, es herramienta, es práctica. La opción entre inglés y francés se dejó libre al alumno. La cátedra se inició con Palmira Vázquez de Areco con dos horas semanales que pronto aumentaron a tres, el tipo de alumno en nuestras aulas tiene una preparación defectiva y no por falta de buenos profesores. Inglés o francés son materias culturales, habilitan al alumno a servirse de textos y otros materiales, facilitan la comprensión oral y la expresión oral y escrita contando que no se practica la lengua fuera del aula, la traducción no será un fin, se procederá por impregnación, contando que el alumno ya tiene hábitos lingüísticos, que los textos son británicos o americanos y son necesarios programas para postgraduados”.

Myriam Abud es maestra de Primer Grado, egresada del Plan 1939, en el año 1954 y profesora de la Alianza Francesa y comenta sobre dicha polémica: “se implementó en el plan 1955, cuando estudié libre no había francés, tuvo excelente resultado, en el instituto entraba como a mi propia casa, había orden, había estudio, ambiente de trabajo, los alumnos estudiaban con responsabilidad y con gusto. Francés dio buenos resultados, era optativa con inglés, el objetivo era hablar, traducir y comprender. Francés ha perdido frente a los intereses, que no puedo saber, el dominio de Estados Unidos en el mundo, es lo que se ha hecho que se estudie sobre todo inglés. En el 74 se suprimió francés. Antes que yo la dictó la señora de Navazcués, esposa del director de Planta Minas de ANCAP, en carácter honorario, yo entré en 1957 y hasta 1961, trabajé gratis, cuatro años”.

La opinión de Fausta Clavijo sobre la polémica de los idiomas es simple: “idioma hay que enseñar. Inglés y portugués tienen que estar. Y el francés por nuestra cultura, fui alumna de Myriam Abud, pudimos leer a Rousseau en francés. Nuestros profesores no cobraban, no tenían horario, eran ejemplo de donación absoluta hacia el otro”.

Preguntando a egresados del plan 1955 que opinan del idioma en la formación del maestro responde Juan Astor: “teníamos francés o inglés a opción, con Myriam Abud, un año. Me parece importante un segundo idioma. Lo ratifico porque estuve en Cerro Largo y es importante porque a veces aparece el problema en la comunidad”.

Mis alumnos de Cuarto y Tercer Año del Plan 2005 protestan de que se haya incluido inglés debido a las dificultades que encuentran para comprender el idioma. La directora Silvia Riera afirma que idiomas tiene que haber en la formación y sobre todo considerando leer libros técnicos. La polémica sigue abierta. La profesora de inglés fundamentaba en la ATD que lo importante en un idioma es la continuidad y la práctica si el objetivo es aprender el idioma, si se traduce entonces basta con un buen diccionario.

EVALUACIÓN

Los alumnos normalistas, particularmente los que cursaban el Ciclo Cultural imponía el siguiente criterio: en primer año, la reprobación en Matemática o Lenguaje determinaba la pérdida del curso. Los alumnos con tres reprobaciones al final del primer semestre y que reprueben 1 en el segundo semestre, quedarían eliminados. Se habilitaron como períodos de exámenes: Diciembre, Febrero y Mayo. Al Ciclo Profesional se ingresaría sin previas.

La realización de exámenes exigía algunos criterios que determinaran las exigencias, como en el caso de PSICOLOGIA PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL. El Consejo resolvió que el examen fuera preferentemente práctico, exigiendo la presentación previa de 2 biografías escolares y 1 tesis de investigaciones personales y certificado acreditando los trabajos y prácticos. La prueba consistiría en la aplicación de un test individual y colectivo a propuesta de la mesa examinadora, la realización de una medida antropométrica, un examen sensorial y los comentarios teóricos.

La evaluación como medio para determinar la adquisición del conocimiento y las habilidades de aplicación dio lugar a cambios de criterio como en el caso de Filosofía en que el examen fue sustituido por dos trabajos de investigación a presentar durante el curso: uno sobre Lecturas y Comentarios y otro sobre un problema.

La polémica iniciada por Eduardo Acevedo acerca de la evaluación siempre ha estado en el tapete entre los defensores del examen y los defensores de la exoneración y sus diversas combinaciones cuando ambas están presentes en nuestros reglamentos; particularmente si consideramos que el Ciclo Cultural equivalía al nivel liceal. Es así que con fecha del 5 de noviembre de 1930 se fundamenta la exoneración en dos razones: la que tiene mayor validez como calificación, el estudio que se realiza de cada estudiante a lo largo de un curso que comprende 12 semestres y sin son aprobados en acuerdo de profesores, no resulta serio ni parece ser legal, que un estudiante porque no alcanzó un promedio, tenga que rendir examen ante los profesores que lo aprobaron”. Hoy, 2008, esa controversia sigue abierta.

Con motivo de los ajustes curriculares de 1934, se resolvieron varios puntos: que el examen de Pedagogía y Método Decroly, serían un solo examen, que Cartonado y Modelado serían un solo examen y que no habría exámenes de Ortofonía ni de Inglés. Para los exámenes se entregarían 3 preguntas escritas antes de disertar, los alumnos reglamentados tendrían a favor la calificación anual, se promediaría en el acto, en caso de dudas habría lugar para una cuarta pregunta, el profesor que no concurriera al examen sería multado con $ 5.00 y el tribunal se integraría con el profesor del año y dos designados .

Poco tiempo después se complementaron las resoluciones con la derogación definitiva del Plan 1915 y se aprobó la nueva escala de notas: 0 nulo; 1 deficiente; 2, regular; 3, bueno; 4, muy bueno; 5, sobresaliente:

Tendrían: Escrito eliminatorio y oral: Matemática, Lenguaje, Literatura, Francés, Caligrafía. Práctico eliminatorio y oral: Historia Natural, Física, Química, Economía Doméstica, Labores, Agronomía, Psicología. Práctico sin oral: Dibujo, Manualidades. Orales: Historia Universal, Americana, Nacional, Constitución, Moral, Psicología, Sociología, Economía, Filosofía, Lectura, Geografía, Cosmografía, Puericultura, Pedagogía, Solfeo y Canto.

En el caso de Educación Física, teórico-práctica en quinto y práctica en sexto, planteaban en el examen un problema adicional, se necesitaban niños y debía realizarse antes de que terminaran las clases en las escuelas.

Las calificaciones fueron fijadas de 0 a 5 y descriptivamente contenían una fuerte racionalidad: “La calificación del curso es el promedio aritmético de todas las calificaciones mensuales del año en ese curso. La calificación del examen es el promedio aritmético entre las calificaciones propuestas por los miembros del tribunal teniendo en cuenta solamente la actuación del alumno en el examen y la calificación final por materia es el promedio aritmético entre las calificaciones del curso y del examen”. El concepto se ha definido una de las prácticas más extendidas del profesorado.

Entre las recomendaciones figura “la función del profesor no caerá ni en el extremo de simple interrogador ni en el de conferencista, los dos extremos son inconvenientes, tratándose de aspirantes a maestros, la aptitud de exponer debe ser especialmente educada”. ¿Cómo formar a quien debe enseñar si el formador no utiliza los recursos didácticos que facilitan el aprendizaje?

El ajuste de 1935 suponía además que se hicieran revisiones periódicas, pruebas, escritos de repaso, uno cada dos meses como mínimo. Se ajustaron algunas normas para el cuerpo docente tales como un registro de faltas cometidas por los profesores: en cuanto a asistencias, puntualidad, cumplimiento del programa y buenas formas en clase. Los alumnos tendrían 2 períodos para rendir exámenes, desde el 10 de Noviembre para Montevideo e Interior y complementario desde el 15 de febrero solo en Montevideo.

En 1944 se aprobó una nueva escala de 13 notas: 1 deficiente, 2 deficiente regular, 3 regular con deficiente, 4 regular, 5 regular con bueno, 6 bueno regular, 7 bueno, 8 bueno con muy bueno, 9 muy bueno con bueno, 10 muy bueno, 11, muy bueno con sobresaliente, 12 sobresaliente con muy bueno y 13, sobresaliente.

La escala de evaluación fue cambiada en 1945, dándosele matices muy complejos: 1 deficiente, 2 deficiente regular, 2.33 regular deficiente; 2.60 regular; 2.86 regular bueno; 3.13 bueno regular; 3.40 bueno; 3.66 bueno muy bueno; 3.93 muy bueno bueno; 4.20 muy bueno; 4.46 muy bueno sobresaliente; 4.73 sobresaliente muy bueno y 5 sobresaliente.

Las minuanas que fueron a dar exámenes de práctica por aquella época obtuvieron las siguientes calificaciones. Maria del Luján Ordás “Chiquita” – 4.12 Irma Cesar Lujambio – 3.93 Norma Tais – 4.25 Margarita Santos Espino – 4.50 María Angélica Bonilla – 4.22 Selva Corrales Lamas – 4.25 Dominga Cassasus- 3.97 Delia Moreira – 3.80 Blanca Ximenez – 4. Servanda Ximenez – 4.10 Aurora Rodríguez – 4.25 Ramona Larrosa – 3. Irma González Latorre – 3.90

Recién en 1949 se admitió como permanente el período de Julio para rendir todos los exámenes. Se acompañó con la resolución que autorizaba a estudiantes de Sexto y Séptimo a ser designados en cargos interinos, con calificación y reválida de servicios.

Para 1951 continuaron los ajustes en los planes de estudio y sus reglamentos de evaluación: para los estudiantes libres que debían certificar 20 visitas de 3 horas para completar el curso de pedagogía, se les sustituyó por 40 días de prácticas de observación.

Los exámenes se rendirían por los programas vigentes y los exámenes de práctica de Séptimo se rendirían con un delegado del Instituto Normal, el Inspector Departamental y la directora de la Escuela de Práctica.

Las Comisiones examinadoras de estudiantes libres en los departamentos del interior a los efectos de la recepción de exámenes dividieron la república en 3 zonas coincidentes con las inspecciones regionales, a cada una concurrirían dos comisiones con intervalos de 10 ó 15 días. Las seis comisiones estarían integradas por profesores especialistas y viajarían desde el 15 de diciembre. En primera instancias se recibirían los exámenes de ingreso, después los previos si tenían el 50 % del curso aprobado.

QUINTO SEXTO SEPTIMO
Comisión 1 AgronomíaAlimentaciónCaligrafíaEd. FísicaPsicología 1Dibujo PrácticaLógicaPsicología 2CoroEd. FísicaPedagogíaMetodología FilosofíaFilosofía Educac.PsicopedagogíaDirección CorosEd. FísicaPsicología aplicada
Comisión 2 SolfeoArteCartonadoSociologíaDerechoEconomía Dom.Lectura OrtofoníaAmpliación del lenguajeHigieneArtesModeladoPuericultura MatemáticaHistoria EscuelaLegislaciónMetodologíaPráctica

La mesa examinadora local quedaría integrada con el profesor del Instituto Normal, 2 de la Comisión que la presidirían. El examen duraría 10 minutos y tomaría hasta 3 exámenes por día. A partir del 15 de febrero se tomarían en Montevideo. La mesa examinadora de práctica se integrarían con el Inspector Departamental, Director de la escuela de práctica y 1 integrante de la Comisión si era maestro.

En el plan 1955 y con el Instituto de Minas oficializado, los exámenes se dieron sin necesidad de viajar, Sonia Tellechea lo relata de esta forma: “en el examen hacíamos el escrito, eliminatorio, teníamos aprobaciones parciales, pasábamos al oral, se sacaba de la bolsita el número de la unidad, mientras una daba el oral, el otro preparaba la que iba a disertar, sacabas, preparabas la disertación, tu exponías, después te preguntaban sobre todo si era flojo, si habías omitido algo importante, por lo menos dos te preguntaban sobre las otras bolillas”.

Silvia Riera reflexiona sobre la evaluación en forma de examen ó de promoción: “examen pero no a la antigua, no se, no estoy segura de una a otra, a veces sirve para entrar a la asignatura. Es saber para pasar, lo mínimo, está en la mentalidad del alumno, llegar al seis y no les interesa el 12. Debe hacerse un proceso del año, otro a fin de año, se soluciona con parciales. El examen es una instancia de aprendizaje, a la antigua es un modelo liceal y no terciario”.

El uso correcto del Lenguaje, oral y escrito, en Formación Docente resulta obvio y fundamental para un aspirante al título de maestro. Con tal motivo aparece registrado el Comunicado 33, de la Dirección de Formación Docente, del 20 de junio de 1990 respecto de:

La Sala Docente de Lengua Materna y Lenguaje y Comunicación de los Institutos Normales y la Inspección de Español, preocupados por el mejor nivel de formación e información, plantean dos temas inquietantes; ORTOGRAFIA Y SINTAXIS. Recomienda extremar exigencias en evaluaciones y exámenes, proponiéndose condicionar el resultado final al número de errores gráficos cometidos, hasta 6, admitiendo el uso del diccionario. Profesores y alumnos reconocen lo insuficiente que resulta el tiempo que se dedica al estudio de la Lengua. Firman Olga Rienzi, directora en ejercicio y Lía Machado por Idioma Español.
PRACTICA DOCENTE

La labor del maestro está definida en la práctica a través del uso del lenguaje y de los medios que ofrece la didáctica para estimular el conocimiento en el alumno. Tempranamente las inspecciones departamentales supervisaron las prácticas de los estudiantes libres del interior.

Con fecha 9 de marzo de 1928 se resuelve que la inspección de práctica fiscalizaría el mínimo de asistencias calculado en 160 en el año (32 semanas) y los alumnos de sexto no podrían rendir el examen sin aprobación de la totalidad de las materias de quinto. Para favorecer a los estudiantes del interior, a iniciativa de la Consejera Luisa Luisi, se resolvió que los estudiantes magisteriales pudieran realizara la práctica del Sexto Año con hasta tres previas del Quinto.

La reformulación de 1936 sobre la práctica docente planteó como problema la interferencia de roles entre el Director de la Escuela de Práctica en cuanto profesor de Metodología y en cuanto director escolar y de la Escuela de Práctica en cuanto a enseñanza pública ejemplar y atención a los practicantes dependiendo de la Dirección de los Institutos Normales y de la Inspección Departamental.

La Inspección Departamental asigna las escuelas de práctica atendiendo el número de estudiantes, la ubicación de las escuelas, sus accesos, cantidad de clases disponibles y calificación del personal.

La normativa de la práctica aprobada en el Plan 1939 determinó que las escuelas de práctica dependieran de la inspección de escuelas de práctica y de la Dirección de los Institutos Normales. No excederían los 25 alumnos por escuela. La práctica era obligatoria para reglamentados y libres. No podrían cursar: los alumnos de los institutos que debieran materias de cuarto y el examen de ingreso si eran liceales. Para sexto podían deber una materia excepto que fueran Pedagogía o Psicopedagogía. A los alumnos de quinto se les exigían 90 asistencias y a los de Sexto, 110 asistencias. Además estaban obligados a 10 visitas a escuelas ó clases especiales y a 2 escuelas rurales.

La práctica duraba 2 años, en dos cursos, en la misma escuela. En el primer año 4 días hasta 12 horas semanales, incluidas Ortofonía y Coro. En el segundo año: todos los días hasta 20 horas. Los practicantes estarían 1 mes en cada clase, debían integrarse a la Escuela, podían suplir a los ayudantes, dictaban hasta 3 lecciones diarias. Los exámenes se tomarían en Noviembre ó en Diciembre y consistían en 3 lecciones de 15 minutos cada una.

En las consideraciones para fundamentar el perfil del maestro y del practicante se anotaba: la conducta de los practicantes debe ser irreprochable, perfectamente compenetrados de la idea de que están llamados a ser maestros, ajustarán su comportamiento a las exigencias de una sólida ética profesional.... modales cultos y lenguaje cuidado serán la exteriorización de su mentalidad disciplinada y ejemplo digno presentado de continuo a los niños.

Con respecto a las escuelas de práctica se resolvió que todo su personal tuviera una efectividad especial para la función que cumpliría .

Los ajustes en la Práctica Docente que se realizaron durante 1944 consistieron en que los practicantes podrían tener hasta 20 faltas injustificadas y 25 justificadas. Si superaban dicho límite realizaban 2 meses de práctica complementaria en “Escuela al Aire Libre” hasta 35 asistencias. Si se volvía a exceder de faltas, repetiría la práctica. Los alumnos de 7º realizarían 2 meses de práctica en escuelas de práctica hasta 35 asistencias..

En el caso de que los maestros de primer grado, aspirantes a maestros de segundo grado estuvieran a cargo de un grupo en escuela de segundo grado quedaban exonerados de práctica.

En esta preparación de Pedagogía, Práctica y Didáctica, Homero Guadalupe explica: “yo tuve alumnos que iban con cuchillo, en el campo es una herramienta y también en la escuela 1. Se lo pedía, lo elogiaba, y finalmente el alumno accedía a que se lo guardara, porque era muy lindo, porque se podía perder, porque se lo podían robar.. y así me lo entregaba. A un alumno no se le quita el celular, o el aparatito que sea. Se le pide, se le elogia, se acuerda con el niño y no se le hiere con un arrebato, eso no tiene pedagogía”.

Continúa entusiasmado su explicación: “el maestro no puede expulsar al alumno de clase, echarlo, debe educarlo, aunque sea dibujando, debe elogiarlo no rechazarlo, para eso le pagan. Tuve muchos problemas siendo director de práctica y a algunas maestras las mandé a estudiar. Asumí muy joven en 1949, la dirección de la escuela 1 de práctica, a pedido de mis compañeros los maestros Ortega, Manzor y Pío, la única mujer era Marta Burgueño. El maestro es ejemplo y el director es responsable desde que entran hasta que salen”.

Homero Guadalupe asentó en el Libro Diario de la Escuela 1 a folios 167 y 168 asentó, con fecha 22 de agosto de 1949:
De acuerdo a lo realizado en otras oportunidades, reúno a los jóvenes practicantes y los exhorto a cumplir con todas las obligaciones escolares, haciéndoles ver que, de ellos, al igual que de los señores maestros, depende en gran parte el prestigio de la escuela. Reitero las observaciones hechas anteriormente: cumplir los horarios, permanecer en la clase bajo la dirección del maestro mientras no sean requeridos por la dirección, durante la permanencia el clases donde haya más de un practicante evitar todo comentario o conversación que pueda perjudicar la buena marcha de las lecciones dictadas por el maestro u otro compañero. Cuando sean comisionados a realizar un trabajo fuera del salón de clases, actuar con la mayor rectitud posible de manera que su conducta sirva de ejemplo a niños y compañeros. En todo momento que tengan que salir de la escuela comunicarán a la dirección ó al maestro encargado del turno. Llevar un cuaderno en el que anotarán las lecciones que dicten. Cada practicante permanecerá una semana en la clase que se le designa en forma rotativa la siguiente semana. Los practicantes varones concurrirán en la hora de recreo al patio de 4º.5º.6º. y las señoritas al otro.. Firman>. Norma Olmedo, Felicia Canovas, Walkiria Barreiro, Soledad Astor. Gladis Perandones, Rene Guadalupe, Eduardo Menchaca. Wimar Androvandi”.

Le pregunté a Chiquita Ordás por la importancia de la práctica docente y respondió “hice la práctica docente en la escuela 1, estaban como maestros Ubaldo Rodríguez Varela, Pocha Mateus, Chichita Monfort, Manzor, Beba Curbelo de Maldonado, Eduardo Ortega, Homero Guadalupe, Leopoldina Lescano de La Ferranderie. Aura Piriz de Bonilla.

Narra la siguiente anécdota: “la directora era Coralia Prieto, me tocó un quinto, idea de grado, con Ubaldo, tenía conciencia de que había estado mal y fuimos a la crítica. Pensé, que no me califique. Ubaldo entró y dijo que la lección tuvo estos y aquellos valores, muy bueno sobresaliente. La directora me comentó, -vaya señorita que este sabe-. Ubaldo me acuerdo de su calidad para tratar los niños, un día se iba enfermo, un niño le dijo –que Dios lo sane – Ubaldo no era católico y contestó: -que Dios te oiga muchacho- Aprendí muchísimo, la práctica era fundamental, fue la que nos hizo maestras”


El nuevo reglamento de práctica aplicado con el Plan 1955 dispuso:
Las escuelas de práctica magisterial de toda la república dependerían de la inspección nacional de práctica que ejercería la orientación y el contralor; en los demás aspectos dependerían de las inspecciones departamentales de Primaria. Los directores de estas escuelas deberían cumplir además de las funciones propias de la dirección, las que se refiere a la dirección de la práctica docente y el ejercicio del profesorado de Metodología.

Las horas semanales que deberían dedicarse a las clases de Metodología serian las que determinen los programas oficiales, debiendo dictarse fuera del horario escolar, en el local de los Institutos Normales oficiales. Dedicarían un tiempo mínimo de 2 horas diarias a la dirección de la práctica. “se debe orientar al practicante, dirigir su información, al preparar las actividades y cumplido el trabajo, el comentario crítico. Los directores y los maestros trabajarán en las clases en presencia de los practicantes, desarrollando centros, unidades, proyectos... Los practicantes de Sexto y Séptimo actuarán en todas las clases permaneciendo en ellas dos o tres semanas” En ausencia del maestro el director podría confiarles la clase.

Los directores además confeccionarían un fichero didáctico, fomentarían la biblioteca de la escuela, llevarían un libro diario de prácticas, un registro individual de prácticas, orientarían y fiscalizarían el registro de información didáctica que llevarían cada practicante e integrarían las mesas examinadoras.

Los secretarios por su función tendrían el carácter docente que se deriva de la Escuela de Práctica. Llevarían un registro individual de prácticas de cada aspirante. Dirigirían al practicante en los registros de la administración escolar, a los de sexto en cuanto a labor del maestro y a los de séptimo en cuanto a actividades del director.

Los maestros deberían colaborar en la preparación y dirección de los practicantes, orientar su documentación y desarrollando clases guías, ante el grupo total de practicantes. Al final de cada ciclo de rotación emitirían un juicio por escrito de la labor cumplida por cada practicante en su clase. Prestarían colaboración al fichero didáctico y orientarían el registro de información didáctica.

Los practicantes “concurrirían a la escuela en los horarios establecidos, tendrían obligación de concurrir a las clases de metodología, y están obligados a las tareas que ordene el director, relacionadas con la práctica. Llevarían el Registro de Información Didáctica, con las actividades realizadas con orientación metodológica, bibliografía, recursos audiovisuales, visitas, comentarios críticos de las prácticas. Prepararían material, participarían de las actividades escolares, no permanecerían en la escuela fuera del horario, mantendrían la laicidad –los practicantes deberán compenetrarse de la idea de que están llamados a ser maestros y por lo tanto su conducta deberá ser irreprochable y ajustarse a las exigencias de una sólida ética profesional-“.

La práctica docente debía cursarse reglamentada cuando el Instituto de Minas era libre, Glenda Hernández cuenta: “la práctica se hacía de tarde, en horario escolar, en las escuelas 1 y 2. Cuando faltaba una maestra ayudábamos, suplíamos de acuerdo a lo que aprendías podías atender una clase. Mis dos profesoras fueron: Carmen Laguillo en la escuela número 2 e Irma Santías en la escuela número 1. El examen de práctica lo tomaba todo el cuerpo inspectivo, 5 personas, más la directora de la práctica que era la directora de la escuela. Cada practicante daba un tema diferente”.

Hablando de la práctica docente Lys rememora que:”a práctica de 3 años siempre estuve con Homero Guadalupe en la Escuela 1. En Sexto se daba el examen de práctica después de aprobar las teóricas y la mesa venía de Montevideo”

María Olmedo dice: “la práctica era reglamentada en primero íbamos a varias escuelas de observación, después en la escuela 2, con Carmen Laguillo, que era de Paso de los Toros, de Tacuarembó. En la escuela 1 con Homero Guadalupe. La mesa examinadora me parece que venía de Montevideo y el Director, por lo menos 3”

La práctica comenzaba con los cursos escolares y cesaba el último día hábil de octubre. Si alguien excedía el limite de faltas –20 no justificadas ó 30 justificadas- debía realizar un trimestre complementario. El mínimo para rendir examen era de 2.86 en Sexto y 3.13 en Séptimo (ver escalas de calificaciones). Los exámenes se realizaban en el mes de Noviembre, para Sexto dos lecciones de 15 minutos cada una; para Séptimo, 1 proyecto, centro o unidad hasta 30 minutos.

La práctica para maestro de Segundo Grado se haría por 3 meses ó 60 asistencias, siempre que hubiera aprobado 2/3 de los teóricos, quedaban eximidos los que tuvieran calificación de MB en cargos interinos de Segundo Grado. El mínimo de aprobación sería 3.40 y los exámenes podrían rendirse en cualquier momento del año.

Durante 1966 se realizaron ajustes en la práctica docente del Plan 1955 que correspondía a Segundo y Tercero Profesionales. No se podría iniciar la práctica con materias previas: Pedagogía 1, Pedagogía 2 y Didáctica – práctica docente 2.

El primer curso se realizaría en los niveles de Jardinera a Cuarto y el Segundo en todas las clases, en el período marzo-octubre. Con tres períodos de exámenes: Noviembre, Marzo y Julio. En Segundo se aprobaría con RB y en Tercero con BR. El examen consistiría en una lección práctica de 30 minutos y la presentación de una carpeta. Habría período de práctica complementario de 30 días para segundo –de abril a junio - y 50 días para tercero – de agosto a octubre-.

Nelda Hernández me cuenta: “en la escuela 1 trabajamos juntas, muy unidas. Yo entré cuando ya estaba el instituto. Mi práctica la hice en la escuela 2, con Cristina Pereira Elola y con Melania Melassi de Cabrera. En la práctica el maestro debe tener dominio del tema y luego en todos los aspectos, historia me gusta mucho, marcaba mucho las causas para saber las consecuencias”

Juan Astor valora y recuerda con felicidad sus prácticas docentes:” fue en primer año con visitas y el área de expresiones, desarrollábamos en Música, Ritmo, Danza, Canto, Lenguaje, en escuelas comunes, era un tribunal del área, era una situación de creatividad, la persona tiene que ser muy expresiva, nos permitía abarcar otras áreas en los grupos superiores con una didáctica aplicada. La práctica de Agronomía, se hacía atrás de las casas obreras, en Las Delicias, se visitaba el parque de Vacaciones de UTE, la estancia de Gallinal, las escuelas especiales de fonoaudiología, de discapacitados, de ciegos, y teníamos una visión completa de la educación del país. Había mucha práctica de Laboratorio con disección de animales –me tocó un pollo- y exponer sobre los órganos”

Sonia Tellechea egresada en 1970 relata su paso por la práctica docente: “las escuelas eran la 1 y la 2. Con Myriam Peña en la 1 y con Irma Ferranty en la 12. Myriam daba clases demostrativas y nos ayudaba a fijar el plan, los recursos, la metodología, un ejemplo fue la teoría de los conjuntos, que era un tema nuevo, por las correspondencias, el vocabulario, había que hacer ordenaciones, regletas... era una moda. Irma dejaba trabajar más a los maestros. El último año se hacía un mes de práctica en la escuela rural, con Maria Ester Vera, en la 75 de Caballo Muerto”.

REVALIDAS CON SECUNDARIA

El diseño curricular del Ciclo Cultural era idéntico al de secundaria y era obvia la posibilidad de pasar de un sistema a otro, encendiéndose una polémica acerca de la pertinencia de las reválidas; particularmente si consideramos que en el interior no había institutos normales con ciclo cultural reglamentado ni escuelas de Tercer Grado pero desde 1912 había liceos departamentales mixtos.

Las reválidas eran aprobadas mediante prueba de competencia ante un tribunal para las materias a revalidar, sumando un miembro por materia. La prueba tenía tres partes: práctica, escrita y oral. El tribunal por mayoría de votos resolvía si el postulante era competente. Una resolución posterior de 26 de enero de 1928 determinó que no se concederían reválidas.

Considerando la realidad del pase de alumnos de Secundaria hacia el Ciclo Profesional de los Institutos Normales, los alumnos de Secundaria con previas, las rendían por su programa cuando ingresaban al quinto año magisterial.

Las polémicas se reavivaron resolviéndose que las materias rendidas con aprobación en los 4 años de Secundaria solo serían revalidadas a los efectos de la obtención del título de maestro de Primer Grado, plan 1925. Para adquirir el titulo de maestro de Segundo Grado a este solo se admitiría la reválida de las asignaturas aprobadas y comunes a ambos planes en los preparatorios .

Finalmente en 1932, se resolvió favorablemente la equivalencia de estudios entre el Ciclo Cultural de 4 años y los cuatro años de Liceo, a iniciativa de José Pedro Varela y de Antonio Grompone.

En 1933 se volvió al criterio de no conceder reválidas. En el año inmediato, 1934, se reiteró que en los estudios normales quedaba establecido el examen por materia, 3 preguntas escritas, 15 minutos antes del oral y sobre todo el programa. Se abandonó el sistema de semestres, unificándose el período anual. Se realizarían reuniones de profesores y la escolaridad determinaría el fallo. Se consideró que la exoneración era inaplicable en clases de 40 alumnos y el examen sería la garantía de escolaridad, obligando un repaso general, era publico y coherente con el sistema de concursos y ascensos. Los argumentos no difieren de los que hoy en día pueden esgrimirse.

Con motivo de la aprobación del Plan 1939, se reconoció que los alumnos que tuvieran cuarto año de liceo ingresaran al Ciclo Profesional con la salvedad de dar exámenes de las asignaturas que no se dictaban en los planes de Secundaria. En este mismo plan las asignaturas fueron agrupadas en: las que no tenían sanción, las prácticas, teórico prácticas y teóricas, a fin de facilitar la evaluación.

Con motivo de los reiterados problemas de coexistencia y de funcionamiento entre los Entes, Leonor Hourticou, presentó en su calidad de consejera un proyecto de articulación en el que incluía un concepto de absoluta vigencia la necesidad de crear cursos que abrieran horizontes ya que la enseñanza liceal no ha podido ser mirada en general sino con relación al ingreso a la enseñanza superior. Esto en pocas palabras es la crisis identitaria que tiene nuestra Enseñanza Secundaria.

Por aquel tiempo, del Plan 1941, el reglamento de ingreso a Secundaria suponía: 12 años de edad y aprobación de examen de ingreso – pruebas escritas eliminatorias en Matemática, Español, Historia y Geografía. Los alumnos se ordenarían en dos categorías: los que ingresaban y los que darían prueba oral complementaria. La insuficiencia en Matemáticas y Español era eliminatoria absoluta. Los alumnos terminados los exámenes de ingresos se clasificarían en: admitidos, buenos, muy buenos y sobresalientes. Los conocimientos correspondían a los programas de quinto y sexto. La prueba era única y nacional, ante tribunales de 3 miembros, en la primera quincena de diciembre.

Por Circular del 10 de enero de 1949 se admitió el certificado de suficiencia escolar que tendría validez permanente y no por el acto.

Una decisión administrativa dio por terminada la polémica. Subsistió otra, de si para ingresar a Magisterio sería necesario tener aprobado el bachillerato, esta fue liquidada en 1986.
PROFESORES
DE FORMACIÓN DOCENTE

Lo natural fue reproducir el esquema de que un profesional forma a otro profesional. Los primeros profesores de los Institutos Normales fueron maestros con Tercer Grado ó profesionales universitarios. Para proveer las vacantes se han ensayado varios modelos: aspiraciones por meritos, concursos de méritos ó de oposición, designación directa.

La resolución del Consejo de fecha 28 de diciembre de 1926 indicaba que la provisión de los cargos de profesores en los cursos normales se haría por concursos de méritos y oposición. De méritos entre maestros de la localidad y un maestro sería director de práctica y estaría a cargo de la asignatura Metodología.

A partir de 1930, se confeccionó un registro de aspirantes cada dos años para proveer las vacantes de profesores normales. La ubicación del aspirante dependía de un concurso de cuatro pruebas: memorando hasta 10 páginas sobre Metodología de la asignatura; prueba escrita de Pedagogía; prueba escrita en la asignatura y un práctico –lección de 30 minutos. El Tribunal estaría integrado por los directores del Instituto Normal, el profesor titular de la asignatura, un inspector de Primaria y 1 consejero. El nombramiento sería válido por 3 años y daría derecho a 2 grupos de la asignatura. Los profesores con buena actuación y 3 años escolares, serían confirmados en sus cargos por 5 años. La solicitud se acompañaría de los méritos con el informe de dirección del establecimiento

Aún con las previsiones, los Directores de los Institutos Normales podrían hacer designaciones provisorias de profesores.

Con fecha 1 de febrero de 1933, se convocaron concursos para profesores de los Institutos Normales, el presidente del Consejo Santín Carlos Rossi firmó la resolución que incluía en el tribunal, un delegado de los concursantes.

Durante la presidencia de Gabriel Terra, con José C. Williman en el Consejo, se resolvió que los directores de los Institutos Normales designarían provisoriamente profesores en consulta con el Director General y que los concursos se realizarían cuando hubiera vacantes, por renuncias ó creación de grupos.

El Consejo resolvió con fecha 17 de junio de 1940, otorgar a los profesores de los Institutos Normales, la efectividad por 5 años si al terminar los cursos de 1940, tenían 3 o más años de servicios con buenos informes. La efectividad se concedía sobre la clase desempeñada. En el caso de que disminuyera la inscripción y las horas docentes, pasaba a disponibilidad. Si disminuían las horas de clase por un cambio curricular, reingresaría como idóneo.

El llamado a aspiraciones para profesores de los Institutos Normales, en el año 1953 exigía: título de maestro de primer ó segundo grado, cargo docente efectivo, ayudante efectivo en la asignatura a la que aspira, calificaciones estimables en docencia, aprobar la materia de segundo grado que aspiran dictar, ó especialización en Francés ó Inglés ó profesor de Secundaria.

En los comienzos del Instituto Normal de Minas, entre 1949 y 1961 que fue oficializado los profesores fueron honorarios, algunos de la localidad y otros de Montevideo. La mayoría de los profesores de Minas eran maestros o profesores del Liceo y universitarios. En los libros de UTU estaba registrado que el arquitecto José Amela, que fuera el Director efectivo de la Escuela Técnica de Minas, daba clase de Modelado a los alumnos de magisterio.

Maria Olmedo rememora: “Caligrafía teníamos con Elsa Trelles, hacíamos cuadernos especiales, copiábamos poesía, hacíamos gótica, redonda... Economía Doméstica teníamos una parte de conocimiento sobre Nutrición y preparábamos algo. Cuando estuve no había profesora estable y en la escuela no había cocina. Aprendimos en UTU, algunas nos anotábamos en el curso de Cocina. En UTU estaba todo. Fui a UTU unos meses hasta que cubríamos lo necesario. También íbamos a Tejido y Costura .Con Agronomía fue todo una historia, no teníamos profesor, estudiábamos en libros recomendados y las prácticas se hacían en la escuela al Aire Libre (actualmente escuela 72 de Tiempo Completo) y otras prácticas cada una en su casa, huerta y jardín. Después hubo un agrónomo acá”.

Nelda Hernández recuerda: “Caligrafía la daban maestros acá, como Elsa Trelles. Agronomía, nos dio Muñoz, que era funcionario de la Oficina local, fuimos a exposiciones, íbamos a reconocer animales. En la escuela rural se presenta de todo; la mitad de la gente no sabía de la vacuna de la aftosa, la compraba y no sabía darla. A mi me tocó vacunar”.

Susana Somma rememora dos cosas “entré en 1961 a dar Filosofía de la Educación e Historia de la Escuela Uruguaya”. Entre los profesores de Montevideo que venían a dar clases gratuitas estaba: “ el profesor José Pedro Violante, era brillante, venía los sábados, durante años. Los sábados eran muy divertidos, tuvimos que dar examen de cocina, la materia se llamaba Alimentación Racional. La teoría la daba Julia Deguer y la práctica una profesora de Montevideo. La mitad no sabíamos cocinar y todas teníamos que hacer algo. Una compañera armó una cebolla arito por arito porque era para una ensalada. Otra vez un panqueque quedó pegado en el techo. Venía Blanca Soldevila, soprano del SODRE a dar Canto.”

Sobre el tema de una soprano dando canto Susana detalló que “Violeta armaba unos espectáculos preciosos. Cantamos “La Patria Vieja” con dos sopranos Nené Caetano y Blanca Tambasco, Alfredo Morosoli recitaba, el Coro y Soldevila cantaban. Se hizo en el Teatro Lavalleja. Hizo en otras oportunidades con Cristina Otegui Patrón, con Tomás Sánchez, Héctor Guadalupe una preparación sobre el Exodo, Ruth Cuadri y Ana Cóccaro eran alumnas. Era un cuadro plástico. Alfredo usó muy bien las luces para pasar imágenes. La gente colaboraba, ese amor y entusiasmo de los visionarios, lo trasmitía a los profesores, aunque fuera barrer. Recuerdo a Luisita Douat de Faruelo en el piano”.

Le pregunté a Glenda, que profesores recordaba de su época de formación (1956-1960) en la conversación surgieron los nombres de Elida Tuana, Julio Casal, Roberto Yánez en Filosofía, Barbagelata en Sociología, Siri en Biología. En Minas, a Tomás Sánchez en Historia del Arte, al coronel Lorenzo de Medina en Lógica, a las hermanas Bayarres, Solange e Isolda en Matemáticas y Español, Ofelia Gaudino en Expresión por el Ritmo y la música. .

En la entrevista con Lys Prieto surgieron más nombres: “José Pedro Violante, que venía de Montevideo, Alfredo Morosoli en Lectura, Violeta Nin en Pedagogía, Blanca Mercapide de Olascuaga, Samuel Leivas en Arte, Maria Emilia Barrios de Anastasía, el Dr. Anastasía. Economía Doméstica la daba Nelly Somma de Larrañaga. Si hubo algo gratis fue magisterio, ignoro si había o no una comision, pero nunca una rifa ni una colecta. Esto cuando le pregunté como se financiaba antes de la oficialización. Los profesores eran todos honorarios”

Mariela Saravia fue estudiante, docente y directora del IFD Minas, interrogada sobre que reflexión le merecía la labor del formador resumió: “fue una etapa comprometida, hermosa, responsable en cuanto a formar futuros formadores, implica entrar en las personalidades de adultos jóvenes y por un lado enseñar, respetando los carismas de cada cual, lo más difícil es que construyan una tarea tan delicada como es la educación formal, sabiendo que los docentes somos socios de las familias en la formación integral del niño. Y, eso ha variado con el tiempo, estuve 30 años en Formación Docente. Con el paso del tiempo se notó un cambio en estrategias y metodología, lo reduzco a la palabra desafío”.

En el cuaderno de “Comunicados” del IFD de Minas, con fecha 24 de Noviembre de 1988, se hacía saber a los docentes, los requisitos para ordenar las carpetas de méritos:

Título docente, título no docente (fotocopia autenticada, identificación del plan, años que cursó post bachillerato para obtenerlo) y años o meses de cursos de postgrado.
Forma de acceso a los cargos: constancias o certificados de graduación.
Actuación: constancia de ingreso y tiempo de actuación, informes de dirección e inspección.
Actualización: como participante, ponente y título de ponencia; asistente y duración de la jornada, curso, congreso...
Producción: investigaciones (no se admiten trabajos de pasaje de grado) y publicaciones.
Otros méritos.

EXAMENES EN EL INTERIOR

La circular del 26 de noviembre de 1923, concedía a los alumnos aspirantes al título de maestro de Primer Grado, la posibilidad de rendir exámenes en las capitales departamentales ante las mesas examinadoras. La solicitud debía presentarse con un mínimo de 10 aspirantes, “que paguen derecho de matrícula y una cuota de $ 25 para gastos”. Los solicitantes debían presentarse ante la Inspección Departamental hasta el 15 de diciembre de cada año.

En la Legislación escolar, figura una resolución del Consejo de pagos a las mesas de exámenes de 0.30 centésimos por exámenes en Montevideo y 0.50 por integrar mesas de exámenes en el interior. Si los integrantes de la mesa son de la localidad se pagarán 0.30. Cuando no estén radicadas recibirán $ 5 de compensación por gastos y pasajes oficiales.

En 1947 se autorizó al presidente de la Comisión examinadora que concurriera al interior a integrar la mesa con el profesor del instituto si había cumplido con el 75 % del curso. Los inspectores departamentales asesorarían sobre las condiciones en que se habían dictado y la continuidad de su labor.

La señora Olga Quintela, egresada en la primera generación del plan 1939, evoca su época de estudiante “venían los profesores del Instituto Normal a Minas, en Sexto porque quinto lo di libre en Treinta y Tres. Los exámenes se daban en la escuela 2, a donde venían las mesas. No me acuerdo de los nombres. En la Práctica nos hacían ir a las clases que se daban, escuchábamos y después dábamos algunas lecciones”

Chiquita Ordás rememora sus exámenes: “la mayoría estudiábamos solas, con el programa y que buenos maestros salieron estudiando con esas dificultades. El profesor de Ortofonía era Corredera Sánchez, dimos en una escuela a la entrada de Montevideo, nos daban niños con problemas de dicción, identificábamos la dificultad e indicábamos el procedimiento desde el punto de vista pedagógico. Los exámenes eran en Montevideo, una vez, vinieron a la Escuela 2. Economía Doméstica la dimos acá, me pidieron hacer una tortilla y la profesora me dijo – que las papas parecían las lozas de las veredas de Minas – El examen de práctica también fue en Montevideo”

A continuación entrega un documento que fija los siguientes datos: Consejo de Enseñanza Primaria y Normal. Oficina de Exámenes y Concursos. Tribunales que recibirán los exámenes prácticos de Sexto Año, Plan 1939.
Hubo 11 Tribunales presididos por: María Gorestonde de López, Rafael Echevarría, Luis Orlando, Blanca Samonati de Parodi, Jualián Goicochea, Dalmiro Perez, Miguel Estable, Jose´Galcerán, Ana Cazot de Mieres, Alfredo Ravera, Maria Celia Altoberro.
El tribunal número 9, que examinó a tres minuanas estuvo integrado por: Ana Cazot de Mieres, presidente; Maria Luisa Iglesias, vocal y la directora, Dorila Sánchez. La escuela fue la 134, en Médanos 1384 y las examinadas fueron: Maria del Huerto Ordás, calificación MB, 4.12; Irma Cesar Lujambio, calificación MB, 3.93 y Norma Tais, MB, 4.25.

En 1951, el presidente Andrés Martínez Trueba y su ministro Eduardo Blanco Acevedo aprobaron los rubros para que las comisiones examinadoras se trasladaran al interior, solo para el período Noviembre-Diciembre.

Maria Olmedo cuenta: “los estudios eran libres, íbamos al instituto normal en la escuela 8. La directora era Violeta Nin y Silva. Los exámenes se daban en Minas cuando venían las mesas examinadoras y otros en Montevideo. Las mesas venían entre fines de Noviembre y mediados de Diciembre, de todas las asignaturas, con profesores de Montevideo y rendíamos los exámenes que no habíamos dado en Montevideo. Nosotros dividíamos, unos allá y otros acá. Era todo el día, dos días seguidos dando examen, de mañana y de tarde”

Le pregunté a Susana Somma como eran los exámenes y me contó que “era todo libre, entré en 1951 y egresé en 1953, te presentabas con poco más de lo que sabías del liceo, éramos 300 o 400 de todo el país cuando ibas a dar el examen a Montevideo y era rápido, ponían en los pizarrones los que salvaban y pasaban al oral. En el examen de Lectura me ayudó Alfredo Morosolli, me enseño las tonalidades de voz, presenté mi carpetita literaria y me tocó una rima de Gustavo Adolfo Bécquer, eran como las nueve de la noche. Tenía 16 años recién cumplidos y una tía mía me esperaba en la puerta, porque no sabía andar en Montevideo, había que quedarse una semana. Un profesor mayor, me elogió mucho y le preguntó a mi tía ¿qué licenciatura tenía? Le dijo que ninguna. Íbamos a la guerra con un tenedor. No había libros, te preparabas solo, era muy difícil pero tuve muy buenos profesores en el liceo. Era difícil en tres aspectos, era difícil pagarse la estadía y los pasajes, había que juntar la plata y me quedaba con una tía. Lo otro yo no sabía andar en Montevideo, tomar ómnibus, me perdía, salíamos tarde, no era peligroso como ahora. Y tercero, nos preparábamos a lo loco, algún libro, a veces servían a veces no. ”.
Myriam Abud por su parte rememora: “Historia estudiábamos con Secco Ellauri, que fue Ministro, sin fotos, aprendíamos. El hecho de que se integraran las mesas con un profesor que conocía al alumno era una ventaja enorme y venían de otros departamentos”

A Nelda Hernández le correspondió la siguiente experiencia: “cuando venían las mesas, los exámenes eran ordenados, cuando di en el Liceo, nos llamaban dos mesas a la vez, era una mezcla tremenda, estaban dos o tres días y se repartían”. Pudimos averiguar que los exámenes se daban en el Liceo, cuando la mesa adelantaba su venida a Noviembre, ya que la Escuela 8 funcionaba en dos turnos.

Glenda rememora que el instituto en aquella época, 1956-1960 era libre. El ser libre exigía estudiar la totalidad del temario, el instituto normal enviaba alguna bibliografía. Algunos profesores venían por el día a darnos los temas. Los conseguía Violeta (que era la Directora) A veces concurríamos a Montevideo, sábados y domingos, alquilábamos el coche de Romano, cada uno ponía su parte y por ejemplo íbamos a clase de Psicopedagogía, que aquí no había. Las mesas concurrían a fines y mediados de diciembre, permanecían como máximo dos días, igual era 29 de diciembre y estábamos dando exámenes. Se formaban las mesas en los salones de la Escuela 8. No había fechas fijas, había que estar esperando y se avisaba de boca en boca. Dábamos de pronto 7 materias en un día, salías de Dibujo para dar Agronomía. A veces venían 10 o 12 personas. Las actividades empezaban a las 8 y terminaban a las 12 de la noche. Si corregían escritos esperábamos en el patio. Si perdías había que ir a Montevideo. Recuerda particularmente al profesor Roberto Yánez, de Filosofía, era imponente, pero por lo general los del interior salvábamos más que los de Montevideo. Nosotros habíamos estudiado 12 bolillas y ellos a veces solo 4. para recibirme di Sociología con Barbagelata, había que preparase para enfrentarse.

Fausta empezó con el Instituto libre y terminó con el instituto oficializado, rememora su etapa de estudiante: “nosotros no teníamos libros suficientes, teníamos que sacar apuntes, el Coronel Lorenzo de Medina nos dictaba la clase, le sacábamos apuntes. El que tenía el libro, sacaba apuntes en carbónico para prestarlos. No había fotocopiadora. En didáctica se hacían copias a mimeógrafo. Con Blanca Mercapide, maestra de quinto, directora de Escuela 2 de practica después que se jubiló Carmen Laguillo y Angélica Rodríguez de Recalde. Los grupos tenían más amistad, venía gente de Treinta y Tres y de Cerro Largo, los de Minas, nos reuníamos en las pensiones y trabajábamos juntos y nos ayudábamos. Tuve suerte y ayudé a muchos”.

IR A MONTEVIDEO

Chiquita Ordás cuenta su carrera y sus viajes a Montevideo: “quinto era teórico, sexto y séptimo con práctica, los dos años en la Escuela 1. El estudio también y la práctica te hace maestro, con lo que aprendí, adoraba ser maestra. La práctica la dimos en Montevideo, fui sola, volví en tranvía para el centro, estaba sola, me había recibido. El viaje era como de 3 horas. Salíamos a las 5 y llegábamos a las 8, a veces nos quedábamos en pensiones que cobraban 1.50 por día. Casi siempre en grupo, en la práctica nos tocaba en distintos lugares. El tema lo daban en el momento. En los concursos si nos daban el día antes. En cuanto a exigentes , eran exigentes. Había un escrito y la práctica era fundamental. Siempre los concursos eran en la escuela 2 . En Montevideo nos quedábamos dos o tres días para dar exámenes, uno detrás del otro, íbamos y veníamos. Sabíamos que eran eminencias, Barbagelata, recién recibido; Samonati de Parodi, eran buenas personas, buenos maestros. Teníamos amigos, gente de Colonia, un salón lleno del interior, íbamos de todos lados, nadie tenía instituto”

Felicia Canovas egresó como maestra el 10 de enero de 1950, fue de los siete primeros egresados con el Instituto Normal recién creado. Estos siete fueron: Chichita Pardo, Ramiro Pereira, Gloria Marabotto, René Guadalupe, Eduardo Menchaca, Pirula Barreiro y ella. Cuenta que: “quería ser odontóloga cuando estaba en el Liceo y fui a Montevideo ha hacer los preparatorios, me ennovié y me trajeron para Minas. Papito era amigo del tesorero de Primaria, Juan Caorsi, que me entusiasmó a presentarme. Me preparé con Lorusso Galazo que era maestro de la cárcel, di las cuatro asignaturas del ingreso, pague una multa con dinero prestado para dar el examen”.

Helvecia Perdomo rememora respecto de la carrera de magisterio y del instituto: “un motivo económico, que acá se brindaba y de pronto no había posibilidad de hacer en Montevideo, ahora lo sigue siendo, una posibilidad que se brindaba. Cuando terminé el Liceo en 1946, hice dos años de preparatorios de Medicina en Montevideo, quería seguir Farmacia, pero odiaba Montevideo, me pasaba llorando. De mi generación estudiaron: Raúl Somma, Aldo Pérez Riera, Mary Morosoli. Para mi fue un sufrimiento, estaba en las Teresianas, que era católica, organicé mi vida con 17 años, nunca me había separado de mis padres, nos dejaban venir cada 15 días. Ya existía Corporación, salía de Plaza Libertad y eran como 2 horas y media. Hice Preparatorios en el IAVA ,¡que profesores! Arturo Ardao, en Filosofía; Torres de la Llosa, en Historia Natural; Pereira Rodríguez, en Literatura; Bersanelli, en Lógica y Filosofía. Buenos profesores. Todo estaba muy vigilado, en los horarios, muy controlado, el examen, en la Teresianas, si había que ir a dar examen, te acompañaban. Me sirvió de mucho, había horario para las comidas, para estudiar. Me vine y terminé en Minas, en el 50 cuando se crearon los preparatorios acá. Si me sacaban de Minas, me moría. Mis padres me dijeron: estudias o trabajas, opté por magisterio, me gustó. Lo llevo en el alma”.

Maria Olmedo comenta: “Ir a Montevideo era toda una aventura, íbamos en grupo, algunos nos quedábamos en casas de familia, otros en hoteles y teníamos mucho miedo a los profesores, que no los conocíamos. Éramos muy unidos, nos ayudábamos mucho unos a otros”. Pregunté como conseguían material y orientación para prepararse: “nos manejábamos con libros del Museo Pedagógico, que tenía una buena biblioteca, recibíamos los libros enseguida, era un servicio por correo y a estudiar solos, hacíamos resúmenes. Los teníamos 15 días y los renovábamos y nos prestábamos, como éramos 3 o 4, conseguíamos. En mi grupo esta Teresa Cesar, Juana Bonino, Carmen González, Ondina Blanco, a veces nos reuníamos a estudiar en la pensión de 18, donde está el Registro de Propiedades, entre 25 y Rodó”

Lys dice: “los exámenes eran libres, venían las mesas, una vez en diciembre. Era sobresaliente, muy buena estudiante, tenía buena escritura, la ortografía me ayudaba muchísimo. Iba libre a Montevideo y me quedaba en una pensión de estudiantes” A la pregunta de si era difícil estudiar en aquella época, respondió: “no tenía otros apoyos, era desposeída de todo. Carlos María Sanguinetti fue mi compañero de banco y Julio María Sanguinetti fue compañero de Daisy. También estaba Carlos Sabat Garibaldi, que nos conseguía entradas para el Teatro y los conciertos. Mis padres estaban afuera en campaña y yo aquí en Minas con mis abuelos iba al Colegio del Huerto. Pasamos a Montevideo con una tía, hice quinto y sexto en la Escuela Perú y primero de Liceo en el IAVA. De segundo a cuarto, de nuevo en el Liceo de Minas. En Montevideo fui alumna de Torres de la Llosa, de Eleazar Giuffra, que era el Director y de Flavio García.

CONCURSOS

La habilitación a ejercer el magisterio en la Época Colonial se obtenía mediante concurso público en que el aspirante demostraba sus dotes intelectuales frente a un tribunal que le concedía la “licencia”.

El concurso es una institución dentro de la profesión docente.

Los concursos de oposición o de méritos serían nacionales y exigían pruebas de oposición: teórica y práctica. Las pruebas teóricas serían escrita y oral, sobre temas de Pedagogía y una materia específica. La prueba oral podía ser de disertación ó interrogación. La prueba práctica se sorteaba. Cada prueba tenía su listado de temas.

El concurso de méritos valoraba: el título, años de servicio –descontadas las licencias- permanencia en el cargo por el que se concursaba, actuación dentro y fuera de la escuela y deméritos: sumario con sanción, suspensión, amonestación, baja de la matrícula escolar, desproporción entre inscriptos y asistencia, no haber formado Comisión Fomento. Aclarando el concepto de permanencia en el cargo y los derechos para concursar, en fecha 3 de febrero de 1928, el Consejo resuelvió exigir en los concursos de méritos 4 años .

Acerca de las sanciones, el consejero Jiménez de Aréchaga informaba que de acuerdo con la Ley de 1925 las sanciones podían ser: destitución, suspensión, retención de medio sueldo hasta por dos meses. El Inspector podría poner multas por medio sueldo hasta 15 días; la Comisión Departamental hasta 1 mes y el Consejo de Primaria hasta 2 meses.

Del listado de temas a concurso extrajimos algunos de los contenidos en la resolución del 29 de abril de 1925, hoy todavía son objeto de controversias.

¿Qué condiciones se necesitan para ser un buen maestro? Importancia de la forma de hábitos en la Educación. Ventajas e inconvenientes que puede tener la educación especial de los sentidos. Medios prácticos para cultivar la observación del niño. ¿Puede afirmarse que siempre es mala la enseñanza de memoria? Importancia de la gimnasia respiratoria en la escuela. Valor del ejemplo del maestro en la educación moral. Ventajas e inconvenientes del horario discontinuo en escuelas urbanas. Medios prácticos para restablecer la disciplina en la escuela.

Los temas eran didácticos metodológicos, organizacionales... sumando los prácticos y teóricos se llegaba a 235 temas incluyendo zurcido, remiendos, ojales, radioactividad, binomio de Newton, industria del cuero, hidrostática, principio de Pascal, con un claro propósito “enciclopedista” y utilitario.

Los concursos no variaron como medio para acceso a los cargos, variaron en cuanto a su implementación de tal forma que el concurso de meritos quedó en 1929 reservado para los cargos de inspectores regionales y los concursos de méritos y oposición para los cargos de inspección; con uno o dos tribunales.

Se multiplicaron las pruebas hasta un total de siete: prueba oral de Psicología, prueba oral de Metodología, prueba escrita de Pedagogía y prácticos: dictado de una lección en quinto o sexto, crítica a una lección dada, examen de una clase, inspección administrativa a una escuela con informe.

Los concursos para direcciones de cursos de adultos de 1933 incluyeron: efectividad como maestro, 8 años de servicio, especialización. La oposición en teórico eran 3 pruebas escritas. Cada prueba sobre un tema sorteado entre 20 y tiempo de 1 hora y media a 3 horas para Pedagogía.

Entre los temas aparecían: “La educación post escolar”, “El optimismo”, “Educación Sexual”, “La alimentación en el hogar obrero”, “El alcoholismo”, “La previsión y el ahorro”, “El voto de la mujer”, “Cooperativismo”, “La falsa economía”.

El reglamento de concursos de 1936 exigió un exhaustivo examen físico y formalizó algunos criterios: mayor título, más años de servicio, actuación en relación a autoridades y vecinos que se fundaba en el concepto de “el concurso tiene por finalidad elegir los maestros más aptos y no premiar al que haya hecho más méritos”. La oposición sería publica: práctica con dos lecciones; teórico de Pedagogía y para escuelas de primer y segundo grado, una disertación y para las de segundo grado, un problema administrativo.

En 1937 la propuesta para concursar por el cargo de dirección discriminaba las exigencias , según las categorías de las escuelas, si eran de Primer o de Segundo Grado. Para las de primer grado se exigía una disertación sobre un tema de Cosmografía, Higiene, Derecho, Economía, Historia, Plástica, Literatura ó Pedagogía, a sorteo. Para las de Segundo Grado, se agregaba un problema de administración escolar.

La reglamentación de concursos de 1938 redujo las exigencias a las siguientes pruebas: 2 lecciones prácticas y 1 trabajo de Pedagogía. El tema sería elegido entre 5 propuestos. El tribunal se integraría con 7 miembros: 3 designados por el Consejo, 1 por el Director General y 3 por la Inspección Departamental.

Con fecha 18 de octubre de 1938, el presidente Alfredo Baldomir, su ministro Cesar Charlone, promulgan la Ley de Presupuesto remitida con la firma de Cyro Giambruno y Arturo Miranda. En dicha ley se otorgaban efectividades a los maestros que el 31 de diciembre de 1938 tuvieran dos o más cursos cumplidos por suplencia e interinatos en el mismo cargo escolar, con buena nota de clasificación. El derecho a efectividad podía ejercerse en el cargo que ocupaban, en otro de igual categoría o que se creara en el Departamento.

Por su parte el reglamento de concursos para vacantes de maestros en los Cursos de Adultos exigió: concurso de méritos si el aspirante tenía 10 años de efectividad calificada y concurso de oposición para los aspirantes con 5 años de efectividad. La oposición consistiría en tres pruebas: Pedagogía, Matemática e Higiene o Derecho.

En 1939 el Reglamento cambió y creó el siguiente modelo: para Escuelas de Segundo Grado: se requerían el título, 3 años de actuación y pruebas de pedagogía, matemáticas, disertación oral y 2 lecciones. Para Escuelas de Primer Grado y Rurales: título, 2 años de actuación y pruebas de pedagogía, matemáticas, disertación oral y 2 lecciones. Supongan los lectores el tiempo insumido en esas pruebas, evidencia de que los concursantes eran pocos.

La Dirección de Institutos Normales fue llamada a concurso en 1939, se exigió: título de maestro de Tercer Grado ó de Segundo Grado – Plan 1916; 10 años de ejercicio en Dirección ó profesores efectivos con 10 años de ejercicio y título de maestro. El reglamento aclaró que méritos eran: informes de inspección, título, grado, años de servicio, años de efectividad, asistencia de los alumnos, actuación comprobada. Los deméritos siguen siendo: sumario, suspensión, amonestaciones y han dejado de serlo hasta cierto punto, las licencias. Lo interesante es que un demérito era la diferencia en la asistencia escolar, entre los alumnos inscriptos y los que asiduamente concurrían .

La definición de méritos para evaluar en los concursos ha dado lugar a polémicas, en 1951 se especifico: serían méritos, haber obtenido el cargo por concurso, publicaciones, premios en Concursos de Pedagogía, el dictado de conferencias de perfeccionamiento, participar de la creación de organismos, tener mínimo número de faltas y licencias en los últimos 5 años, haber sido designado por la Superioridad para eventos y las visitas de inspección.

1963 fue el año de los concursos para todos los cargos docentes en el área de Formación Profesional ó Institutos Normales: direcciones de institutos normales, manualidades, maestro secretario, maestro auxiliar de secretaría, guía vocacional, trabajo social, profesores y todos los cargos administrativos.

Para enseñanza normal hubo concursos convocados por resolución del 20 de septiembre de 1966, pudiéndose presentar: maestros, universitarios, egresados de IPA y profesores competentes. Se exigían: 1 trabajo sobre tema sorteado, 1 disertación de 30 minutos y 2 clases dictadas. En el caso de Inglés y Francés se pedían seis pruebas: metodología en el idioma, traducción español-idioma; traducción al español, redacción, lectura y oralidad y 1 clase. Las direcciones conservaron el derecho de proponer profesores.

Myriam Peña rememora su primer concurso: “después de efectiva rural en Santa Lucía, saque primer puesto en la Escuela Artigas de Montevideo, di el relato de un cuento y elegí –los hijos – de Alfredo Morosoli. –los hijos – eran los muñecos de Anita, la hija. Veníamos a Montevideo con una valija con todas las lecciones, andaba en ómnibus, y son experiencias vividas. Siempre por concurso o por llamado a aspiraciones. Me presenté para maestra de Segundo Grado en la Escuela 1, después directora efectiva en la Escuela 8. Violeta le puso -Guillermo Cuadri- el abuelo de Ruth Cuadri. Llamaron a aspiraciones con Sanguinetti y después a concurso de oposición y meritos, me tocó hacer una visita como directora a la escuela Venezuela. Fui además inspectora de Primaria en Lavalleja, en la época de Magdalena de los Reyes de López Alfonso, pero el cargo de inspección era muy burocrático y no me gustó, renuncié y me fui para mi escuela. No quise destituir a un maestro de Cerro Pelado y renuncié. A la dirección del Instituto llego en agosto de 1985, porque Violeta se jubiló. Yo me jubilé al final como inspectora de Primaria y perdí 25 años como profesora de pedagogía, Psicología, y de Astronomía en el Liceo. En total estuve 46 años en la Enseñanza Pública”.”

Le pregunté a Susana por los concursos y recordó que “concurse en Primaria y quedé por el quinquenio que duraba el derecho. Estuve 1 año en Mariscala. En Minas en la Escuela 8, después en la 1 por llamado de antigüedad y calificación, con la dirección de Nelda Hernández de Tadeo. Me jubilé de primaria y del Instituto en 1990, estuve 30 años. Entré a Secundaria y me quedé 14. Cumplí 50 años de docencia directa. Empecé con 19. En 1981, di las tres pruebas para Filosofía en Enseñanza Media y saque el lugar 7 en la lista nacional. Me ofrecieron la Dirección del Liceo de Solís de parte de la inspectora Agustina Schoeder de Castelli. La primera prueba fue: Ética de Aristóteles y Familia como centro de valores. La segunda prueba fue: Sistema hipotético deductivo en ciencia y Problema de Libertad y Determinismo. La práctica me tocó en el Liceo de Colón: aprendizaje y hábitos.

Glenda Hernández concursó enseguida de su egreso (1960) y recuerda que era un bolillado enviado nacional, se trasmitía el tema por radio el SODRE y eran corregidos en Montevideo. Para la práctica eran 30 lecciones, había que prepararlas todas, el día que correspondía nos encerraban en un salón “oscuro” y salíamos media hora antes de la prueba.

Lys se refirió a los sucesos de su ingreso en la Enseñanza Pública, particularmente en Primaria. “Concursé la segunda vez, en oposición libre y me fue muy bien y en el 68 concursé pero no hubo fallo. Reclamamos y en el 77 se nos notificó una resolución favorable y pasé de la escuela 102 a la 1”

INVESTIGACIÓN Y PUBLICACIONES

Cada 2 años, desde el 26 de junio de 1929 se convocaría un concurso de obras de investigación, estudio y monografías, relacionadas con problemas de Educación, lo que significó para muchos docentes de la época y de Montevideo la oportunidad de presentar sus trabajos casos de Julio Castro, Agustín Ferreiro, Emilio Verdesio, Reina Reyes, consagrados como pedagogos nacionales por la difusión que de sus trabajo se ha realizado. Este aspecto de la política del consejo facilitó las polémicas de nuestro sistema educativo enriquecidas con argumentos teóricos y prácticos. Publicar en nuestro país es una dificultad hasta el día de hoy .



La investigación tuvo un aporte fundamental en el Laboratorio de Pedagogía Experimental a cargo de Sebastián Morey Otero, que realizaba mediciones objetivas del rendimiento escolar por necesidad de investigación sin fines inspectivos sin científicos. El laboratorio de Psicopedagogía Experimental, quedó desde 1933 adscripto al Instituto Normal “J. R. Sánchez” con la dirección de su fundador, Sebastián Morey Otero y con la misión de realizar investigaciones psicopedagógicas, de rendimiento escolar, estimaciones escolares y metodológicas, examinar a los alumnos especiales, dictar cursos para maestros y alumnos normalistas.

En 1944, Emilio Mira y López recibió autorización para que el Laboratorio de Psicopedagoía realizara una investigación con 1.000 alumnos y creara un centro de orientación profesional. Se cumplía de esta forma con las funciones de extensión, esto es de aplicación de novedades y la formulación experimental de las propuestas.

Por resolución del 16 de julio de 1947, se estableció la Cátedra Libre de Pedagogía que funcionaba de marzo a noviembre, los miércoles a las 19,30 y estaba bajo la responsabilidad de una Comisión integrada por tres profesores: Pedagogía, Metodología y Psicopedagogía, 2 miembros designados por el Consejo y otros dos por el Gremio.

Por resolución del 17 de mayo de 1966 se creó el CIE – Centro de Investigaciones científicas en Educación a iniciativa de Luis Causa y Rosalío Pereira para: promover la formación de la conciencia científica en torno al hecho educativo, inspirar, orientar, supervisar la investigación y la experimentación pedagógica dentro del organismo escolar y especialmente con la enseñanza normal y actuar como organismo especializado en el estudio y evaluación de la investigación pedagógica en el ambiente nacional.

A iniciativa de Rosalío Pereira, Eloísa García Etchegoyen y Electicia Vasconcellos se abrió la opción de publicaciones a través de la editorial Biblioteca del Maestro a la que podrían presentar trabajos los profesores de IMS, de Enseñanza Normal, maestros, el CIE, profesores y escritores nacionales, profesores efectivos e interinos, inspectores, directores de secciones y servicios y maestros.

LA ESCUELA

Tempranamente se diversificó con el objetivo de lograr la universalización de la educación, como reflejo de las iniciativas de maestros becados a Europa y de la aplicación de metodologías actualizadas.

Por otra parte el sistema se expandió social y territorialmente. Este objetivo de política educativa significó llevar la educación publica a todas las clases sociales y a todos los rincones del país.

Por Ley de 17 de septiembre de 1919 se crearon 150 ayudantías de Primer Grado, 50 para Capital y 100 para Interior. En el presupuesto del presidente Alfredo Baldomir encontramos otra expansión con 520 cargos de ayudantes y 90 direcciones de primer grado. El asunto era particularmente complejo en cuanto a integración de género a nivel del magisterio y a nivel de docentes – alumnos; aparte de la integración de clases sociales.

El maestro Homero Guadalupe rememora: “en la época de Terra no hubo concursos, hasta el 63 que concursé. Había nombramientos a dedo, de colorados y batllistas. El sueldo era de 73 pesos y lo bajaron a 61 para crear cargos, me tocó ir a Zapicán y a Batlle... Otra de los asuntos de la época era el de los sexos, en las escuelas rurales, si el maestro era hombre, los padres no mandaban a los niños.”

María Esther Vera reflexiona “yo era de Montevideo, y fui a Polanco, en el 44, tuve que aprender a hablar como los niños para que me entendieran”

Olga Quintela respondió: “para una mujer era difícil abrirse camino, fui buena maestra, me hice querer con los chiquilines, los trataba con cariño. Recién recibida en 1943, en la escuela 5, estaba como directora Milca Gambardella de Cuadrado. Me dice – mire Olga, hay un chico muy nervioso, que vive más en mi escritorio, porque lo tienen que echar, le hace cualquier cosa a la maestra. – Bueno. Yo me presenté, les dije voy a ser su maestra, que nos íbamos a llevar muy bien y le dije al chico: -tu te vas a sentar conmigo en el escritorio, ...y empezó a quererme, a la hora del recreo, el no jugaba, se quedaba al lado mio. Y con el padre se terminaron los líos. Cuando me casé, estaba a la salida de la iglesia y me saludaba – mi señorita-”. Opina, que la afectividad es fundamental en la relación: “para mi un maestro tiene que saber llegar a los niños, para enseñarles algo, hay que hablarles, explicarles, para que entiendan lo que dices. Se llega más con cariño que con severidad. Lo que ayuda a los niños a querer la escuela es tener una maestra buena que los trate bien, tiene mucha importancia la cara de la maestra, más si es joven. Fui suplente de una maestra muy seria. Me hice querer, me doy cuenta, hoy vienen a mi casa a darme un beso, cuando vienen a la barraca preguntan por la maestra. En este momento me da satisfacción”

Chiquita Ordás reflexiona sobre la Escuela y la Educación “Hay alumnos que uno no los olvida nunca, me inclino a los varones, son más abiertos y sinceros, las niñas son más escondedoras. No se que decir del magisterio, veo floja la formación, me da esa impresión, la parte pedagógica, no tienen tanto amor, me parece que van porque no hay otra cosa. La educación era sólida, mi padre redactaba sin faltas, los padres y abuelos tenían una educación sólida, ahora está líquida. MI marido fue a una escuela rural, tenía cultura general, trabajaba en una escribanía, no tenía faltas, escribía precioso. En el –machaque- es donde se encuentran las cosas”

A la pregunta sobre el magisterio y el género, respondió en estos términos: “me parece, he visto, excelentes maestros hombres, puede ser más femenina por ser más maternal. Fue muy bueno poder estudiar, mi hermana era muy vocacional, igual iba a la escuela con fiebre, ella fue a Lascano. Ganaba 60 pesos, poníamos en la mesa esa cifra como motivo para estudiar. Era la época del marido de maestra, era plata, en campaña iban los maridos. El magisterio dio a la mujer un campo profesional y empezó a salir.”

Helvecia me contestó acerca de la misma pregunta de porque magisterio era un profesión con predominio femenino: “antes lo veían mal, que un hombre fuera maestro, no sé, era medio degradante parece, ser maestro”.

Respecto de si era una opción, si consideraba que era un trabajo femenino y había por tanto un sesgo de género, Glenda Hernández respondió “era una opción, estudié porque me gustaba y para los que eran humildes y los que no. Era poca la gente que iba a estudiar a Montevideo. En ese momento los roles femeninos y masculinos, no era común que los hombres estudiaran magisterio. En 36 había solo dos varones: Beltán Ximenez y Oscar Granja. Alguna dificultad vino del límite de estatura, los defectos físicos, una compañera que quedó embarazada soltera hubo una inspectora que quería que dejara la carrera. Los hombres son excelentes docentes, se ajustan y dan otro matiz. La mujer parece que es más para el magisterio que parece que no es para varones”.

Respecto de que incide más en la educación y contestó: “es la preparación del maestro y el apoyo familiar para el buen rendimiento del niño, el niño estimulado al entrar a la escuela ya lleva adelanto, está pronto para la educación formal, es el nexo en esa época que había mucho apoyo familiar. Antes el maestro era asistente social, informaba, la escuela rural y urbana era centro cultural y social, había comunicación, tiempo. El maestro iba a visitar los hogares y que requisitos iba a necesitar de apoyo. Esa comunicación fundamental se ha perdido, el conocer el hogar y la familia. La Psicología y las capacidades diferentes ni existían, teníamos de todo en las clases, el inspector insistía que el maestro pusiera al niño con problemas adelante, no al fondo del salón, el maestro debía atenderlo. No había equipos multidisciplinarios, había retroalimentación, “machaque”. Cuando tenía un sexto no se culpaba a otro maestro, se repasaba desde donde se necesitaba. No estoy de acuerdo en que pase sin aprender, se exigía si no no pasaba”.

Le pregunté a Maria Olmedo por que era un trabajo femenino y si era una opción, me contestó: “por vocación y por trabajo por las dos cosas. Porque femenino, quizás esté relacionado con el sueldo, nunca fue un sueldo bueno, un hombre no mantiene el hogar”. Maria, ocupó todos los cargos en Primaria, desde maestra rural a inspectora de zona y hablando de que es lo que más incide en la enseñanza y el aprendizaje, se tomó su tiempo para contestar y me dijo: “son varias cosas, vamos a empezar por los programas, los libros con que se pueden manejar, como están hechos, la tecnología y la formación de los docentes. He pasado con mis nietos las distintas etapas de la enseñanza. Pero, estos libros ayudan al que tiene el conocimiento, no permiten adquirir el conocimiento”.

Siguiendo el tema decía. “la globalización, la forma en que se vive, los cambios que ha habido en la sociedad y la prisa, han cambiado la formación del maestro. El tiempo que se dedicaba a la enseñanza por parte del docente, el alumno de entonces, lo más importante, se dedicaba a aprender, a sus estudios, ahora tienen muchas cosas, la enseñanza es algo secundario, se abarca demasiado”.

Lys Prieto rememora: “me casé antes de recibirme y busque escuela lejos pero con ómnibus. No fue difícil porque no tenía hijos, me ayudaba la familia. Papá me llevó una vaca con ternero cuando estaba sola en una escuela rural. Fue a caballo. Era la Escuela 54, en la Cuchilla Grande. Mi propósito fue no hacer dedo, me quedaba si no me podía ir a buscar mi marido. Los camioneros y los choferes se burlaban de las maestras, porque haciendo dedo viajas con cualquier y después se burlaban, eso dolía” Sobre el asunto de porque era una profesión femenina, no tuvo dudas y afirmó: “puede haber tanto hombres como mujeres, no es de hombres porque los salarios son bajos”. Lo fundamental en un maestro es “comprender el intelecto de los alumnos y además la enseñanza, no son todos iguales, cada uno va paso a paso. La enseñanza tiene que ir paso a paso, no puede aburrirse con un tema” Le pregunté sobre que incide más en el proceso de enseñanza y contestó: “El alumno no está maduro para el pasaje de Primaria a Secundaria, los programas no están adecuados, ni los modos, ni los profesores, ni entre Primaria y Secundaria, ni de primer ciclo a segundo ciclo. Son saltos y no todos los alumnos lo logran”.

Myriam Peña considera que el sesgo de género se debe a: “en una época, por lo que se ganaba y los hombres preferían otros oficios, era un complemento del hogar, enriquece a una escuela tener maestros y maestras, equilibra. Los hombres son más concretos frente a los problemas” Evalúa los cambios en la formación de los maestros en este aspecto:”los niños de ahora han cambiado, no hay niñez, tienen otra cosa, viven muy solos, sin padres, el maestro tiene que contener, poner límites, hablar claro y entienden lo que quieres, de la actitud depende el trabajo, de ser ético, justo, sino reaccionan a la injusticia, oírlos y poner límites”.

Mariela Saravia es maestra y está casada con un maestro, a la pregunta sobre el sesgo de género ó a la feminización predominante en el magisterio me responde: “creo que durante mucho tiempo se consideró que la educación era función de la madre, el relacionamiento con los niños estaba en la mujer, por sensibilidad, eso ha cambiado con el tiempo. No se concebía que un hombre se especializara en preescolares. Y, el tema económico, el sueldo a un varón no le es suficiente y se consideró que la mujer podía complementar las entradas del hogar siendo maestra”. En sus 30 años de ejercicio en el área de Formación Docente en el doble rol de docente y directora de instituto y reflexionando sobre el perfil de la formación y los requisitos para el ejercicio de la docencia destacó: “es un todo, no me atrevo a dar más incidencia a la teoría, la práctica ó los conocimientos. La práctica es ciencia, arte, técnica, emoción, no puede concebirse sin teoría, sin una base teórica, psicológica y social que la sustente y la Teoría desde una mirada informativa cultural muestra sus frutos cuando se aplica y en el caso de la docencia, la cultura general del docente, porque sus alumnos son seres humanos diversos y necesitados de ese sustento que se lo da solo el docente. Es un trípode en el cual puede haber preponderancias coyunturales de cada uno de sus apoyos”.

Juan Astor, considera que lo prioritario en el maestro es “compromiso, dedicación, y sobre todo ética, estamos educando al niño, no es de cualquier manera, formamos a otro, con un influjo favorable a la integralidad. Respecto del sesgo de género me dice: “en Minas en general es femenino, en Cerro Largo hay más hombres, en Melo que es grande, siempre hubo varones, te digo que dicté clases hasta 2004. Sobre la opción magisterio me contesta: “no elige porque tiene que gustar mucho, el decir que la maestra es la segunda madre, es porque lo más tierno son los niños, de pronto por los bajos sueldos, pero a mi me permitió vivir dignamente, volvería a ser maestro”.

Susana fue durante 30 años profesora en el Instituto Normal en las materias de Filosofía y Psicología, refiriéndose al perfil del maestro destaca: “la dotación intelectual y el equilibrio, sin problemas de integración, aislamiento, que no se enoje con los alumnos, necesita autocontrol, hay que controlar lo que se dice, lo que se hace, “el alumno es sagrado”, hay que tener temple, es una profesión preciosísima y desgastante”.

Nelda Hernández de Taddeo reflexiona: “ser mujer era difícil y del maestro había otro concepto, se respetaba mucho antes al maestro. Entrar a hablar era difícil, hablar del cuerpo eso no. En la escuela 1, los niños de Tercero querían saber y aconsejé a las madres, que en Canal 5, iban a pasar un parto, viera que escándalo armaron; ellas no sabían trasmitirle ni como enseñarles”

Continúa su reflexión es estos conceptos: “en escuela rural estaba sola. En la clase pienso que la relación maestro familia tiene que ser intensa, tiene que haber correspondencia, el niño se alegra, en la escuela rural sobre todo si va de visita. Y hay que establecer límites. Va en la modalidad. Tiene que ser muy afectivo, brindar cariño, es rebelde por eso, le falta cariño y el maestro debe acercarse a través de la familia, para revelar las incógnitas que se imagina”. A la pregunta de porque es una profesión femenina responde: “la mujer es madre, está muy cerca del niño, ser madre mucho más antes es total la dedicación, ahora es compartida, más efectiva. Al niño hay que buscarlo. Si un niño se trabaja por ese lado, es malo porque le falta cariño, el amor es fundamental en todo en la vida, participar con ellos. Lograba mucho más de los rebeldes a cariño que imponiéndome a fuerza de penitencias. Las maestras me mandaban niños a la Dirección, y les decía, vamos a conversar: ¿cómo es la maestra de buena? Yo les permitía el tu, si estaba la maestra, usted, y les decía –la maestra estaba muy nerviosa- ” .

Silvia Riera gestiona actualmente el IFD y respecto del perfil social: “ahora ingresa todo el que quiere salida laboral rápida, hay déficit cultural, pero se nota en todas las carreras. La gente que viene acá tiene problemas de ortografía, sintaxis, coherencia, no se corrigen, así se escribe, así se habla y es una complicación para los docentes”

Respecto del sesgo de género que se nota en todos los grupos de nuestro instituto y es admitida como generalidad la “feminización” de la formación docente, responde: “es natural, de tradición en el hecho es una salida laboral que se puede hacer en Minas, creen que es fácil, después se ven los resultados en los exámenes, es un empleo seguro, es un imaginario que sea para mujeres”.

LAS ESPECIALIZACIONES
Y EL IMS

En este aspecto se crearon sin ánimo discriminatorio sino de dar educación a cada uno dentro de sus posibilidades y contextos, las clases diferenciales, que estuvieron formadas por repetidores sin causa justificada y con alumnos mayores de siete años que ingresaban a primero y que revelaban notoria incapacidad para seguir una clase normal. El otro aspecto fue la inclusión de los jardines de infantes y las escuelas para adultos.

Por su parte las escuelas auxiliares se formaron para atender niños anormales psíquicos verdaderos (débiles mentales, inestables, mixtos) eliminados de las escuelas comunes por presentar anomalías mentales que imposibilitaban su permanencia junto a niños normales. Previamente el alumno era examinado por una comisión integrada por el médico, el Director y el maestro de clase.

Estas escuelas tendrían un programa especial con gimnasia, música, canto, ortofonía, enseñanza profesional en laboratorios o talleres para el aprendizaje de un oficio que les serviría a la salida de la escuela como medio de vida.

Para estas escuelas se dictaría una capacitación teórico práctica de 1 año con los maestros que integraran su personal y un equipo medico.

En 1937 se reavivó la polémica acerca de las “escuelas auxiliares” para niños anormales considerándose que “sin un plan racional, sin estudios profundos, sin asistencia médica vigilante y permanente, la escuela común, solo sirve de lugar de alivio para esos hogares en que el niño de facultades alteradas, innatas o enfermos psíquicos, libera a aquellos de las molestias que ocasionan los anormales... además habría que preguntarse si la escuela común llena ampliamente su misión tomando a sus cargo seres patológicos”.

Si aplicamos dicha idea a nuestros días, cualquier maestro que tenga un grupo de 35 o cuarenta niños manifestará las dificultades para atenderlos a todos y a cada uno en sus dificultades; y mayores dificultades para atender y asistir en forma personalizada y con la metodología requerida a los alumnos con algún problema de aprendizaje cualquiera sea su causal. Es uno de los argumentos que se esgrimen contra la inclusión a favor de clases y escuelas especializadas. ¿No es hora de que se descentralice la formación para dificultades de aprendizaje?.

En 1947 se crearon a instancias de consejero Enrique José Mochó, los cargos de maestros especialistas que tendrían por cometido: orientar la enseñanza de la disciplina en que se han especializado: Lectura, Aritmética, Lenguaje, Pintura, Danza, Gimnasia Rítmica, Dramatización, Historia Natural e Higiene. Fundamentó sus dichos en que “la función del maestro se hace cada día más compleja pues ya no basta enseñar a leer, escribir y contar.. a ello se agrega la imposibilidad de abarcar el contenido de las ciencias pedagógicas, cuyo desarrollo se ha producido en forma notable debido principalmente a los trabajos que se realizan en el laboratorio de psicopedagogía...el maestro especialista deberá orientar la enseñanza de la especialidad en 10 escuelas, indicando normas, métodos, planes, procedimientos, ...”

A partir de 1948 y por Ley se exigió que todos los cargos de profesores especiales de cursos para adultos del país, vespertinos y nocturnos, dependientes del Consejo de Primaria solo serían desempeñados por maestros de enseñanza primaria con la especialización requerida o por profesores que posean títulos otorgados oficialmente por instituciones del Estado – UTU - que los habiliten para ejercer esta docencia especial. Se fijaron como requisitos para la efectividad: ser maestro de enseñanza primaria o profesor egresado de UTU, con dos años de actuación y calificación de MB en los tres años de actuación. Los cursos para adultos incluían: Comercio, Dactilografía, Corte y Confección y Labores Femeninas, Arte dramático, Inglés, Taquigrafía, Contabilidad (desde 1951). Los egresados de tercero podrían ingresar al Liceo sin examen de ingreso.

En 1955, se aprobaron tres cursos de especialización: Jardines, Niños especiales y Escuelas Rurales.

JARDINES DE INFANTES

La Especialización en Clases Jardinera fue objeto de un diseño específico desde 1950. Sería un curso de especialización, que daría preferencia a los aspirantes que ejecutaran algún instrumento musical y sería curso complementario para los maestros que ya ejercieran en clase jardinera. “La obtención del título de maestro requiere, desde luego, la posesión de condiciones determinadas y de preparación adecuada, ...el titulado debe reunir condiciones de sexo, edad, simpatía, frescura espiritual... las nuevas investigaciones psico y paidológicas nos indican la atribución de un valor de prioridad fundamental al período de vida que va de los 2 a los 5 años”:

Las exigencias para el curso eran: título, hasta 25 años de edad, aptitudes musical y narrativa. Duración 1 año. Las asignaturas eran: Psicología infantil, Pedagogía, Manualidades, Biología e Higiene, Gimnasia, Música, Metodología y Práctica docente (un trimestre en jardín, otro en jardinera de escuela común y otro de crítica).

Para Preescolares el curso se integraba con las siguientes asignaturas: Biología e Higiene, Psicología 1, Psicología 2 –práctica; Pedagogía e Investigación, Metodología, Expresión por el Lenguaje, el Ritmo y la Plástica.

Se entregaba un certificado de Capacitación después de la presentación de 1 tesis de investigación e informe escrito de los profesores. Era propósito expreso: “destacamos muy especialmente no tener nerviosismos y si una seguridad interior que le permita tener con los niños relaciones fáciles, objetivas y naturales, sentido del humor, sociabilidad, comprensión del lenguaje del niño, aptitud para animar y organizar la clase de modo que los niños puedan encontrar en ellos actividades que le satisfagan”.

EL IMS

El Instituto Magisterial Superior surgió con pretensiones de Universidad ó de equipararse y atendió la formación de los maestros para Segundo Grado, Direcciones, Inspecciones, Especializaciones. Su ingreso fue selectivo mediante concurso de becas. El Interior disponía de: 2 becas por año y por departamento, con las siguientes condiciones: maestro de escuela urbana ó rural, director de escuela rural, menos de 10 años de trabajo, efectividad en el cargo de 2 años, sin licencias mayores de 60 días en 2 años, calificación de 8 en el trienio. Se exigía: respetar el límite de faltas de 8 injustificadas y 12 justificadas para las asignaturas con 2 horas semanales y de 16 y 20 faltas para las asignaturas de 4 horas semanales; rendir las asignaturas básicas del plan elegido y la mitad de las asignaturas obligatorias.

El IMS tenía como propósito el perfeccionamiento de aspirantes a fin de: actualizar las técnicas de trabajo en concordancia con las directivas pedagógicas modernas, adquirir técnicas de coordinación, obtener experiencia, analizar los métodos para conocimiento sociocultural del medio, formar un cuerpo inspectivo a la vanguardia pedagógica, perfeccionar los principios y técnicas de inspección escolar, evaluar el rendimiento escolar, preparar la estadística educacional y la planificación, realizar la dirección del aprendizaje y la didáctica especializada, perfeccionar la administración y legislación escolar y encarar los problemas de actualidad pedagógica.

Así es que se estructuraron varias modalidades:

Ø Cursos de verano se realizarían del 26 de diciembre al 15 de marzo de 1964, el aspirante recibiría licencia, viático y alojamiento y debería cumplir el 90 % de la asistencia.
Ø Curso intensivo de capacitación para Inspectores de Enseñanza Especial que contaba en su currículum: planeamiento, investigación y estadística, función inspectiva, pedagogía, didáctica, Psicología de atípicos y administración y legislación.
Ø Curso de profesores agregados en Ciencias de la Educación, de 2 años. Los aspirantes deberían ser maestros de segundo grado, con calificación en Ciencias de la Educación y méritos que serían apreciados por una Comisión de 5 miembros. El primer año dictaría 1 clase mensual y en el segundo semestre presentaría un trabajo personal de estudio; en el segundo año, un trabajo de investigación pedagógica y una tesis con plazo de 6 meses, para un examen publico oral. El curso de agregaturas se abrió para: Psicología de la Educación, Psicología del Niño, Pedagogía e Introducción a la Pedagogía, Historia de la Educación, Filosofía y Didáctica.
Ø Curso de capacitación para Directores, 2ª. Etapa del plan de perfeccionamiento. Los requisitos de ingreso serían: directores efectivos de 2º. Grado y de Práctica, haber aprobado la primera parte, efectivos con 3 años. Los cursos ordinarios duraban de abril a octubre y los extraordinarios solo el verano. El curso propuso una nueva modalidad de trabajo coordinado para las cuatro áreas de formación Dirección del aprendizaje, Investigación, Sociología y Administración (administración, organización y relaciones humanas) con 1 mes de práctica en escuela y usufructo de licencia.

Tendría cuatro períodos de exámenes: julio, septiembre, diciembre, febrero y mayo y presentaría respectivamente los siguientes trabajos: planificación con fundamentación, informe y defensa oral, investigación y defensa oral y proyecto de resolución y defensa oral. La escala de calificaciones era de 5: no aprobado, aprobado, bueno, muy bueno y sobresaliente.

Ø En 1966 se agregaron cursos de verano para maestros de niños con problemas de aprendizaje originados en el desenvolvimiento psíquico o en el comportamiento y para sordomudos y ortofonistas.
Ø El plan de perfeccionamiento de maestros “1962” estructurado de la siguiente manera: El Plan de Perfeccionamiento tenía como propósitos: estimular la superación cultural, encarar con sentido integral las situaciones educativas y extender en 1 año las actividades. El maestro debería conocer: las técnicas pedagógicas, la teoría educativa, la evaluación y administración y las técnicas de investigación .

Primera etapa: 2 años – énfasis en Ciencias (combinaba Matemática, Física, Química y Biología, según la opción del aspirante), Ciencias de la Educación y Humanidades (combinaba Historia, Literatura, Filosofía, Arte y Música), a cada énfasis se le agregaban 2 cursos optativos de Ciencias y de Ciencias Sociales. Las combinaciones son conocidas como Planes A, B, C.

La Segunda etapa correspondía a Maestro Director de Segundo Grado y la Tercera a Maestro Inspector.

La Tercera etapa correspondió a Inspectores, sería un curso anual enfatizando: Administración, Supervisión, Educación comparada, Evaluación e Investigación. Se establecieron las siguientes condiciones: aprobación de la 2ª etapa, director efectivo con 2 años de actuación, seleccionado por una Comisión, cupo de 25 becas y obligaciones de: exclusividad, cumplir tareas, aprovechamiento satisfactorio, trabajar 2 años y sanción de devolver beneficios.

Ø En 1969 el curso de especialización en dificultades del aprendizaje por desenvolvimiento físico duraría 2 años y se estructuraba sobre el siguiente currículum: 1º. Patología del lenguaje, Diagnóstico Pedagógico, Didáctica y habilitación ocupacional. Psicología especial. 2º. Dificultades específicas (dislexia, disgrafía, disortografía, discalculia) Preparación de material didáctico. Práctica docente. Psicología del Aprendizaje. Ejercicio perceptivos y sensorio motrices. Utilización de recursos de la Comunidad.

Myriam Peña es maestra de Segundo Grado y resume su carrera en los siguientes términos:”entrábamos a quinto, era Instituto Normal, solo se recibían maestros de primer grado. Fui maestra rural, directora rural , primero en Santa Lucía, frente al campo de Aviación y después en El Soldado. Di concurso de directores rurales. Me recibí de Segundo Grado con 28 materias, libre, iba a dar los exámenes a Montevideo, terminé en el 59. Tenía una letra espantosa y me dieron una beca para hacer Caligrafía, era un sexto con 60 muchachos en un rincón de Montevideo. Y de noche debía asistir a Caligrafía, pero ninguna profesora daba a la hora que podía ir, así que también di libre. Me salía bien pero mi letra no cambió”

En el interior los maestros eran de Primer Grado. Le pregunté a Maria Olmedo que especialidad había hecho y me contó que: “hice la primera etapa del IMS, para maestro de Segundo Grado, se hacía reglamentado, me quedaba en Montevideo de Lunes a Sábado. Hice después la segunda etapa, para Directores, de Segundo Grado, estuve un año y otro viajé. En la primera etapa me presenté a beca y no trabajaba. En el segundo año, viaje y el otro de práctica de adscripción, no trabajé, lo hice en la escuela 102. Fueron 3 años afuera sin trabajar”. Pregunté como se conciliaba el tiempo de trabajo, de estudio y de familia, reflexiona y responde:” creo que haciendo un balance, me equivoqué en el tiempo de trabajo, muy poco tiempo con la familia. Cuando me vine, trabaje escuela y liceo, estaba fuera de casa y después me fui como inspectora a Cerro Largo, me equivoque dos veces”.

Nelda Hernández afirma: “mis cargos fueron logrados por concurso, trabaje en cursos de adultos, pero eran rebeldes, se cerraban, les hablaba mucho. Yo no les firmaba el carné de asignaciones. Había padres que se la gastaban en el boliche. Hubo que resistir mucho, los niños sufren, hay que dar cariño a los hijos no es solo lo material”. Continua su relato: “concursé tres veces en Montevideo, para escuela de práctica era escrito y para curso de adultos, trabaje 16 años y no me jubilé porque salió una Ley, para direcciones rurales y urbanas. Estuve 24 años como directora de la escuela 1. Fui directora de mi maestra Enarolina De Brun Carabajal de Tais, mi secretario fue el maestro Eduardo Ortega Ferrer, después director del Liceo Departamental. En los concursos sorteaban el tema, estábamos solas en la habitación esperando. Se preparaba en media hora y se daba. En escuela de práctica se escuchaba y se hacía la crítica”.

Mariela se refiere al IMS: “empezó en el 61, en aquel momento fue el instituto de formación de postgrado, cursos de preescolares, discapacitados intelectuales, auditivos, visuales, cursos de directores, de inspectores, desparece en 1973. Había empezado el Plan A de Ciencias Naturales y fui un día y lo encontré cerrado”.

Fausta Clavijo resume su currículum: “maestra de primer grado, primera, segunda y tercera etapa del IMS, perfeccionamiento Plan A, curso de directores 2 años y 1 de práctica, curso de inspectores semipresencial, 2 años y curso de gestión, 2 años. El IMS se vio muy poco reflejado en educación común, aunque se nota su desaparición, si se vio reflejado en inicial y en recuperación, que eran cursos de 2 años. El IMS se terminó en 1973, se cortó y vinieron los cursillos de 3 meses. Lo de maestro de Segundo Grado se había terminado. Egresamos como maestros de Primer Grado, en el primer instituto libre, en la Escuela 8, se oficializó en septiembre de 1961”

El maestro Juan Astor rememora su carrera docente: “egreso en 1965, empiezo como maestro de clase, maestro director rural, maestro común y la efectividad como director me permitía un sueldo un poco mejor. Me efectivizo como director rural y me especializo como maestro rural. Éramos 24 becarios en el Instituto Normal Rural, de la ruta 7 en Canelones, atendimos todo lo que se refería a agricultura, área rural, producción, era el año 1967”. Continúa su relato acerca de las oportunidades de formación de un maestro en aquella época: “en el IMS me anoto para la primera etapa, lo dejé porque se revalidaba. Todo era a costo de los maestros. En la Segunda Etapa de dos años hago el curso de directores, en el último examen nos agarró la huelga grande. Concurso como maestro director de primer grado para Escuela 17 de Estación Solís. Al instituto le debo todo, me permitió seguir, me abrió puertas, lo que aprendí me sirvió. La normativa me permitía elegir interinamente en Minas y pronto me fui a direcciones, 1968-1970, de maestro de clase a director. Se suspendió todo.”

Resumiendo la carrera del maestro Juan Astor en al Enseñanza Pública podemos agregar: “en 1987, concurso para maestro de segundo grado, saco el segundo lugar nacional y elijo efectividad en la escuela 8. En 1988, llaman a cursos de inspectores y entré como inspector de Zona. En 1986, ya ocupaba el cargo interino. En 1989, llaman a concurso para inspector de Zona y por un capricho no lo di. En 1992, llaman a concurso nacional para inspector de zona y radico mi efectividad en Pando por 3 años. En 1995, llaman a concurso de inspector departamental para 8 vacantes, entre 50 aspirantes, fui el número 2, elegi Cerro Largo, donde terminé mi carrera”. En 1997, fui inspector regional, con sede en Montevideo, 1 año, cubría los departamentos de Soriano, San Jose´, Colonia, Tacuarembó y Florida. Todo eso me lo permitió la carrera. Hice una beca en Chile de 2 meses en 1970 y en 2000, por el Ministerio de Cultura y Deporte de España, otros 2 meses y un curso de 6 meses en el Servicio Civil, de Administración y Organización, dediqué 40 años, de ellos 17 en Formación Docente”.
EL APORTE DEL MAGISTERIO
A SECUNDARIA Y UTU.

Muchos maestros trabajaron en otros de los subsistemas: en Secundaria, en UTU. Cuantas veces he oído las calificaciones negativas hacia el magisterio, desconociendo el aporte al desarrollo de los Liceos.

Olga Quintela fue directora del Liceo de Solís cuando todavía no había sido oficializado. Gloria Barrera de Castillo vino a verme y acepté. Con la Apal conseguimos el actual edificio. Fuimos a hablar con Pivel Devoto que era ministro, di clases en los años 61 y 62, de Historia. Me gustaba la escuela urbana, pero como vivía en campaña era lo mismo viajar para Solís que desde Solís”.. En estos términos sintetiza su aporte a la comunidad.

Chiquita Ordás fue profesora de Idioma Español en el Liceo. “ Ingresé al Liceo cuando los chiquilines estaban criados, empecé en el Huerto, después en el Fabini. Agregué años a la jubilación de madre y mejoré”.

Lys Prieto da su versión: “fui maestra común por concurso, estuve 2 o 3 años en rural y no me gustó. En 1963 empecé como profesora de Historia en el Colegio del Huerto y en 1968, don Victor González y González fue a buscar a la profesora de Tercero, porque tenía a todos sus profesores presos: Amaranto Muñiz, Collazo. Don Victor visitaba el Huerto, era una persona excelente” Comenta: “Secundaria siempre miró mal a Primaria porque los profesores piensan que los maestros no enseñamos, los profesores no se dan cuenta que la falla está en Secundaria”.

Sonia Tellechea me resume su carrera docente “en los concursos había que armar los temas y preparar entre los conocidos del grupo. Ingresé por méritos a UTU, en la época del Elbio Rivero, me había anotado para Idioma Español, en la inscripción hice una segunda opción para Matemática y me quedé 24 años. Hice cursos de especialización, seminarios y congresos, por UTU y por Primaria. En Primaria estuve 37 años, como maestra común, maestra rural, directora, directora de escuela urbana, subdirectora de escuela de práctica, tiempo completo, áreas integradas, contexto crítico y aprobé el curso de directores del IMS y de Educación Inicial”.

Los maestros que han desarrollado sus carreras docentes en Secundaria o UTU integrarían una lista amplia, de los que mencionaremos a: Edmundo Ayala, Gustavo Cabrera, Rolando Méndez, Sonia Corrales, Julieta Di Lorenzo, Pocha Mateus, Norma Carreño, Cholita Estol, Susana Somma, Susana Delgado, Stella y Lucy Perry , Liliana Riccetto, Liliana Paz , Mary Casas, Niesvesca Martínez , María Lapitz, Teresita Lapitz, Lila Gómez, , Iveth Bueno, Alex Gonzalez, Beatriz Bernales, Beatriz Echavarría, Mariela Ortega, Marta Esnal, Alelí Cantera, Raquel Almandos, Walter Correa, Elena Cardona, Aniceto Vilche, Amparo Gómez, Teresita Cawen, Margarita Malo , Nelly Irigoin, Oribe Pereira,... y entre los que se han ido ya: Eduardo Ortega, Beltrán Ximenez, Beba Curbelo de Maldonado, Esnilda Fernández de Deubaldo, Aracé Uribarri... entre muchos.

En Liceos del interior: Nelson García, Marys Pintos, Marina Bustamante, Lila Gómez, Rita Recalde, Anita Gimenez.

En UTU: Maria Melgar, Martha Aldabadle, Mirtha Rodríguez, Sonia Parada, Rosario Mancuello, Estela Romay, Julio Pereira.

LA ESCUELA RURAL

La Escuela rural, por lo general unidocente, es la prueba de la formación docente. La Formación del docente atendía la opción de formar para sobrevivir en el medio rural: Manualidades, Agronomía, Canto...

Homero Guadalupe cuenta su experiencia: “mi primera escuela fue la 50 de la Plata, iba en el ómnibus hasta la Fuente de Salus, me ponía las botas y entraba a cortar campo. Había rocío, barro y víboras. Llegaba a la casa de Aviega que tenía canteras, en ese tiempo había como 10 canteras. Tomaba mate. A veces cuando el tren llegaba hasta las canteras, me subía en la locomotora y me bajaba en la ruta 8. En esa época no estaba el ANCAP... Para ir a Zapicán, salía en la ONDA, había muy pocos ómnibus, salía a las 5 de la mañana, llegaba a Varela, llevaba la comida, me quedaba debajo del puente a esperar con maleta y todo, el tren que pasaba en la tarde por Estación Corrales, como no tenía plata para taxi, caminaba. En Zapicán y en Batlle había que buscar pensiones, piezas compartidas, siempre tuve suerte, me tocaron muchachos que estudiaban”.

Maria Esther Vera rememora los comienzos de su carrera en 1944, “hice un curso de especialización rural, las demás concursaron y a nosotros, 5 o 6 nada más nos íbamos a escuelas rurales en malas condiciones. Llegué a Polanco con mi padre que estuvo mes y medio y arregló todo lo que pudo. Era un pueblo de ratas. Estaba el comercio de Carlos Jaso, las estancias de Garín,de Castillo, Carreras y lo demás era rancherío. Visité cada uno. En un ranchito me recibió una muchacha y vi contra la pared una tabla con hojas, me llamó la atención hasta que me di cuenta que era la cama, allí se metía con sus hijos. Lloré y sufrí mucho, no podía resistir aquel sufrimiento. Una profesora del Normal me ayudó mucho. Tenía 80 niños en las cuatro clases. El inspector me dijo – no se deje pasar por arriba, usted es la que manda – Carlos Jaso me ayudaba mucho. Terminé con las fiestas por invitación, dije que la escuela era de todos, porque la comisión protestó de que había dejado entrar a una muchacha pobre. Todos se portaron muy bien. Me impuse. Me importó un pito lo que dijeran, hasta me inspire en Tita Merello y les cantaba a todo pulmón –se dice de mi- cuando barría la escuela ó arreglaba la quinta. A los niños les enseñaba canciones, me enseñaron a solfear. La escuela tenía vitrola ningún disco servía pero los ponía igual. Estuve 12 años, en el 55, vine a la 75 de Solís, en el año de la polio. La Misión de la Escuela se cumplió. Tenía agua de poxo, cocina a leña, luz de velas, farol a kerosene, pulgas, piojos, ratones. El único remedio era lavarse con kerosene y una vecina me sacaba las liendres, en Polanco me casé con Coccaro, que tenía canteras”.

La Olga Quintela, egresada en 1940, narra “para ir a la escuela 75, iba a pie, 1 kilómetro dela carretera, iba de mi casa en campaña, después iba en ómnibus, me bajaba en la casa de mis suegros y cruzaba el campo... en la primera que di clase fue en la 5, de Solís, estuve en la 31, la 75, en la 38 y en Aguas Blancas. Tono no quería, tenía los chicos, hacía suplencias. Jorge nació acá en Solís. Pero donde di más clases fue en la 5, de Solís... me jubilé como maestra madre”.

Chiquita Ordás narra su carrera docente. “trabajé en una escuela particular de una mujer muy rica, sobre la ruta 8, 3 kilómetros hacia adentro, era la esposa del dueño de la tienda Castillo, que mantenía una escuela y a veces encontré una media res en medio del salón. Estuve en José Pedro Varela, elegí efectividad. Después a Mariscala, a la 102 y me jubile por Ley madre, con mucha pena, éramos la directora Violeta Trías y yo. Era una escuela muy pobre, con bancos largos, en una casita”. Las anécdotas se suceden: “en la rural estuve en la 31, íbamos a caballo, la directora era Nibia Larrosa, entrábamos al campo, cruzábamos el arroyo, en Julio, empezó a llover, cuando quisimos acordar no pudimos cruzar, nos quedamos en la escuela, sin comida, un muchacho nos llevó boniatos cocidos. Llegamos a Aguas Blancas, nos quedamos otra noche en el establecimiento de Domingo Basso, al tercer día nos pasaron en el tractor, pudimos venir a la carretera, tomar Corporación y venir a Minas” “En la escuela 28, kilómetro 102 de la ruta 8, entraba en bicicleta ó a caballo, le hacía la suplencia a Blanca Bertollotti. La bicicleta quedaba en el almacén de Acciari, el caballo era de la maestra efectiva. Eran todos Calcerrada, de primer o de segundo apellido, todos muy bien, estaba sola”.

Helvecia comenta su experiencia rural: “ era una escuela rural de 40 alumnos, en Villa Serrana, una pobreza enorme, padres que trabajaban en las caleras, otros peones en la zona. Villa Serrana estaba en su apogeo, la Compañía Administrativa tenía mucho dinero, apoyaba a la escuela y prestaba un chalet. Las víboras pululaban, era una zona rocosa aunque no tuve sustos grandes. La compañía tenía un auto que iba a la carretera, iba en ONDA y después me devolvía. No teníamos las ventajas del asiento ni del pasaje y más de 8 parados no permitían. Hice dedo todos los días, con otros maestros, a veces a Mariscala demorábamos 4 horas”

Nelda Hernández cuenta sus dificultades en la escuela de Puntas del San Francisco con la quinta a la que calificó de ridícula pero analiza el hecho en sus aspectos sociales: “al niño que cultive en la casa, los caballos del vecino me entraban, al niño le tenemos que enseñar a alimentarse con pescado, ensaladas, no saben comer. En la casa que estaba se plantaba y comían verduras. En la 90, tuve la experiencia de que un padre se enojó porque estimulaba la quinta, había personas que con puchero, espinazo de capón papa y moñato era suficiente. A ese padre, se le murió una hija y no supo de que, no me dejaron traerla al Hospital. Hasta era el partero. Lo otro era enseñarles a usar el baño. Vi cosas tremendas. La lucha del maestro es tremenda”.

“Estuve 35 años en la enseñanza. Empecé en la 78 de Sauce de Aigua, después trabajé en la 66, en la 90 Puntas de San Francisco, no quería venirme a la ciudad. Estuve un año en Solís y después en la Escuela 1. En la primera escuela me quedaba en una casa de familia, Fernández Silvera. En la 90, viajaba, compramos una camioneta, aprendí a manejar y en el camino levantaba hasta 20 niños. Soy una enamorada de mi carrera, no creí tener tanta vocación, se acrecentó en el trabajo, puse un amor y dedicación único en lo que hice, no me arrepiento, haría lo mismo, encontré mucho cariño en la gente, me quedaban 4 o 5 kilómetros, lo hacia a caballo, me esperaban y lo hacía contenta”.”

Maria Olmedo inició su carrera en la escuela 74 “me tocó por lista de sorteo, en Rincón de Mariscala, año 1956. Concursé y obtuve derecho a efectividad por 5 años, al año siguiente vine a la 72 en el Soldado y después a la 11 en Minas. Volví a concursar, pero no mejoré puntaje y al año siguiente fui a la 92 de Los Chanchos. En el campo se aprendía a ser maestra y a ser persona. No estaba acostumbrada al campo, no conocía nada, tuve que andar 25 kilómetros a caballo para llegar de la escuela a Mariscala a tomar el ómnibus, la ONDA, tuve que aprender a tratar. Una experiencia de vida muy importante. Una tarea que hice con entusiasmo y alegría, estaba contenta de trabajar. Los chicos estaban ávidos de aprendizaje, tener cosas nuevas. Mas lo que aprendí que lo que yo les di a ellos”

Glenda Hernández inició su carrera en una escuela rural “era la 54, estaba en el limite con Maldonado, se quedaba conmigo una alumna de 12 años, una soledad total, tenía solo 20 años y me conformaba –no llore maestra-. Hacía 30 cuadras a pie, maleta al hombro, viajaba en los camiones de las canteras, no había ómnibus. Tenía 18 alumnos. Esa escuela se trasladó a Minas. Muchos eran carboneros, trabajadores de las canteras y algunos establecidos. La escuela 16 de Villa Rosario era parte del agrupamiento Número 8, era centro regional y escuela para padres, era una escuela granja, preparada para el medio rural y para producir. En la 54, como era el primer año, era soltera, me fui. Después viajaba diariamente, 12 horas al día fuera de casa, Gerardo era chico. Cuando estuve en la 90, me llevaba los dos –Gerardo y Adriana- eso fue hasta el año 65, alquilaba una cachila y me acompañaba una persona que ayudaba con los niños. Me quedaba toda la semana.

La escuela rural fue atendida como especialidad, creándose el curso de especialización en escuelas rurales. Tendría un año de duración y las siguientes asignaturas: Agronomía, Industrias rurales, Granja escolar, Contabilidad, Economía doméstica, Sociología rural, Pedagogía, Higiene y primeros auxilios. Los cursos se exonerarían por asistencia y calificación. Su certificación era mérito.

El curso de especialización rural fue reformado: en 1945 quedó diseñado con 2 horas de trabajo de taller, herrería y carpintería y práctica de agronomía. Se realizaba en Estación Margat – Canelones; y en Estación González – San José. Los alumnos de 7º estaban obligados a su visita en los 2 últimos meses del curso.

Las aspiraciones de ingreso al Instituto Normal Rural para el curso de especialización se resolvían con 2 becas por departamento, duración del 1 de abril al 30 de noviembre. Exigía titulación, efectivo en escuela rural, calificación de Bueno en escuela urbana y por último maestros aspirantes sin efectividad . Adquiría la obligación de permanecer 2 años en la escuela rural.

En 1964 se aprobó la reestructura del Instituto Normal Rural “se propone lograr en el maestro una actitud espiritual adecuada para el desempeño de la labor docente en el medio rural –capacitación pedagógica y dominio de las técnicas- en un medio socioeconómico que en cierta medida condiciona su labor. La Escuela rural debe intervenir en la vida de la comunidad fomentando toda obra de bienestar y progreso que tienda a crear modos de vida que contemplen las necesidades del hombre de campo para que este no se sienta impulsado a abandonar su medio en procura de mejores oportunidades”.

Se fijó un currículum: Pedagogía y escuela granja, Sociología Rural, Educación Física y Recreación, Agronomía, Didáctica y práctica docente, materiales audiovisuales, actividades manuales y Música, total 54 horas semanales. Incluyó un curso de cerámica.

En forma complementaria se aprobó un reglamento de misiones socio pedagógicas para contribuir a desarrollar profesionales comprometidos con los problemas y promover el bienestar de las zonas con necesidades básicas insatisfechas.

Habría una Asamblea de Misión integrada por: Comisión Ejecutiva, delegados de escuelas de práctica, un maestro director del agrupamiento y delegados de las instituciones. La Comisión Ejecutiva estaría integrada con 1 presidente, 1 vice, 1 secretario, 1 tesorero y 5 vocales.

En 1966 se dio por terminada la diferencia entre escuelas rurales y urbanas y todas las escuelas rurales tuvieron cursos completos de primero a sexto a partir de marzo de 1967. Otra decisión administrativa que terminó una polémica entre la pertinencia de las escuelas de primer grado y las de segundo grado.

El Instituto Normal Rural ajustó su oferta a las reformas de la época encarando la realización de cursillos de asistencia técnica para sensibilizar al magisterio que actúa en el medio rural para enfrentar mejor sus problemas; habilitar a los maestros para una más correcta aplicación del programa escolar y crear condiciones favorables para la acción en equipo y estimular el perfeccionamiento permanente.
INSTITUTO DE
FORMACIÓN DOCENTE DE MINAS

EL DEPARTAMENTO DE LAVALLEJA EN 1949.

El departamento de Lavalleja es por definición un departamento con base productiva en la ganadería extensiva. e industrias extractivas. Aníbal Barrios Pintos en su “Revista Minas” de 1950 y en su “Historia de Minas “ de 1984 enumera los siguientes establecimientos, ejemplos de prosperidad económica:

Mina Valencia, iniciada por Lida Díaz de Ayala en 1941, especializada en dolomita, una de las más puras del mundo y significó una importante inversión en planta industrial, molinos, hornos, usina eléctrica,... de la que hoy solo quedan los restos abandonados.

RAUSA, Remolacha Azucarera Uruguay, mantenía una importante planta industrial en el centro de las tierras más fértiles, llegando en 1955 a tener 2.851 agricultores y producir 19.000 toneladas de azúcar. Hoy es un recuerdo.

SALUS, establecimiento con dos plantas industriales: la embotelladora de Agua Mineral y la Cervecería con una amplia producción en Cerveza, Malta, Naranjita, Pomelo y Citral. Este establecimiento daba actividad a numerosos agricultores de cebada y cítricos.

ANCAP, abrió sus puertas en 1957 con una importante planta de cemento Pórtland prevista para 100.000 toneladas. Complementaba la producción de la Cantera Verdún, propiedad de UNILAND ó mejor conocida como cantera de los “norte” reducción popular de “norteamericanos” que iniciaron la extracción de piedra caliza en 1917.

Numerosas canteras de mármol, calizas para las caleras, granitos y adoquines y algunos intentos como la “mina de oro”. Conjuntamente con Molinos Monasterolo, Molino Ugarte, Fábrica de Cartón y otras iniciativas son parte de las posiblidades industriales que tuvo Minas.

La producción agropecuaria preferentemente extensiva en la que 434 establecimientos ocupaban 600.000 hectáreas el 60 % de la superficie en producción. Son el modelo de estancia ocupada en vacunos, lanares y forestación. En la época con un importante número de peones con familias numerosas. La actividad agrícola llegó a poner en producción cien mil toneladas de trigo. En el otro extremo:3.000 productores minifundistas, ocupaban 61.000 hectáreas, típicos chacareros y quinteros con cría de vacunos y cerdos. También con familias numerosas. De aquí la importancia de la escuela rural y su notable población escolar.

Entre estas empresas rurales tan prosperas se contaron los hermanos Otegui que donaron a Minas su primer puente sobre el Arroyo San Francisco en 1926.

En 1942 el presidente Amézaga había inaugurado el sistema de riego y represa de Aguas Blancas en el establecimiento frutícola de Domingo Basso.

Minas tenía además importantes obras que la hermoseaban entre las ciudades del Interior: el Club Minas (1930), la planta de OSE (1933) el Cuartel de Infantería (1938) la Escuela Industrial (1942) el nuevo edificio del Liceo Departamental (1946), Se trazaba la ciudad hacia el Barrio Olímpico y Estación.

En el ámbito cultural e intelectual se destacaban: Santiago Dossetti, Julio Casas Araujo, Juan José Morosoli, Vera Rojido, Valeriano Magri, Guillermo Cuadri., José Cajaraville.. y el diario decano de la prensa nacional “La Unión”. Era una ciudad con tres teatros: Lavalleja, Escudero ó 18 de Julio y Dore (Cine).

El aporte minuano a la cultura nacional puede recordar a Solano Amilibia, Arturo, Héctor, Maria Isabel y Maria Julia Ardao, Julia Arévalo, Agustín Beraza, Eduardo Fabini, Manuel Espinola Gómez, Eugenio Gómez, Monseñor Miguel Paternain, Carlos Pérez del Castillo, Zelmar Riccetto, Julio Casas Araujo, Juan José Morosoli (hermano de Alfredo y cuñado de Violeta Nin y Silva)... nombres consagrados de una lista no agotada, con el riesgo de no recordar a todos.

En este contexto Violeta Nin y Silva inicia la “quijotada” de insertar un instituto normal, en palabras del Dr. Ruben Piquinela.

EL INSTITUTO NORMAL DE MINAS

Decíamos en el Resumen que la formación docente en este departamento y particularmente en Minas ha tenido dos períodos: como Instituto Normal sin oficialización 1949 a 1961, Instituto Normal oficializado desde 1961 y como Instituto de Formación Docente, desde 1977.

Los alumnos antes de 1949 se inscribían directamente en Montevideo en carácter libre ó reglamentado. Encontramos referencias a un “instituto normal departamental ó de campaña” que habría funcionado entre 1912 y 1915.

La Formación docente comenzó en la Escuela Número 1 que desde 1879 cumplió funciones de escuela de práctica, denominada “Ampliada” y después de “Aplicación” siendo sus dos primeros practicantes: Caracido Ferrer y Eduardo Pasquier. . Es la época del maestro Miguel Navarra.

En el período 1911 a 1915 ocuparon la Dirección General del Consejo Nacional de Enseñanza Primaria y Normal: Juan Blengio Rocca, Julián de la Hoz y Baltasar Brun. La Inspección Nacional estuvo a cargo del Dr. Abel Pérez, como vicepresidente, José Piaggio y como vocales; Mariano Pereira Núñez, Carlos Vaz Ferreira, Carlos Saenz de Zumarán y José Pedro Varela.

En la Memoria Anual de autoría del Dr. Abel Pérez se asienta: “hay aún otra faz de esta misión más importante todavía y que se refiere a otra creación realmente simpática y fecunda del nuevo presupuesto: me refiero a los profesores normalistas votados para los departamentos, los que permitirán instalar en ellos otros tantos institutos para la formación de maestros de primer grado al principio, para atender a proveer la dirección de las escuelas de los departamentos en que estudien... prácticamente los cursos se darían agregándoles a una escuela de segundo grado con un director que daría la enseñanza pedagógica teórica y la práctica de primer grado”.

En ese presupuesto se crearon 6 vacantes de profesores normales y los sobresueldos de los directores de práctica para el interior.

Destacaba que los jóvenes del interior que venían a Montevideo a estudiar magisterio se deslumbraban con las carreras universitarias, la fama y la fortuna. Estos institutos normales departamentales serían agentes de formación y cultura, de influencia única y exclusiva, aunque los alumnos tendrían un profesor para todas las asignaturas a diferencia de los Institutos Normales de Montevideo. Se veía en esta propuesta la posible mejora del aprendizaje ya que el profesor asignaturista cae en la especialización y la formación del maestro es integral. El profesor debía buscar la armonía en la enseñanza más que el dominio de 12 asignaturas. Afirmaba “no concibo las escuelas o institutos normales modernos cristalizados en una época pasada, momificados en programas y métodos invariables, cuando todos sabemos hoy que la médula de la existencia actual es el perpetuo movimiento y la perpetua transformación”. Los seis institutos normales del año 1912 fueron: Minas, Treinta y Tres, Melo, Rivera, Tacuarembó y Colonia.

El Departamento de Minas tenía en 1914: 62.920 habitantes, con 4.019 alumnos escolarizados en 56 instituciones: 577 en escuelas de varones, 378 en escuelas de niñas y 2.770 en escuelas mixtas. El personal docente sumaba 81 maestros y se categorizaba en tres: Maestros diplomados: 45 de primer grado y 7 de segundo grado. Maestros “departamentales”: 3 Maestros sin diploma: 26.

Según el libro de Sesiones los seis institutos quedaron establecidos el 30 de noviembre de 1912 –“Habiéndose incluido en la Ley de Presupuesto General de Gastos seis institutos normales para los departamentos de campaña, se resuelve solicitar autorización al Poder Ejecutivo para realizar el siguiente plan:
Dejar establecido que mientras no se creen otros institutos cada uno de los actualmente autorizados funciones dos años en cada departamento y proponemos para iniciar la enseñanza los departamentos de Tacuarembó, Colonia, Minas, Rivera, Treinta y Tres y Cerro Largo en los que se ha hecho sentir la necesidad de los institutos, revelada por el número de personas que sin título alguno ejercen la enseñanza”. El Poder Ejecutivo concedió la autorización solicitada.

El 31 de julio de 1913 los seis institutos funcionaron bajo la acción de las autoridades centrales e independientes de las autoridades departamentales, necesidad para maestros libres o normalistas. Se designan una comisión supervisora de exámenes para enero de 1914, los exámenes se tomarán en los departamentos, teórico y práctico y se abonará la cuota de examen.

CARLOS VAZ FERREIRA

En su articulo del año 1903 y reproducido en los años 50 con motivo de la fundación de los institutos normales y de reformas impostergables dice sobre Organización de la Enseñanza Normal:

Que los proyectos para los institutos normales habían caído ante límites insalvables como la unión de sexos, la cortedad del presupuesto, la metodología y la supresión de los institutos solicitada en algún caso.

Consideraba el autor, que la enseñanza normal en la campaña era una necesidad ineludible y apremiante. Sería posible crear una única Escuela Normal de excelente organización y que también era necesario crear varios establecimientos en campaña y alternando horarios teóricos y de práctica levantaba la observación acerca de los peligros de la “unión de sexos”.

Defendiendo los institutos normales de campaña, serían 6 bien organizados que podrían trasladarse de un departamento a otro cada 2 o tres años. Solo necesitaban una escuela de práctica, una directora con clases de pedagogía y dos profesores para las clases teóricas tomados del personal docente activo con sobresueldos. Podrían ser mixtos si se alternaban los días y los exámenes se rendirían ante la Comisión Delegada enviada desde Montevideo.

Para 1964, Lorenzo d´ Auria en su libro “Escuelas, internatos e institutos normales del Uruguay” menciona que estaban oficializados ocho: Salto, Paysandú, Mercedes, Rosario, Rivera, Tacuarembó, Melo y Minas y en trámite de oficialización: Artigas, Fray Bentos, Carmelo, San José, Trinidad, Durazno, Florida, Treinta y Tres, Maldonado, San Carlos, Rocha y San Ramón.

En el Libro Diario de Ocurrencias y Novedades del año 1949 de la Escuela Número 8 dice que en la fecha 30 de abril ha concurrido el Inspector Departamental don Héctor Callejas con motivo de la inauguración del Instituto Normal que funcionaría en el local de la escuela con autorización del consejo de Enseñanza Primaria.

Con fecha 28 de agosto se realizó la inauguración del Instituto Normal y se asentó que a dicho acto concurrieron: el intendente municipal, Juan Antonio Maldonado; el Jefe de Policía, Ercidio Pais; el inspector departamental, don Hector Callejas; las subinspectoras, Hilaria Melazzi de Cabrera y Conrado García, el exconsejero de Enseñanza Primaria, Julio Casas Araujo, profesores y maestros. Hicieron uso de la palabra Violeta Nin y Silva de Morosoli, Ernesto Serrón por la Asociación de Estudiantes, y Adolfo Rodríguez Mallarini por el profesorado. Cerró el acto el musicólogo, Lauro Ayestarán con una disertación sobre el Folklore Uruguayo. Se recibieron telegramas de la directora del Instituto Normal, Maria Orticochea, de Nilda C. De Barbagelata y del Consejero Oscar Carrese. Terminado el acto se realzó un almuerzo en el Hotel Garibaldi organizado por la Inspección de Escuelas y el Instituto Normal.

La fecha reconocida y celebrada por la comunidad minuana es el 23 de Abril 1949 y a continuación transcribo textualmente las actas extraídas del libro correspondiente: Año 1949, titulado Instituto Normal de Lavalleja, Libro de Actas – Asamblea General – Colegio Elector – Consejo Ejecutivo – el que fuera rescatado del Depósito por el Secretario, profesor Alex González y buscado por los indicios de la exdirectora Licenciada Myriam Peña de Acosta.

Acta Número Uno (folios 1 y 2):
“A los catorce días del mes de marzo del año mil novecientos cuarenta y nueve se reunieron las siguientes personas con el fin de formar la Asociación de Padres y Amigos del Instituto: Sr. Inspector Departamental, Don Héctor Callejas y Sra. Sra. Subinspectora Hilaria Melazzi de Cabrera, Sra. Directora Violeta Nin y Silva de Morosoli, Sra. Amalia R. De Leis, Sra. Nelly S. De Larrañaga, Sra. Margarita L. De Dossetti, Sra. Maruja P. De Pintos, Sra. Olga B. De Gonzalez, Sra. Irma B. De Gonzalez, Sra. Elena C. De Bon, Sra. Ernestina F. De Arce, Sra. Aurora I. De Daners, Srta. Isolda Bayarres, Srta. Maria Matheu, Srta. Elsa Trelles, Srta. Solange Bayarres, Sra. Ercilia P. De Rodríguez, Sra. Lucía L. De Píriz, Sra. Servanda B. De Parada; Sra. Ana P. De Barreiro, Sra. Lola G. De Hernández, Sra. Adelaida Olivera de Perdomo, Sra. De de Medina; Sra. Esther Z. De Vazquez; Sra. Amalia L. De Riccetto, Sra. Bibiana B. De Astor, Sra. Magdalena F. De Lombardo, Sr. Héctor Caetano y Sra. Sr. José M. Correa y Sra., Sr. Pedro García y Sra. Sr. Pedro Poncet y Sra. Sr. Fidelino Sosa; Sr. Alfredo Morosoli, Sr. Humberto Virginio; Sr. Eugenio Martínez, Sr. Alfonso González, Sr. Belitardo Pintos Wells, Sr. Serapio Echavarría, Sr. Domingo Perandones. Excusaron su presencia el Sr. Representante Nacional, Don José Luis Morales Arrillaga, Sr. Intendente Juan Antonio Maldonado, Sr. Jefe de Policía Ercidio Pais, Dr. Ruben Piquinela, Sr. Ricardo Bayarres, Gral. Raúl S. De la Fuente, Comandante Catalá y Sr. Alberto Miranda. Primeramente hizo uso de la palabra la Sra. Violeta Nin y Silva de Morosoli explicando el motivo de la reunión. A continuación habló el Sr. Inspector Departamental Don Héctor Callejas, persona interiorizada en el funcionamiento de los institutos departamentales. Propone el nombre de APAIM –Asociación padres, amigos instituto magisterial - Fue aprobado por la totalidad de los presentes. A continuación se procede a la designación de la mesa de la asamblea. Fueron propuestos para ocupar la presidencia los sres. Belitardo Pintos Wells, quien no aceptó por impedírselo sus otras ocupaciones y el sr. Pedro Poncet quien después de haber sido apoyado por los presentes ocupó la presidencia. Se nombró también secretarias a las srtas. Elsa Trelles y M. Isolda Bayarres. Se pasó a cuarto intermedio con el fin de proponer la Comisión de Estatuto y la Comisión de Finanzas, quedando constituída la 1ª. por las siguientes personas: Sr. Héctor Callejas, Sra. Violeta Nin y Silva de Morosoli; Dr. Ruben Piquinela; Sr. Eugenio Martínez; Sra. Hilaria M. De Cabrera y la 2ª. Comisión por las siguientes sres: Belitardo Pintos, Sr. Humberto Virginio, Sr. Raúl S. De la Fuente; Sra. Olga B. De González; Sra. Margarita L. De Dossetti. Se aprobaron ambas comisiones. La Comisión de estatuto se reunirá el día 15 de marzo a las 18 y 30 horas, citándose a los presentes para la Asamblea Plenaria que se reunirá el día 25 del corriente mes. Se levanta la sesión”.
Pedro Poncet. Isolda Bayarres Elsa Trelles.

Acta no. 2 (folios 3 al 6)
“En Minas a los 25 días del mes de marzo del año mil novecientos cuarenta y nueve en el local de la escuela No. 8 de 2º. Grado a las 19 y 30 horas en asamblea plenaria se reunieron los padres de alumnos y amigos del Instituto. Se abre la sesión y se aprueba el acta anterior. El Sr. Presidente dispone se den a conocer los informes de las comisiones de Estatuto y Finanzas. El Sr. Callejas miembro informante de la Comisión de Estatutos procede a la lectura de los mismos. Iniciada la lectura se discute su aprobación inmediata. El Sr. Presidente no consideró conveniente su aprobación inmediata ya que los Estatutos han sido entregados a los asambleístas unos minutos antes y por lo tanto no han tenido tiempo de estudiarlos detenidamente. Se resuelve leerlos sin discutirlos. Sr. Pintos Wells felicita a la Comisión de Estatutos sobre los cuales no se pronuncia en definitiva el día de hoy propone una próxima asamblea para aprobarlos. Pide un aplauso. Toma la palabra el miembro informante de la C. De Finanzas Sr. Pintos Wells. Informa sobre su visita al Intentendente quien comprendiendo la obra iniciada por Violeta Nin y Silva de Morosoli asigna la cantidad de $ 100 mensuales a partir de Abril hasta Diciembre inclusive. Se visitó la Comisión Municipal de Cultura a la que por circunstancias especiales solo concurrió el Sr. Garcé quien prometió consultar a los demás miembros. Así mismo esta comisión visitó la Junta Departamental a la que el Sr. Pintos Wells planteó el problema siendo apoyado pro el Edil Sr. Manzor. La Junta por unanimidad resolvió pasarlo a la comisión de turno para asignar la cantidad con que puedan contribuir. Se pasa a considerar asuntos del acta anterior. Sr. Poncet propone Instituto Normal en lugar de Magisterial. Aprobado quedando el nombre definitivo de Instituto Normal de Lavalleja. Moción del Sr. Pintos si se convoca a asamblea para aprobación de estatutos. Se resuelve convocar para el miércoles 30 a las 18 horas. Pide la palabra el Sr. Garcé quien ofrece establecimiento de Liceo para dictar clases del Instituto”.

Acta no. 3 (folios 5 y 6)
“A los treinta días del mes de marzo del año mil novecientos cuarenta y nueve a las 18 y 30 horas en el local de la Escuela no. 8 de 2º. Grado se reunió la Asamblea para considerar y aprobar los estatutos. Previamente a esta consideración el Sr. Martínez pide la palabra para informar que la Comisión Municipal de Cultura contribuye con $ 250 para libros y pone sus libros a disposición. El Sr. Poncet aclara que la cuota es para la formación de la biblioteca y material del Instituto. Los estatutos se aprueban en gral. Luego se pasan a considerar en particular. Se aprueban con las siguientes modificaciones. Artículo 10º. Queda aprobado en la siguiente forma: en caso de empate la dirección tendrá doble voto. Art. 23º. De los Alumnos; abonarán una cuota mensual de $ 4 que se destinará a la adquisición de textos y material del Instituto. Art. 33. ..pudiendo realizar becado el curso de quinto año. Art. 4. (socios) protectores, cuya categoría se adquirirá con pago de cuota mínima de 0.50 mensuales. Art. 34... de la misma, en primera convocatoria, hecha por el diario de mayor circulación de la ciudad, con diez días de anticipación, en segunda convocatoria con un tercio de la asamblea y en la tercera convocatoria, con la mayoría de los concurrentes”.

Acta no. 4 (folios 6 y 7)
“En la ciudad de Minas, el día 3 de junio del año 1949 siendo las 18 horas y 30 minutos, se reúnen en el local del Instituto Normal de Lavalleja (Escuela 2º. Grado, número 8) los padres de los alumnos del referido instituto y socios protectores del mismo, bajo la presidencia del Sr. Pedro Poncet, actuando en la secretaría la Srta. Elsa Trelles e Isolda Bayarres. Abierta la sesión el señor Presidente manifiesta que de acuerdo a lo establecido en los Estatutos corresponde proceder ala elección de los miembros que han de integrar el Colegio Elector. En consecuencia exhorta a los presentes a emitir sus votos por las personas que integrarán el cuerpo de referencia, indicando a la vez la necesidad de designar una comisión escrutadora. Se resuelve de conformidad designándose a la Sra. Blanca Mercapide de Olascuaga, Sra. María Elvira Falchetti y Sr. B. Pintos Wells. Efectuada la votación y el escrutinio correspondiente, la comisión designada informa sobre su cometido. En consecuencia de ello, fueron designados para integrar el Colegio Elector las siguientes personas: Sr. Santiago Lupi, Sr. José María Lombardo, Sr. Nicolás Oggero; Sr. B. Pintos Wells, Sr. Lucía Leis de Pérez, Sr. Pedro Poncet, Sr. Julio Bertrin, Sr. Luis A. Carrese, Sr. Fernández, Sr. Julio Canapá, Sr. Ernesto Ferrer de Arce, Sr. Juan Mar. Balsecoli, Sr. Agustín Pereira, Sr. Fidelino Sosa, Sr. Juan Machado Lozza, Sr. José M. Barreiro, Sr. Adolfo Rodríguez Mallarini, Srta. Julia Deguer, Sr. Alfredo Morosoli, Sra. Violeta Nin y Silva de Morosoli, Sr. Eduardo Ortega Ferrer, Sr. Ruben Piquinela, Sr. H. Virginio, Sra. Aurora I. De Daners, Sra. M. Melazzi de Cabrera, Sra. Elena C. De Bon, Sra. Isolda Bayarres, Dra. Blanca Villalba, Dr. Héctor Anastasía, Intendente Municipal Juan Antonio Maldonado y Sr. Inspector de escuela, Héctor Callejas. Después de un breve cambio de ideas se resuelve convocar a los miembros electos para el día 8 del corriente a las 18 30, a efectos de proceder ala designación de los miembros que han de integrar el Consejo Ejecutivo: Director y Subdirector del Instituto, Secretario Honorario del mismo y dos delegados de los profesores y no habiendo más asuntos a considerar se levanta la sesión siendo las 20 horas.



Acta no. 5 (folios 7 y 8)
“En la ciudad de Minas, el día 23 de julio del año 1950, a la hora 19 y 30 se reúnen en el local del Instituto Normal de Lavalleja, Escuela de 2º. Grado número 8, las siguientes personas: Sr. Inspector Departamental de Escuelas Don Héctor Callejas, Sra. Directora del Instituto Normal Violeta Nin y Silva de Morosoli, Sra. Subdirectora del Instituto Normal, Elena Calvis de Bon, Sra de Lluch, Sr. Ruben Piquinela y Srta Elsa Trelles. Toma la palabra la Sra. Directora y habla de la graduación delos maestros egresados del Instituto en el año 1949, que se realizará en breve. Intervendrán en este acto la Sra. Blanca Morales Arrillaga y los coros del Instituto Normal. Se discute si se cobrará entrada a dicho acto. Se resuelve vender bonos que den derecho a una entrada con el fin de recabar dinero para comprar las banderas para el Instituto, precio $ 0.60. Se asa luego a considerar la renuncia del Sr. Rodríguez Mallarini como profesor del Instituto Normal. Se resuelve por iniciativa del Sr. Inspector se hagan gestiones para que continúe como miembro del Consejo Ejecutivo. Luego la Sra. Sub directora del Instituto, Elena Calvis de Bon toma la palabra para presentar un proyecto de pago de sueldo a los profesores. Dicho proyecto no se acepta. Se levanta la sesión siendo la hora 20 y 15 minutos.

Aquí termina la trascripción de las únicas cinco actas del libro. Para el lector minuano se hace difícil identificar a las personas que participaron en el evento, dado el tiempo pasado y la obra de la salud y de la naturaleza. A su vez tenemos la esperanza de encontrar alguna copia de dichos estatutos.

El Instituto se organizaba con una Asamblea de padres y socios protectores, que elegía un Colegio Elector y este designaba un Consejo Ejecutivo que lo administraba con un formato tripartito de cogobierno: Asambleístas, autoridades y profesores.

En otra sección del mismo libro, a folios 61 al 64, se asienta la única acta del Colegio Elector mencionado anteriormente en el acta 4.

“En Minas a los 8 días de junio de 1949, siendo las 18 y 30 horas, se reúnen el local del Instituto Normal de Lavalleja, los miembros del Colegio Elector a efectos de proceder a la constitución de su mesa y proceder a la designación de director, subdirector y secretario del Instituto Normal, as í como a la designación de los dos miembros que en representación de los profesores integrarán el Consejo Ejecutivo. Asisten los señores, José Maria Lombardo, B. Pintos Wells, Luis A. Carresse. Ramón P. Fernández, Juan Ma. Barcechi, Fidelino Sosa, José M. Barreiro, Eduardo Ortega Ferrer, Dr. Ruben Piquinela, H. Virginio y Pedro Poncet, Sra. Lucía Leis de Perez, Ernesta Ferrer de Arce, Violeta Nin y Silva de Morosoli, Aurora I de Daners y Elena C. De Bon, Srta. Julia Deguer, Dra. Blanca Villalba e Isolda Bayarres. Abierta la sesión se procede a la elección de presidente y secretario del Colegio Elector, para cuyos cargos fueron electos respectivamente los señores Pedro Poncet y H. Virginio quienes pasaron de inmediato a ocupar sus puestos, agradeciendo mucho la designación. Acto seguido y antes de procederse ala votación para los cargos referidos al comienzo de esta acta, solicita la palabra el Sr. Pintos Wells, quien manifiesta que desea dejar constancia de la destacada e inteligente actuación que ha tenido como directora interina al frente del Instituto la Sra. Violeta Nin y Silva de Morosoli, quien pese al breve tiempo transcurrido desde la iniciación de los cursos en aquel, le ha sabido imprimir al mimo una marcha digna del mayor elogio. Agrega también que en esa obra ha encontrado la Sra de Morosoli una amplia y acertada colaboración por parte de la distinguida y esforzada educacionista, Sra Elena Calvis de Bon como también por pare de las inteligentes maestras Srtas. Isolda y Solange Bayarres y Srta. Elsa Trelles. Destacó además la labor docente de verdadera trascendencia que han desarrollado los profesores del instituto, que tan destacada y generosamente dictan sus asignaturas. A continuación el señor presidente, expresa que por su parte desea también dejar constancia con cuanta satisfacción ha podido constatar la eficaz labor de la Sra de Morosoli y la marcha admirable del Instituto, que da la impresión de que fuera una casa de estudios con un funcionamiento de varios años, tal la organización que se nota en el mismo. Conceptos semejantes formulan otros miembros entre ellos el señor inspector de Escuelas Héctor Callejas, que tiene palabras de felicitaciones para todos los que han colaborado y colaboran con tanto desinterés en bien del instituto destacando la labor de manera especial de la Sra. De Morosoli, a quien dijo le cabe el honor de haber sido la iniciadora del feliz movimiento que seguramente ha de culminar en forma tan exitosa y propone como premio y estímulo a la sra de Morosoli sea votada por aclamación Directora del “Instituto Normal de Lavalleja” Esta moción fue apoyada calurosamente por la asamblea que en medio de grande aplausos, siendo la consecuencia votada por aclamación para directora del instituto la referida educacionista. La idéntica forma fue también votada subdirectora la educacionista Elena Calvis de Bon. Acto seguido en emocionadas palabras agradece la designación de que ha sido objeto, manifestando que acepta el cargo que tanto le honra, por ser el mismo su puesto de trabajo desde le cual bregará con todos sus entusiasmos, para que el instituto llegue a ser lo que ella tan íntimamente anhelaba: una casa de estudios que refleje un gran honor para nuestra sociedad. Dijo además que cumplía con un deber al destacar la invalorable colaboración en esta obra que han tenido de manera muy especial el señor inspector de Escuelas Héctor Callejas, la sra. Directora de la escuela “al Aire Libre”, Aurora I. De Daners, las Srta. educacionistas Isolda y Solange Bayarres, Elsa Trelles y la Sra. Elena Calvis de Bon. A continuación la Sra. De Bon agradeció en breves palabras su designación como subdirectora agregando que aceptaba el cargo en el deseo de llevar adelante la obra con tanto éxito iniciada, y en la que pondría todo su esfuerzo y sus mejores entusiasmos. Acto seguido se procedió a la designación de la Comisión escrutadora de los votoas que se emitirán para la elección de secretario honorario y dos delegados de los profesores la que quedó integrada por los señores Poncet, Virginio y Pintos Wells. Realizada la votación para el cargo de secretario la comisión escrutadora dio cuenta que había obtenido la mayoría de votos para el mismo la señorita Elsa Trelles. Realizada la elección es decir la votación para los cargos de delegados de los profesores ante el Consejo Ejecutivo y efectuado el escrutinio, la comisión escrutadora dio cuenta que habían obtenido la mayoría de votos los profesores Sres. Adolfo Rodríguez Mallarini y Dr. Ruben Piquinela. Presente el Dr. Piquinela, manifestó que es su deseo trabajar con todo entusiasmo en bien del Instituto pero que debido a sus muchas ocupaciones no le sería posible desempeñar el cargo par el cual había sido electo. Después de un breve debate la Asamblea logró convencer al Dr. Piquinela de la conveniencia de desistir de su renuncia. Y no habiendo más asuntos entrados a considerar se levantó la sesión siendo las 20 horas y 30 minutos”.

A continuación transcribo las únicas actas encontradas del Primer Consejo Ejecutivo, destacamos que APAIN, Asociación de Padres y Amigos del Instituto Normal permaneció activa hasta bien entrados los años 70.
Acta no. 1 (folios 101 a 103)
Del Consejo Ejecutivo.
En Minas siendo las 14 horas del día 11 de agosto de 1949 se reúnen en el local del Instituto Normal, los miembros del Consejo Ejecutivo del mismo: Sra. Violeta Nin y Silva de Morosoli, directora, Sra. Elena Calvis de Bon, subdirectora, Sr. Inspector de Escuelas, don Héctor Callejas (delegado de la inspección), Sra. Aurora I. De Daners, delegada de la Asociación Magisterial de Lavalleja, Sr. Adolfo Rodríguez Mallarini y Dr. Ruben Piquinela, delegados del cuerpo de profesores y secretaria, Elsa Trelles, actuando en la prosecretaría el Sr. B. Pintos Wells. Abierta la sesión manifiesta la Sra. de Morosoli que por causas ajenas a su voluntad pues estuvo enferma durante muchos días no había convocado antes a los miembros del Consejo Ejecutivo. Da cuenta de que habiendo prestado renuncia por motivos relacionados con la enfermedad de una hijita, del cargo de profesora de matemática de 7º. Año, la señora Olga Beltrán de González, había sido sustituido por la educacionista Srta. Maria E. Matheu. Se aprueba lo actuado dejándose constancia del agradecimiento del Consejo hacia la Sra. Beltrán de González por los servicios prestados. También da cuenta de que se ha formado un nuevo grupo de ingreso, el que está integrado por alumnos que actualmente cursan el cuarto año de Secundaria en nuestro Liceo Departamental. Se aprueba lo actuado. Entera al Consejo de la adjudicación de textos de estudios y consulta y exhibe a los miembros los “índices” que se han confeccionado y en que se encuentran anotados los títulos de aquellos agregando además que s e lleva un control sobre la entrega de los libros al alumnado. La Sra. Subdirectora por su parte, da cuenta de los discos que se han adquirido para la ampliación de la “discoteca” de gran utilidad para las clases de la respectiva materia. A continuación agrega la Sra. Directora que se ha instalado el gabinete de química, para las clases que dicta la Srta. Julia Deguer de “Alimentación Racional”. Acto seguido da cuenta del estado financiero del Instituto exhibiendo el libro en el que se detallan las –entradas y salidas- hasta......ilegible. Solicita la palabra el señor inspector quien manifiesta que a fin de distribuir tareas y hacer menos pesada la labor que actualmente tiene la señora Directora, muy especialmente en lo que se refiere a asuntos de tesorería propone se designe un tesorero y un subtesorero. Habiendo sido apoyadas las palabras del Sr. Callejas, se designa a la Sra. Elena C. De Bon como tesorera y a la Sra. Aurora I. De Daners como subtesorera. La Sra. De Bon manifiesta que desea trabajar en forma intensa a favor del instituto que como en breve deberá alejarse de la escuela en forma accidental por la causa que era de conocimiento del Sr. Inspector, agradecería se le relevara de la obligación. Después de un breve cambio de ideas se resolvió mantener el nombramiento, tendiendo en cuenta el auxilio que en la tarea le prestará la Dirección y también que ha sido designada una Subtesorera. Expresa la señora Directora que con verdadera sorpresa se ha enterado de que en la prensa departamental se ha anunciado que el próximo 25 se inauguraría el instituto oficialmente, que ella en su carácter de directora nada ha manifestado al respecto por tal acto solamente podría llevarse a efecto si así lo hubieran dispuesto el Consejo Ejecutivo. Por su parte la Sra. de Daners manifestó que a ella también le había sorprendido esa noticia, ya que como integrante del Consejo Ejecutivo nada conocía a ese respecto. Después de un cambio de opiniones se resolvió que el acto de inauguración del Instituto en carácter oficial se efectúe el 25 de agosto, aprovechando para ello la visita de los señores miembros del Consejo de E. Primaria y Normal. El Sr. Callejas expresa que era motivo de esa visita la inspección de escuelas, se propone obsequiar a la delegación con una comida que tendrá carácter popular y que sería conveniente se realizara una comisión para programar los actos, comisión en la que estarían representados, además de la inspección de escuelas, el instituto por la Directora y Subdirectora y las escuelas pro medio de sus directores. A continuación el Sr. Rodríguez Mallarini dice que desea dejar expresa constancia de su satisfacción por la excelente marcha del instituto, en el que desempeña sus funciones de profesor con verdadero placer. Análoga manifestación realiza también el Sr. Callejas. Por último se resuelve que a fines del mes de septiembre se efectúe la primera reunión de profesores, lo que por causas especiales no se ha podido hacer hasta el presente. Y no habiendo más asuntos a considerare se levanta la sesión siendo las 20 horas y 15 minutos.

El Acta número dos no existe en el registro. El Acta número tres dice:
“En Minas, siendo las 19 y 15 horas del día 13 de octubre de 1950, se reúnen en el local del Instituto Normal, los miembros del Consejo Ejecutivo del mismo. Abierta la sesión toma la palabra la sra. De Morosoli para indicar los trabajos que se han realizado para la oficialización del Instituto Normal. Manifiesta que una delegación compuesta por el Jefe de Policía Don Ercidio Pais, Sr. Subinspector Departamental, Don Conrado García, la Directora del Instituto Normal y la Subdirectora del mismo, Sra. Elena Calvis de Bon, srta. Isolda Bayarres y 2 delegados de los estudiantes magisteriales, Srta. Kilma Gimenez y Srta. Ruth Martínez, se dirigió al Sr. Ministro de Instrucción Pública quien acogió muy bien el pedido de oficialización. Luego habla la Sra. Directora de un proyecto de la Srta. Dorila Sánchez que consiste en visitas que deberán efectuar los Septimos Años a escuelas de Montevideo. En vista de que la Sra. Directora tiene necesidad de faltar temporalmente al Instituto se nombra a la Sra. Subdirectora en su reemplazo y por lo tanto se designa a ella para acompañar la delegación de estudiantes. A continuación la Sra. Directora da cuenta de ciertas compras que se han hecho para las clases prácticas de Alimentación Racional. Así como también de una heladera para venta de Coca Cola dentro del Instituto. Esta compra no es aprobada y se resuelve devolverla. Se habla de formar una Comisión Fiscal que estará compuesta de un delegado de los padres, el inspector departamental y un delegado de los profesores. Se resuelve dar a los profesores como retribución a los servicios prestados durante el presente año cierta cantidad de dinero de acuerdo con las clases dadas por cada uno. No habiendo más asuntos a considerar se levanta la sesión siendo las 20 y 15 minutos.

El Acta número 4.
“En Minas siendo el día 6 de Noviembre a la hora 20, se reunen los siguientes miembros del Consejo Ejecutivo: Sra. Elena Calvis de Bon, Sr. Ruben Piquinela, Sr . Lorenzo de Medina y srta. Elsa Trelles. El Sr. Piquinela abre la sesión diciendo se pase nota a la APAIN – Asociación de Padres y Amigos del Instituto Normal : para que nombre el delegado que integrará la Comisión Fiscal. Se resuelve además en esta reunión dar una retribución a los profesores de este instituto por gastos ocasionados en su cargo honorario. El Consejo Resuelve se de esta retribución hasta el 31 de Octubre y para los profesores que vienen de Montevideo hasta el 15 de Noviembre, ya que no habiendo terminado su curso, pueden en clases extraordinarias completarlo. Y no habiendo más asuntos a tratar se levanta la sesión siendo las 20 y 30.

No hay más actas en el Libro.

Con fecha 27 de junio de 1961 anotado de puño y letra de Violeta Nin y Silva aparece registrado en el Libro Diario que “en el día de la fecha al que suscribe recibe una llamada telefónica del Consejo de Enseñanza Primaria, estando en línea el Vicepresidente del Consejo, Profesor Hebert Cazarre, quien le da la agradable noticia de que el Instituto Normal de su dirección fue oficializado. La suscrita da inmediatamente la buena nueva al cuerpo de profesores y alumnado, lo que ocasiona una gran alegría. Todo el alumnado sale a la calle en farándula,se queman cohetes. Imposible describir la alegría que reinó en esta casa de estudios durante toda la semana”

Con fecha del 22 de septiembre anota: “en el día de la fecha se realiza el acto de inauguración oficial del Instituto Normal, en el Salón de Actos del Club Minas. Concurre un público numerosísimo, autoridades civiles y militares, el Vicepresidente del Consejo, Profesor Hebert Cazarre; la que suscribe abre el acto desarrollándose el siguiente programa (que no aparece registrado). En renglón seguido solo dice “terminado el acto se pasó al Salón de los Panoramas de la Confitería Irisarri”. No hay más registros en dicho Libro.

v El Libro Diario que se abre con fecha 25 de septiembre de 1961 reitera lo dicho. En el mes de octubre se recibió la designación de los profesores en carácter interino:

Directora: Violeta Nin y Silva de Morosoli.
Secretaria: Coralia Castro Puig
Auxiliar secretaría: Loreley Machado de Izeta.
Profesores: Isolda Bayarres, Alfredo Morosoli, Emilia Barrios de Anastasía, Coronel Lorenzo de Medina, Gloria de León De Sacarelo, Tomás Sánchez, Trinidad Casas de Faroppa, Irene Aguirre de Pereira, Myriam Abud, Luisa Douat de Faruelo, Teniente Coronel Manuel Lerena, Reina Pratto, Químico Carlos Pereira, Escribana Nélida Castro, Cristina Otegui de Rodríguez, Luisita Micale, Susana Somma, Mabel Tetti, Agrónomo Gonzalo Gardil Aldabalde.
Auxiliar de servicio: Edilia Rodríguez.
Portero: José Pelúa.

En fecha 2 de octubre de 1961, la directora Violeta Nin y Silva dejó la Dirección de la Escuela 8 y pasa a desempeñar interinamente la dirección del Instituto Normal, recientemente oficializado.

El 15 de marzo de 1962 comienzan las clases del novel instituto oficial, en la Escuela No. 8 de Segundo Grado, sita en Juan Farina y Batlle y Ordóñez, en el horario de 17 y 30 a 22.00 horas. Aparece asentado la inadecuación del horario dado que la mayoría de las alumnas vivía en el centro de la ciudad muy distante del centro de estudios (10 cuadras) pero debemos considerar el horario nocturno que pudiera favorecer algún insuceso. Esto motivó a Violeta Nin a buscar un nuevo local. El Consejo de Enseñanza Primaria autorizó el alquiler de un local y en el mes de julio se hace la mudanza para la calle Washington, hoy local de INAU y Pollería (antes fue empresa fúnebre Jockey Club).

Para 1963, la APAIN quedó integrada por: Francisco Tais (presidente), Felix Morosoli (vice) Máximo Espino (secretario), Radamés Ventura (prosecretario) Hugo Varela (tesorero), Miguel Arias (protesorero) y vocales: Raúl Morosoli, Alfredo Montaño, Elvira R. De Chiribao, Wilson Almandoz, Consuelo Lapuente de Villalba, Libia Nappa de Vazquez, Reina G. De Foderé, Alda G. De Aguirre y María P. De Urtiaga. Posteriormente ejerció la presidencia Wilson Almandos a quien correspondió el contralor de las obras de adecuación del instituto. Esta Asociación fue la primera y única en su género en la época.

v El siguiente emprendimiento es el alojamiento de los estudiantes que provienen de otros departamentos a realizar sus estudios reglamentados y que no encuentran ó no pueden pagar alojamientos en Minas. Se ideó un internado con apoyo del cuerpo de profesores y concurrió una delegación a entrevistarse con el Concejo Municipal. Integraron la delegación: Emilia Barrios de Anastasía, Gitina Diano de Abi Saab, Cristina Otegui de Rodríguez, Loreley Machado de Izeta y la Directora.

El Concejo Municipal las recibió en sesión. Planteado el problema se le ofreció un ala del Mercado Municipal, sobre la calle Treinta y Tres. Actualmente corresponde a Oficinas Municipales sobre la Terminal de Omnibuses. Se realizaron trabajos de adecuación, dos dependencias higiénicas, un baño, un salón comedor y estar, un lavadero... y mediante donaciones se procedió a alhajar el local colocándose 36 camas “turcas” y una cama para la vigilante nocturna. El Internado se inauguró con 18 estudiantes de Rocha, Lascano, Treinta y Tres, Cerro Largo y el Consejo de Primaria colaboró con una ecónoma y cocinera, una vigilante y un auxiliar de servicio. Para 1963, el número de alumnos en el internado es de 37.

Respecto de su vocación de servicio la Directora anota de su puño y letra: “se realizan las primeras reuniones de profesores, se citan a los padres de las alumnas de Preparatorio para hacerles entrega de los boletines con las calificaciones obtenidas, la que suscribe habla en forma individual con cada uno interiorizándolos del adelanto de su hija o las dificultades que presenta”.
Hoy es impensable que los padres de nuestros alumnos de formación docente concurran a buscar el carné de calificaciones, a interiorizarse de su rendimiento y que la dirección se preocupe si las alumnas vuelven de noche a sus casas.

El Hogar Estudiantil fue reinaugurado el 9 de octubre de 1976 quedando bajo administración municipal.

v El siguiente emprendimiento fue obtener un predio para realizar las prácticas de Agronomía solicitándolo al Concejo Municipal, le fue cedido un terreno en “Barrio Obrero “ en Las Delicias, del que se destaca “era un lugar accesible a todas las alumnas porque había ómnibus local”. Brígido Diano, empresario y benefactor de la comunidad prestó un tractor y el Concejo envió una máquina niveladora, Primaria envió postes y alambre. Se construyeron un puente de entrada, un galpón, baños y se instala el agua. Para diciembre de 1963, los exámenes de Agronomía se realizan en el “predio experimental y se agregaban colmenas.”

v Simultáneamente había iniciado la “Colonia De Sierra” en el Cerro de La Coronilla, sobre la Ruta 8, también donación recibida de Brígido Diano, industrial de la cal y la forestación. En mayo de 1963 se colocó la piedra fundamental y la construcción se haría en base a donaciones: mano de obra del Ejército, ladrillos del Municipio, paja donada por el ingeniero Ignacio Correa, Pórtland de ANCAP y dirección de obras estuvo a cargo del arquitecto Mario Kronaweter.

v El instituto para entonces había crecido y funcionaba en dos turnos; Canto y Talleres en la mañana y Teóricos de tarde. Los alumnos se agrupaban en dos preparatorios, tres primeros, dos segundos y un tercero Plan 1955.

Con motivo de los concursos del año 1963, se obtuvo que algunos profesores de Montevideo dieran un curso de orientación a las maestras concursantes, concurrieron: Etcheverry Boggio, Maria Inés Martínez Rovira, Rene Piriz, Rosalío Pereira y Celia Reyes de Viana.

Con motivo del aniversario del natalicio de Artigas y entrega de anillos y diplomas a las egresadas se presentó en el Teatro Lavalleja, “estampas artiguistas” coreografiada por Gladis Diano de Abi Saab, Cristina Otegui de Rodríguez, Ofelia Gaudino y supervisión de Graciano Leis. Participaron el Coro a cargo de Douat de Faruelo y recitaron las alumnas Graciela Bentos y Lidia Pérez.

v El calendario de actividades incluía actos: apertura de cursos, entrega de títulos, homenaje a José Pedro Varela, eventos recordatorios (Rodó, Juana de Ibarbourou, Vaz Ferreira...) 19 de Abril, 18 de Mayo,19 de Junio, entrega de canastilla en el Hospital local al primer niño que naciera, 18 de Julio, 25 de Agosto, 12 de Octubre, día del maestro, Semana de Lavalleja, 24 de junio natalicio de Juan Antonio Lavalleja, aniversario del Instituto. 14 actividades sociales como mínimo.

Las actividades incluían palabras alusivas a cargo de la misma directora, conferencistas invitados, puestas en escena, recitados, conciertos, exposiciones, participación del coro, grupos rítmicos, de teatro, baile folclorico... con el aporte de Graciela Svara y Hector Guadalupe. Las invitaciones y programas cuidadosamente diseñadas. En los concursos literarios ó históricos cuidó de que el trabajo fuera publicado por el Diario “La Unión”.

La actividad artística era presentada en Teatro Lavalleja, Casa de la Cultura, Centro Democrático, Club Minas ó en el Salón de Actos del mismo instituto. Se realizó la compra de un piano a Mireya Barrios de Nogueira.

Se contó con el aporte de conferencistas sobre temas pedagógicos ó de investigación como Aníbal Barrios Pintos, Maria Luisa Coolighan Sanguinetti, Prof. Carbonell de Grompone, Pedro Freire, General Omar Porciúncula, Julio Lagomarsino... entre muchos.

v Débese agregar actividades benéficas y colaboraciones para con la Comunidad. El Instituto recibió el nombre de “Juan Antonio Lavalleja” el12 de diciembre de 1975.
v Otro proyecto fue la aspiración de que una plaza de la ciudad, llevara el nombre de José Pedro Varela, lo que el intendente Mario Barbé concretó el 15 de marzo de 1977.
v Violeta Nin y Silva realizó las gestiones ante las canteras de mármol de Polanco para obtener el bloque blanco onix que sirviera de pedestal al monumento de Ansina en el Cerro Artigas, inaugurándose el 5 de septiembre de 1982.
v Las excursiones a Montevideo (observación de centros educativos, frigoríficos, fábricas, museos...) a Buenos Aires, Paraguay y Porto Alegre, fueron en la medida que se obtenían recursos y colaboraciones otro aporte a la formación de los maestros.

Nelda Hernández de Tadeo, egresada del Plan 1939, en 1950 resume así su pasaje por el instituto en carácter libre “íbamos a clases en la Escuela 8, los profesores eran casi todos de Montevideo, viajaban los fines de semana. El grupo de Ramiro fue el primero que se recibió. En quinto dimos los exámenes en el Liceo, me acuerdo que el presidente de la Comisión examinadora era Rosalío Pereira. Fui alumna también del arquitecto José Amela en el Liceo. Después se fueron incorporando profesores de Minas. Las mesas venían a la Escuela 8 a tomar los exámenes. Nos recibimos cuatro en 1950 y en el 51 nos entregaron los anillos. El último examen era la práctica, lo teníamos que dar en marzo del año siguiente. Fui compañera de Herman Pérez, cuyo nombre ahora lleva el Hogar de Estudiantes de Aigua”.

VIOLETA NIN Y SILVA

Le pregunté a Susana que recuerdo tenía de Violeta. Reflexionó mucho y resumo lo siguiente: “El instituto llenó una necesidad. Violeta ha sido muy discutida, atacada. Lo que hacía para favorecer a la gente, era muy sensible, trataba de equilibrar, de dar, se conmovía. Era una soñadora, su afán era ayudar, cometió errores pero fue más grande la obra que dejó que todas las equivocaciones. Era altruista, creativa. Trabajé 30 años, con grupos de 30 o 35 alumnos. Había gente muy humilde que no hubiera hecho su carrera y llegaron a cargos muy altos”.

Con entusiasmo y locuacidad, Susana agregó “Violeta era intrépida, vivía para el instituto, había que ir a Montevideo a oficializarlo, afrontaba ese trajín de ir a pedir y golpear puertas, no tenía pereza, se animaba a todo. La acompañaban el coronel Lorenzo de Medina, Emilia Barrios de Anastasía y otras personas. Nunca se desanimó, fue una lucha larga, innovadora, no era quietista, generaba siempre una idea nueva, y fueron años y se oficializó”.

Glenda Hernández recuerda a Violeta como ”una maestra que quiso logros, nos apoyaba, la única condición era ser consecuente y responsable, no miro lo social del estudiante, fue una gran defensora, muchos del interior pudimos acceder a la carrera. Fue discutida por algunas personas pero siempre estaba abierta a las opiniones. Coralia Castro era la secretaria, era su mano derecha. No había más personal. Nuestras clases empezaban 17 y 30 después que se iban los alumnos de la escuela. El instituto estuvo en ese local, después se fue para un local viejo en 18, después al Club de Pescadores sobre la calle 33 y de vuelta a 18 en un local nuevo. Cuando empezó el instituto no se si hubo una comisión, pero era una aventura, apoyada por la Comisión Fomento de la Escuela. No había asociación de estudiantes como en el Liceo. La actividad que se hacía era elegir a una miss primavera”.

Lys Prieto coincidió : “pese a lo discutida que fue, conmigo siempre fue muy bien, me alentó, me trató bien, era una estudiante “traga” y solitaria”.
“A Violeta la recuerdo muy amable en el trato, siempre tratando de solucionarnos los problemas y a veces quedaba en promesas. Daba Pedagogía. Tengo un buen recuerdo. Todos le debemos un reconocimiento de lo que hizo por el magisterio.

“Violeta fue una excelente directora, si se tenía un problema, ella lo solucionaba, tenía muy buen carácter, eran tiempos de bonanza para el Uruguay, cuestiones políticas demoraban la habilitación del instituto”, en estos términos resume Myriam Abud la situación en 1961. Dedicó cuatro años de trabajo gratis hasta que se oficializó y ejerció la asignatura francés hasta que desapareció de los planes magisteriales..

Nelda Hernández se jubiló en 1985, como directora de la Escuela 1, comenta que “con sus aciertos o no, destaco como luchadora a Violeta, siempre buscando solución, fuera quien fuera, se esmeraba buscando profesores, mucha gente la apoyaba, el coronel Lorenzo de Medina, siempre la acompañaba a buscar profesores, nos abrió a todas un camino mucho más claro”

Sonia Tellechea conoció a Violeta siendo estudiante y cuenta: “a Violeta la gente la criticaba, se reían, pero se jugaba por sus muchachos, mucha gente no la quería, pero nos cuidaba. Cuando el furor de la minifalda, golpeaba el micrófono desde su escritorio en la dirección, ahí salíamos todos a la baranda, estábamos en el edificio viejo de 18, y allí venía el sermón ó la felicitaciones, nunca daba nombres. Cuando había minifalda había sermón, que por los compañeros varones, que por los niños más grandes de la escuela...”

Myriam Peña me cuenta que siempre le siguió los pasos a Violeta y es contundente en su comentario: “a mi no me quería, sin embargo le tengo mucho agradecimiento porque los pobres no podíamos ir a Montevideo, nos abrió las puertas del instituto. Tenía ideas formidables, pero tenía una forma especial de elegir a los alumnos. Era muy inteligente, vivaz, audaz. Siempre estaba en movimiento y cuando murió los maestros jubilados la dejaron enterrar en el Central, estuvo en contra de la Asociación de Maestros. La gente que la adulaba nada”.

Fausta Clavijo evoca sus recuerdos de Violeta: “le dediqué 40 años a la enseñanza publica, 22 en docencia directa y 18 en docencia indirecta y 18 en formación docente. Fui a Formación Docente llamada por Violeta y tomé un grupo de Didáctica General de 45 alumnos en 1985. Guardo el mejor y excelente recuerdo, se preocupaba como directora por los niños más pobres, esos hiperactivos de ahora, los ponía en comedor, y con dos maestras, una de mañana y otra de tarde. La escuela 8 cubría en aquella época todo el Cerro Partido”.

Continúa apasionadamente y con voz firme su relato:”Violeta trajo a Fernán Silva Valdés, fue una experiencia fabulosa. A Mario y Tulio Belardi, que cantaron con el Coro “Himno al árbol”. Trabajó con la Cruz Roja, colaboró para que los niños participaran y nos hizo sentir enfermeros. En su oportunidad promovió la plantación de árboles en el Parque Zorrilla. Nos llevó de viaje a Montevideo a mostrarnos la playa y el Río de la Plata. Nos llevó a ver a Atahualpa Yupanqui que vino al Teatro Lavalleja, era 1954, sentirlo y verlo tocar la guitarra. El festejo del cumpleaños de algún alumno, ir hasta la casa como Jorge Diano ó Enrique Quintans. Como directora del instituto mientras era libre, que entráramos y lo hiciéramos con vocación y responsabilidad, nos llevó a la escuela Franklin Roosevelt, a la de discapacitados auditivos, íbamos a ayudar a las escuelas de barrio, como la 18 de Barrio España. Nos reuníamos formábamos conjuntos folclóricos, en las escuelas, cárcel, hogar de mujeres, hacíamos beneficios, le dábamos nuestro tiempo a la gente. Rosa Araujo enseñaba a pintar, yo a bordar, hacíamos expresión, les dedicábamos tiempo. A los varones les enseñábamos de agronomía, cantábamos, dramatizábamos, era voluntario. Esa parte extracurricular no se hace, no se buscan espacios, para volcar lo que se aprende en los que necesitan ayuda. A la vuelta de un viaje a Montevideo, el trabajo de redacción lo hizo publicar en “La Unión”. No veo que se haga, hace años que no lo veo”.

Mariela Saravia conoció a Violeta siendo estudiante y siendo profesora del instituto que estuvo 40 años bajo su dirección (1949 –1989), la evoca en estos términos: “el mejor recuerdo, fue un ser humano con todas las características de tal, virtudes y defectos, a quien el magisterio de Lavalleja, le debe gratitud, por su empeño y vocación, por su capacidad de realizar un cambio sustancial, el posibilitar la formación docente en el lugar, con sus consecuencias positivas en lo económico, en lo vocacional, en lo familiar, como en cada departamento hubo un maestro que tuvo esa vocación, creo que su nombre aún falta darlo a conocer como deuda de gratitud”

Respecto de este asunto, en 1998 se colocó una placa con su nombre en la Biblioteca del Instituto, concurrieron sus hijos a darle descubrimiento. En ese año se habia informatizado la Biblioteca y correspondía darle un homenaje. Se había jubilado con 70 años y se fue para Montevideo.

Juan Astor recuerda a Violeta como “una mujer pujante, dadivosa, trataba, luchaba, muy vinculada, no importaba, la apoyaban los profesores. Hay otros aspectos personales que la gente confunde. Para ella tengo agradecimiento, me permitió siendo humilde recibirme de maestro y llegar a donde estoy. Violeta se reunía con los delegados estudiantiles, fui dos años delegado, había una asociación de estudiantes. Íbamos con túnica, corbata marrón con 1 abeja, los varones con el pelo corto, con corbata marrón. La colación de grados se entregaba el anillo, en el Centro Democrático, éramos 55 egresados, el 12 de octubre de 1966. Violeta intentó una Colonia de Sierra, en ruta 8, en La Coronilla, no se si perdió el terreno que le donara Brígido Diano. Nosotros colocamos la piedra fundamental.”




RAMIRO PEREIRA

Ramiro Pereira nació en La Lorencita, el 18 de enero de 1925, en la Octava Mariscala. La casa paterna corresponde al establecimiento que adquirió del Dr. Corbo. Los cinco primeros egresados del Instituto de Minas fueron: Angélica “nena” Rodríguez, Walkiria Barreiro, Gloria Marabotto, Nelia Pardo y él. La oficialización llegó el “Día del Maestro”, el 22 de septiembre de 1961.

“En el 47 y 48 el Instituto no existía. Eduardo Menchaca y yo dimos los primeros pasos apoyando a Violeta. Los primeros egresados fuimos 7 de 19, a los 5 de la foto agregamos Felicia Canovas y René Guadalupe. El secretario fue Belitardo Pintos Well –el padre de Marisa- Todos los profesores eran honorarios: Jose Pedro Violante, venía de Montevideo, Hector Callejas, que era el Inspector de Primaria, Eduardo Ortega Ferrer, Blanca Mercapide de Olascuaga, María Matteus “pocha”, Elena Bardesio que venía de Montevideo. Comían en el Hotel Garibaldi. El carpintero Raúl Laporta, figura excepcional, hizo todo gratis. Había mucha oposición a Violeta y hay que ver lo que la vieja hizo por la gente. Había clases los sábados. Estos fueron pilares, instituciones”.

Continúa su narración, haciendo memoria: “el maestro Cazarrë que era del Consejo, apoyó. El coronel De Medina, que era una institución. Violeta no miraba política, no hacía preferencia. Teníamos una asociación de estudiantes de apoyo a Violeta, más de amistad. Estaba de presidente Ernesto Serrón. Donamos una placa, en homenaje a –compañeros y profesores- en el 71. Violeta estaba sola. Los de Minas fuimos al instituto porque no fuimos a Montevideo. Habló mi señora, donamos la bandera de los 33, éramos poquitos estudiantes. El último examen lo di en Montevideo el 28 de febrero de 1950 porque me faltaba Metodología”

Atento a las circunstancias que orientan la opción del magisterio en el interior me dice: “cuando papá vendió, nos vinimos a Minas, hicieron casa en Montevideo, todo a pechadas, pero conseguíamos y andábamos bien”

“me recibí libre en Educación Física, estuve en San Gregorio de Polanco, terminé magisterio, estuve en la Plaza de Deportes de Aigua, viene a la Filarmónica, 33 años, estuve más en Educación Física que en Primaria. Fui cadete de la Escuela de Policía, 2 años, éramos 25, el 19 de abril de 1945, siendo presidente Juan José de Amézaga y ministro el Dr. Carvajal Victorica nos echaron por hacer un paro. La Escuela de Policía estaba en San Martín 2676. Hice acá los cuatro años de Liceo y salía con 2,50 para ir a Montevideo en el ómnibus, Corporación, dábamos y nos veníamos. Después empezaron a venir las mesas, un adelanto bárbaro, Blanca Samonati de Parodi, Rosalío Pereira, Maestro Causa, mis hermanos eran maestros; Agustín, Diego e Irma, todos mayores que yo”.

Sobre su práctica docente rememora: “mi práctica docente fue con Carmen Laguillo, directora de la Escuela 2, estaban Tota Castillo, Tita Buenafama, Solange Bayarres y Homero Guadalupe, un maestro excepcional”.

Con algún lapsus cuenta: “mi primera escuela fue la 7, un primero, después la 43 de Verdún, la 22 en Andreoni, la 82 del Valle de Solís como Director, la 9 de Pirarajá, la 87 de Villa Serrana, concursé y efectivo a la 4 de Batlle y Ordóñez, la permuté por la 13 de Mariscala. Me casé y vine a la 12, por mérito a la escuela de práctica 2 –si habré hecho daño- fui a la 105, y le puse el nombre de Miguel Navarra, maestro fundador y director del diario “La Unión” –decano de la prensa nacional- Carozo Pérez puso el nombre, Pepe Brum era Consejero de Estado y apoyó Cholo Cuadri, el dentista.. al final salió aunque al Gobierno no le gustaba”.

Siendo maestro como se le conoce aquí en Minas, “el maestro” agrega que estuvo en varias obras sociales: en la Comisión Fomento para la ambulancia de Mariscala, una suscripción popular llevada adelante en 1957, acompañado por una comisión “corta” : el médico Justo Cotro Olavaria, el comisario Armando Hernández y el tesorero, el maestro. Los 389 donativos sumaron 10.387 pesos. En el 98 formó Comisión para el Banco de Prótesis, para el Albergue de Lavalleja, con Julio Serrón, Pablo Perdomo, Gladis Morandi de Conti, Marta Burgueño, Alfredo Cal, Walter Besteiro y Carlos Poggio, reunieron U$S 15.320.

LA ASOCIACIÓN DE ESTUDIANTES

Ramiro la mencionó pero no abundó en más detalles que un grupo de amigos.
Fausta Clavijo fue más específica: “Le dábamos importancia a la Biblioteca, a la escuela rural, intentábamos dejar algo. Hubo asociación de estudiantes, la primera presidente fue Malva Echevarría y la segunda fui yo. Hicimos la primera semana de la juventud, 1962-1963. hacíamos beneficios para viajes, el grupo anterior con Charo Fuentes, Servanda Henry, fueron a Porto Alegre, ayude en todos los beneficios y me regalaron el viaje. Fuimos a Caxías, vimos otra gente, otro lenguaje, otra cultura, otra arquitectura, diferentes y los profesores acompañaban y Violeta. Otra cosa eran los beneficios para el instituto, teníamos que reconocer los instrumentos en un poema sinfónico, las partes, el tipo de música, la profesora Luisita Douat de Faruelo, tenía tocadiscos y discos, nos llevaba a su casa, hacía una donación total de tiempo. Cuando vino Nardone a Minas, con su cabildo del mate, pintamos mates, Beltza Irisarri, hija de Alberto Irisarri nos consiguió un espacio en la Galería, que estaba en construcción. Mosca nos donó libros, vendimos yerba, pasteles, tortas fritas, reunimos el dinero suficiente para comprar el primer tocadiscos y algunos discos para el instituto. Queríamos ser ejemplo de las generaciones que siguieran”.

Hubo una asociación de profesores desde 1970 presidida por el Dr. Milso Rodríguez Martínez. Las tres asociaciones colaboraron eficazmente.
HELVECIA

Helvecia Perdomo Melo nació en Minas el 27 de Septiembre de 1928, estuvo 32 años en la Enseñanza Pública y 20 en el Instituto Normal, al que ingresó como maestra adscripta a la Dirección en 1971, Secretaria desde 1980, suplió varias ausencias del director, cuando Violeta se jubiló, durante 3 meses y después cuando Myriam viajaba. Se jubiló en 1991 como Secretaria Docente.

Me cuenta: “la primera secretaria fue Coralia Castro Puig, honoraria y después rentada, Celia Machado de Izeta, la maestra adscripta, después entró César Vázquez, Sara Machado de Fernández y en el Laboratorio, Mariela Saravia y Raquel Almandos, Crispin Sequeira, también era funcionario del Instituto.”

Si había trabajado casi 18 años con Violeta la conoció bien: “era muy hábil, conseguía, el coronel Barbé Saravia le decía –deje de escribirme cartas floridas y vaya al grano- tenia habilidad para conseguir lo que se proponía, era muy especial, avasallante, no te desmerecía, pero igual te mandaba atender la cantina, sin desobedecerle, le decía que esa no era mi función. Muy hábil para cuestionar, para sacar información, motivaba. No tenía horario como directora, influía mucho Alfredo Morosoli –el marido-“

Interrogada sobre la incorporación al Instituto de los cursos de profesorado, Helvecia comentó: “antes del 77 no había profesorado. El alumnado se incrementó. Muy positivo el cambio, en su carácter libre y rendían en Montevideo, como antes cuando no había instituto”.

Helvecia me cuenta: “en la escuela 8 se inició el instituto, el Coronel Lorenzo de Medina luchó mucho para que se creara, era profesor de Secundaria y de Filosofía en el Instituto. Fue el “alma mater”. Todos colaboraban; Isolda Bayarres, la señora de Anastasía, todos eran honorarios. A los que venían de Montevideo les pagaban el pasaje. Era medio difícil, había que adaptarse al profesor de Montevideo, Gonzalez Penella era famoso, había que conseguir esos apuntes para salvar, íbamos en tren a preparar exámenes en Montevideo. Fue sacrificado para adaptarnos a la manera de interrogar, íbamos a clases particulares una vez por semana, Mirenga de Mestre, Filosofía, Sánchez en Pedagogía, pagábamos y se cotizaban bien, salvávamos. El viaje en tren, era de 4 horas, llevábamos la comida y pasábamos el día. Después vinieron las mesas examinadoras, fue todo un progreso, eran exámenes por asignatura, cuando íbamos a Montevideo, viajábamos, se gastaba mucho”:

Pregunto sobre que incide de manera decisiva en la formación del maestro desde su punto de vista y responde: “el apoyo de los padres a la escuela, los buenos profesores, responsables y la práctica que se aprende mucho, el contacto con el niño, hice la práctica con Curbelo de Anastasía y con Lilí Zaffaroni”

EL PERSONAL DEL INSTITUTO

Han sido o fueron funcionarios del Instituto: Malena Lados, Dima Carballeda, Célica Giorello de Jaureguito, Raquel Almandoz, Maria Isabel Vazquez, Carlos Oggero, Domingo Fernández, Antonia Iriarte de Pelúa, Crispín Sequeira, César Vazquez, Coralia Castro, Helvecia Perdomo, Sara Machado de Fernández, Celia Machado de Izeta, Juan José Pelúa, Edilia Rodríguez, Herminia Maidana de Urquiola, Gloria Villadeamigo, Blanca Castro de Montero, Nelly Zaffaroni de Panero, Jaime Nin y Silva.

Susana Somma, profesora fundadora del Instituto Normal en el año 1961 y me dijo un cosa importante “a los lugares los hace la gente, Marusa, César, Marita, Raquel,... buena parte del personal fueron alumnos míos. No queda ningún profesor de aquella época. Si dijera algo en primer lugar, objetivamente, reconocería la gran obra que ha hecho el Instituto” Rememora: “Coralia Castro Puig, era la secretaria, entró después Celia Machado de Izeta, que eran como hijas de Violeta. Helvecia fue la tercera y después Vazquez, otro puntal era Reina Pratto Ferrer, prima del maestro Eduardo Ortega Ferrer”.

Fausta rememora a sus profesores y época de estudiante: “fui alumna de Myriam Abud en Francés. Nos hacían Cantar y Solfear, con Luisita Douat de Faruelo; Higiene y Puericultura con Curbelo de Anastasía, hicimos práctica en el Hospital, me animé, presencié el parto y corté el ombligo, atendí niños, por si nos tocaba en el medio rural. Las prácticas de Agronomía, Gardil enseñó mucho sobre pradera, vinculada a la ganadería. Morena, lo referente a huertas y forestación. La huerta se hacía en al parte municipal, hacia el predio de los vascos, hacia abajo de la Planta 3, del Ombú para allá. Allí plantábamos y carpíamos, un día de mañana, en la semana. En Ciencias Naturales, hacíamos observaciones y disecciones de plantas y animales para explicara los diferentes aparatos, con Reina Prato. Fisicoquímica con Pereira y su esposa la escribana Castro daba Moral y Derecho. Tomás Sánchez es el profesor que hizo más sacrificios para ayudar, nos dio plastica, cerámica y pintura, trabajo en arcilla, tierras de color, observar paisajes, pintar mirando, sabía mucho de historia del arte, leíamos y hacíamos albumes”.

Mariela Saravia dirigió el instituto durante 8 años y considera que cada plan es responder a un desafío: “si tienes un buen equipo de trabajo, no resulta ninguna dimensión de difícil gestión. Conté con equipos docentes, adscriptos, administrativos y secretario de –altos kilates- de manera tal que lejos de hacerse difícil la gestión, la hicieron muy placentera, el relacionamiento interinstitucional con las escuelas de práctica, escuelas comunes, jardines de infantes, liceos, UTU, escuelas rurales, inspección departamental... genera un todo diverso en edades, objetivos, finalidades con un denominador común puesto en la educación”.

En el imaginario colectivo está presente la convivencia magisterio-profesorado, pregunté a Mariela como lo gestionaba desde la dirección y respondió: “cuando profesorado era numeroso funcionaba solo, sino funcionaba integrado, para mi no era difícil, era un verdadero placer visitar la práctica docente en las escuelas sabiendo que dependían de directores formados y solventes y también lo era cuando visitaba los estudiantes de profesorado en los liceos, integrando un equipo formado con el Director y el profesor adscriptor”.

Juan Astor que egresó en 1965 recuerda a sus profesores: Nina Otegui de Rodríguez, Myriam Abud, Aguirre de Pereira, Tomás Sánchez, Luisita Douat de Faruelo, Graciela Svara, Ofelia Gaudino, coronel Lorenzo de Medina, Luisita Micale, Violeta Nin, Reina Prato, Mabel Tetti, Azucena Caprio, coronel Manuel Llerena, Susana Gallero de Lupi, Coronel Ruben Sosa, Susana Somma, Angelica Rodríguez Recalde, Castro de Pereira, Gonzalo Gardil, Alfredo Morena.

Sonia Tellechea fue alumna del Instituto Normal de Minas entre 1967 y 1970 y recuerda a sus profesores: “Milso Rodríguez, Luisita Micale, Violeta Nin, Susana Somma, el coronel Lerena, Solange Bayarres, Tomás Sánchez, Kronaweter, el padre Gil –después obispo- Nelda Hernández de Taddeo, Coca Ferranty. Nos daban la bibliografía, algunos libros nos prestaban, usábamos apuntes, no teníamos la facilidad de la fotocopiadora, formábamos equipos y estudiábamos en grupo, a las 5 de la mañana, eran grupos muy unidos, preparábamos los exámenes en grupo con los apuntes de todos los del equipo”.

Le pregunto a Silvia Riera actual directora por las dificultades de gestión de un instituto del interior y responde: “ la dificultad es coordinar docentes de diferentes subsistemas, organizar una pedagogía terciaria, administrar, que todas las asignaturas tengan el mismo valor, que se refleje en Salas y opiniones, acuerdos, la marcha crea conflictos. Estos conflictos internos son reflejos de otros, del hecho de que provengan de subsistemas diferentes, crea conductas y visiones diferentes. Hice cambios en el plan 2008, darle a profesorado y a magisterio lo que necesitan, antes al estar todos juntos, los docentes maestros trasmitían la experiencia de primaria, ignorando los liceos y UTU. Los de profesorado estaban en desventaja. Recuperé un Turno, antes solo se trabajaba de tarde, ahora amplié posibilidades”.








NOMINA DE PROFESORES

La nómina de fundadores esta en el acta de instalación del instituto año 1961.

Plan 1977
Profesor Asignaturas
Juanita Aguilar DidácticaEd. Física PRE.MA.
Raúl Argenzio Química PRE.MA.
Raquel Almandos Laboratorio
Iveth Bueno Español
Esther Burgueño Literatura
Dima Carballeda AgronomíaLaboratorio
Aura Caraballo Plástica PRE:MA
Danilo Esnal Biología PREMA
Jaime Font Duclós Historia PREMA
Leonardo Fernández Ciencias Sociales
Nilda Guerrero PsicologíaPedagogíaTecnologíaEd. Física PREMA
Blanca Granja Música PREMA
Héctor Guadalupe Cultura ArtísticaPlástica PREMA
Nelda Hernández Didáctica
Alcides Larrosa Español PREMA
Ivonne Larrosa Coros
Cecilia Manzione Español PREMA
Hilda Marquez Didáctica
Ladylovell Marrero Geografía
Violeta Nin y Silva DirectoraCiencias SocialesTecnologíaPedagogía
Lyda Paolillo Higiene y Puericultura PREMA
Lys Prieto Geografía PREMA
Gladis Rodríguez Plástica PREMA
Milso Rodríguez Ciencias integradasFísica PREMA
Mirta Rodríguez Historia PREMA
Glauco Sequeira Biología PREMA
Susana Somma PsicologíaFilosofia EducaciónFilosofía PREMA
Ruben Sosa MatemáticaMatemática PREMA
Graciela Svara Banda y PianoMusica PREMA
Lourdes Saravia Didáctica
Olga Tetti Psicología
César Vazquez Psicología
Hilda Villete MatemáticaMatemática PREMA
Ramón Zabaleta Historia

Plan 1986

Mabel Alvarez Modesta Gómez Oribe Pereira
Juan Astor Glenda Hernández María Lourdes Saravia
Luz del Alba Bas Ivonne Larrosa Glauco Sequeira
Federico Brasó Cecilia Manzione Susana Somma
Iveth Bueno Dylis Marmo Ruben Sosa
Elena Cardona Lilia Marmo Zulma Souza
Fausta Clavijo Graciela Marrero Graciela Svara
Elena Chaín Jose Luis Mateus Aniceto Vilche
Beatriz Echavarría Graciela Mercapide
Alejandra García Myriam Peña


EL EDIFICIO

El instituto inició sus actividades en 1949 y permaneció durante 13 años en el local de Juan Farina y Batlle y Ordóñez, trasladándose al local de la Calle W. Beltrán. Violeta Nin y Silva insistió en trasladarse a un lugar más céntrico y el Consejo autorizó el alquiler. Este local pronto fue incómodo.

Para marzo de 1965 se había logrado la compra del Local de 18 de julio, antiguo, bien conservado, donde había funcionado el Liceo, en ese momento la Caja de Industria y Comercio, que había sido de la sucesión Calvis y antes a principio del siglo XX el “Hotel Salus”.

El edificio de 18 de Julio fue entregado oficialmente a Enseñanza Primaria y Normal el 12 de octubre de 1967. Ahí se inició una nueva tarea de refacción y mantenimiento hasta que el CONAE lo declaró en riesgo y en 1981 se trasladó al Club de Pescadores, cedido por el empresario Pedro Belderrein.

El 20 de octubre de 1981 se firmó el convenio por el cual CONAE entregaría las partidas necesarias hasta completar las obras en 1983. La Intendencia Municipal asumía la licitación, administración y dirección. Firmaron: Mario Barbé Saravia, intendente; CarlosTourne, secretario; Ruben Martínez, secretario del CONAE y Violeta Nin y Silva por el Instituto Normal.

Nuevamente las dotes persuasivas y perseverantes de la directora lograron la colaboración de Intendencia, Ejército, Caleras Rezk, Ministerio de Educación y Cultura y CONAE.

“Estuvimos en la Escuela 8, en Batlle (Calle Marmarajá) y Juan Farina, pasamos a Washington Beltrán (Calle Montevideo), donde está el INAME, de ahí al edificio viejo de 18, fuimos al Club de Pescadores en 33 y Rodó y volvimos a 18 con el edificio nuevo”.

Myriam me cuenta:”llevé adelante el nuevo edificio, el Club de Pescadores era terrible, se empapaba todo, al final tuvimos que hacerlo a sudor y lágrimas. Cuando nos íbamos a mudar, Violeta mandó a retirar su escritorio.”

El maestro Juan Astor sintetiza su pasaje por el instituto: “salí de la escuela 1 Mixta, al Liceo Departamental y al instituto del que egreso como maestro de Primer Grado en 1965, plan 1955. Fuimos el primer grupo del instituto oficializado. Violeta se preocupó por un local y el Consejo alquiló un local en Washington, en hoy es el INAU, la Comisión, la Dirección, adaptaron el edificio, éramos 55 estudiantes, sin comodidades. Hoy la entrada es la pollería. El grupo ha permanecido unido, anualmente desde los 25 años, nos reunimos, ya van 18 años. Para adecuar un instituto hubo que gastar mucho, fuimos para Washington a mediados del 62, después a 18 que era el BPS, lo adaptamos, era el año 66. Deambulamos al Club de Pescadores, incómodo, se llovía, no había infraestructura. Con Myriam volvimos a 18 al nuevo edificio, una mujer que obtenía las cosas con autoestima y pujancia, bien formada y con inquietudes.”.
PROFESORADO
El 31 de enero de 1977, Violeta concurrió a CONAE a recibir el comunicado de que funcionaría un anexo del Centro II de INADO. Fueron sus primeros egresados: Estela Gonzalez y Beatriz Echavarría.

Es una opción desde 1977, los estudiantes pueden cursar las asignaturas del “Tronco Común” ó “Generales” en carácter reglamentado en el Instituto de Formación Docente y las asignaturas específicas se rinden en carácter libre en el Instituto de Profesores Artigas. La práctica docente se realiza en los Liceos de la ciudad con asistencia de los profesores “itinerantes” y de didáctica del IPA.

También existieron y existen variantes en la formación del profesorado: como “formación en servicio”, “profesorado reglamentado de Física y Química” del que Minas fue sede nacional, y las modalidades de Semipresenciales a través de plataforma electrónica.

El problema estructural de realizar el profesorado en carácter libre está en el corto número de egresados y en la demora de los egresos con el resultado de una deserción progresiva por abandono de los estudios debido al rendimiento, al trabajo, a la vida familiar y recursos técnicos ó económicos disponibles.

ESTUDIANTES LIBRES DE PROFESORADO, “PRIMERA GENERACIÓN”

Lía Panero cuenta que ingresó a realizar el profesorado en carácter libre, con el Plan 1977, que habilitó la oferta. “Siempre quise estudiar, no se podía hacer el IPA desde el interior y además me casé muy joven”.

Esa primera generación tuvo tres egresados: Estela Gonzalez, Beatriz Echavarría y Lía Panero. En el grupo estaban: María del Verdún Rossi, María Luz Minchiotti, Hugo Estrán, Rosario Rezk y Rolando Méndez. “Éramos 8 o 10”

“Me avisó Estela, no me había enterado, me invitó y nos inscribimos. Esto estaba más orquestado. Nos dieron clases aparte, separados de magisterio y los profesores a medio y medio enfocaron su trabajo a futuros docentes de Secundaria.”

De esta forma explicó el aspecto de insertar el curso de profesorado dentro del Instituto Normal que ahora era de Formación Docente. Agrega que tratándose de una población de edades heterogéneas y mayor que la de magisterio. Agrega que “a Violeta no le gustaba, nos trató muy decorosamente, en mi caso egresé en el 9 de julio de 1980 y no me entregaron el título hasta 1982 porque me faltó la –fe democrática- En los hechos nos recibimos los de Letras, porque es manejable desde acá, en Ciencias con prácticas de laboratorio es imposible”.

En el anecdotario aparecieron recuerdos como: “En Psicología, la profesora se extendió sobre el desarrollo del niño desde la gestación y yo estaba con cinco meses de embarazo. Recuerdo a Myriam Peña que nos dio Didáctica General y a la Escribana Nélida Castro de Pereira que nos dio Sociología. Hacíamos seis materias generales (cuatro de primero y dos de segundo) y logramos que las unificaran para cursarlas en un solo año en el mismo año 1977. Así nos dedicamos al año siguiente solo a las prácticas y a las específicas. Me correspondió hacer la práctica con Ramón Zabaleta y con Olivio Gamarra – que se operó un riñon y quedé sola a cargo de un sexto de Derecho, pero la gente respondió bien, sabían que estaba estudiando y fueron muy solidarios”.

Entre las dificultades que debieron encarar estaba la ausencia de un profesor de Didáctica Especial, que se subsanaba con los profesores que tenían oficio en Secundaria.

Cuando pregunté sobre la asistencia del IPA, narró: “pudimos dar los exámenes con Pivel Devoto, María Julia Ardao y Elisa Silva. El primer año, diciembre de 1977, Minas fue sede regional para los exámenes de IPA, la mesa estuvo presidida por Pivel y vinieron alumnos de todos los departamentos. Violeta se –floreó con nosotros-. Para estudiar: conseguimos préstamos de libros del IAVA hasta por 15 días y acá en Minas tuvimos apoyo de Amaranto Muniz, Ricardo Bayarres, Ramón Zabaleta que nos ayudaron con lo que pudieron, hasta fuimos a pedir material a la Embajada Argentina”.

Continúa su relato:”Al IPA viajábamos una vez por semana y nos alternábamos con Estela. Tratábamos de entrar como oyentes, dejábamos la cédula con el portero, aunque no se podía entrar como oyentes, pero Pivel intercedió. Tampoco se permitía entrar de pantalones. Pivel y Rica Enríquez nos ayudaron mucho y los compañeros fueron muy solidarios, nos prestaban apuntes, los traímos, los pasábamos a mano –no había fotocopiadoras y eran carísimas- y al miércoles siguientes los devolviamos. Maneco se iba para Montevideo, 5.45 y llegaba al Control Viejo, le entregaba los cuadernos a una compañera, que los padres tenían una florería en las inmediaciones y así se realizaba el intercambio”.

EL CERP DE MALDONADO

La otra opción ha sido desde 1997, el CERP de Maldonado. En realidad tres son los Centros Regionales a los que se puede acceder desde Minas: Maldonado, Atlántida y Florida.

La apertura de los Centros Regionales ofreció un régimen de estudios reglamentados y becas de alojamiento, alimentación y pasajes. Así se transformó en una opción para los estudiantes del interior.

A la pregunta de justificar la opción por la docencia y por la Historia, Roberto Bonilla me contestó: “la pregunta era que hacer después del Liceo, como bachiller no lo tenía claro, era estudiante y no quería ir a Montevideo. Económicamente era complicado. Al CERP fui porque vi un cartel, eran 3 años, había beca, quería algo corto y que me permitiera mantenerme, lograr rápido una independencia económica. Me gustaba historia pero no tenía ni idea, sabía que tendría que dar alguna clase pero no tenía idea de adonde iba”

Sobre la oposición que despertaron los CERP cuando fueron propuestos y acerca de la opción realizada de estudiar, titularse y ejercer la docencia, Roberto reflexiona: “una cosa es verlo antes y otra es verlo después. El bachiller quiere estudiar para laburar o cuando fracasaste en uno te fuiste a otro. Los que fuimos al CERP no teníamos elementos para comparar CERP o IPA. ¿Qué comparo con el IPA después de haber estado en el CERP? Y en charlas con otra gente, hay un mutuo desconocimiento, no tenemos idea de la formación de cada uno, unos estudiaron en Montevideo y otros no, el CERP tiene dolores de parto y el IPA se legitima por su trayectoria. El CERP surge con el argumento de la descentralización, arto reclamada en el interior y era una propuesta programática, pedagógica, que difería del IPA en lo que tiene que ver con materias específicas”.

Citando un ejemplo me explica que: “Historia del Arte en el CERP se veía encastrada en los períodos, en el IPA es específica. Pero para encarar – la globalización – una fortaleza nuestra fue Estructuras Económicas Contemporáneas”.

Conversando sobre la polémica de comparar ambos institutos y sus ofertas, añade: “el interior pide formación en todo, aunque estemos al toque de Montevideo, para otros compañeros de Plácido Rosas las becas eran necesarias, aunque fuera plata dulce y asociado al Plan Rama. Hiciste 3 años de profesorado, pero había que estar 8 horas de aula, de lunes a viernes, más los trabajos para el siguiente día. El régimen intensivo conspiraba por la presión y querías salir de allí. Después es que se valora la carrera. La beca exigía asistencia, la cobertura de pasajes, alimentación y alojamiento, facilitó y la primera generación tuvo todo el material y hasta desayunaron COLET”.

Profundizando sobre la coexistencia de IPA y CERP, recuerda que: “como practicante me quedó marcado en Segundo, en Maldonado, en la práctica de Observación, - una funcionaria del Liceo de Punta del Este nos atendió, llegamos a la Sala de Profesores, había 7 u 8, nos presentó, cuando dijo que éramos del CERP pasamos a ser muebles, con absoluta incomodidad, eso , sin tener una generación de egresados, había una predisposición a recibirnos mal”.

Atendiendo a la anécdota y refiriéndome a la inserción de los egresados en el sistema educativo, Bonilla me dice que: “en el universo de los docentes siempre hay un motivo para estar enfrentados, egresados y no egresados; los del IPA y los del CERP; los del IPA de Montevideo y los del IPA libre; y entre generaciones, los del IPA viejo y los del nuevo. La gente que no tuvo formación de nada, siendo Minas un lugar donde no se impuso la reforma, que no pude tomar nada en la elección de horas, que estuve un año egresado sin trabajar, los colegas de Historia me invitaron a planificar, intercambiar, estudiar, lo que pensé que me iba a pasar no me pasó, no hubo ambiente de confrontación”.

Continuando su comentario, agrega: “aunque pasamos a ser sinónimos de no saber, nos hicieron cáscara de defensa, nos hicieron entrar en la confrontación en un rol defensivo, aclaro que una cosa es lo que he visto y otra lo que me ha pasado”.

Volviendo a la polémica IPA CERP concluye: “El desconocimiento es mutuo, gente del IPA me ha dicho, yo reglamentado di 5 bolillas de 10, como soy del IPA nadie me pregunta, estoy legitimada. Un alumno de bachillerato no se recibe de profesor porque se hable bien del IPA ó se hable del CERP ó porque renieguen, no se hace ese planteo, una familia tampoco. Tuvimos inglés e informática, si quiero bajar material de Internet, tengo las herramientas, leímos en portugués, nos dieron herramientas para entender la actualidad... los que se quejan de las áreas no tienen ni idea de sus fundamentos puede que atrás esté la “Chacrita” de Historia ó Geografía, volvimos a las asignaturas y ahora no están las áreas, ¿qué me dicen?”.



ANEXOS

Evolución de matrícula a partir del registro de egresados
Cantidad de egresados en el Instituto Normal que empezaron sus estudios libres:
Año Egresos Año Egresos
1960 1 1963 23
1961 2 1964 22
1962 27 1965 37

Los cursos de 1965 se abrieron con 118 inscriptos en Preparatorio, Plan 1955 y 64 en Tercer Año.
Cantidad de egresados con el Instituto Normal oficializado.

Año Egresos Año Egresos
1966 56 1980 23
1967 37 1981 19
1968 47 1982 10
1969 93 1983 26
1970 127 1984 19
1971 69 1985 41
1972 49 1986 55
1973 53 1987 14
1974 42 1988 Sin datos
1975 55 1989 Sin datos
1976 38 1990 Sin datos
1977 25 1991 Sin datos
1978 28 1992 18
1979 47 1993 21

La tabla es también evidencia de que este es un registro simple, se deberá comparar con la evolución escolar de cada egresado. No hay identificación de quien era el funcionario que atendía este registro.

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35. ANEP CODICEN – CERP – Documento Base, 1997.
36. ANEP CODICEN – Plan de formación inicial de Maestros 2005.
Legislación Escolar: Publicación oficial del Consejo de Enseñanza Primaria y Normal. Está ordenada por fechas. Algunos tomos tienen doble ordenación cronológica y temática. Las citas de esta obra se realizará por fecha. Tomos disponibles.
1. Tomo 9, 1922-1927
2. Tomo 10, 1928-1932
3. Tomo 11, 1932-1936
4. Tomo 12, 1937-1940
5. Tomo 14, 1944-1947
6. Tomo 15, 1948-1951
7. Tomo 16, 1952-1954
8. Tomo 17, 1955.
9. Tomo 23, 1961
10. Tomo 25, 1963
11. Tomo 26, 1964-1965.
12. Tomo 27,
13. Tomo 28, 1968-1969
14. Tomo 29, 1970-1972

Materiales inéditos, depositados en el Instituto de Formación Docente de Minas.
1. Libro de Actas, año 1949, Instituto Normal de Lavalleja – Asamblea General, Colegio Elector y Consejo Ejecutivo – Cuaderno tamaño oficio para libro de actas, foliado, tapas duras, 160 folios.
2. Libro Diario – 1949 a 1961 – folios rubricados 1 al 5 sobre 300.
3. Libro Diario – 1961 a 1976 – 300 folios.
4. Libro Diario – 1976 a 1979. Sin folios.
5. Libro Diario – 1979 a 1984. 300 folios.
6. Cuaderno común, forro azul, con el número 2, sin otros datos. En tapa luce “egresados ordenados alfabéticamente” desde 1961 hasta 1993. No se encontró ningún cuaderno con el número 1.
7. Cuaderno común, color rojo, titulado “Registro, propuestas, designaciones y renuncias.
8. Plan 1977 – encuadernado de programas por años y asignaturas.
9. Cuaderno común, titulado “Comunicados”, año 1989.
NOTA: el Archivo de Diario “La Unión” no pudo ser consultado ya que no está disponible, en esta ciudad.El cierre del Diario en 2004, determinó que el pasado mes dicho Archivo fuera adquirido por la Dirección Municipal de Cultura. En los libros diarios estaban recogidos los recortes correspondientes a la “historia del instituto”, pero muy pocos tienen fecha, la mayoría fueron pegados .

Testimonios:

1. Luis Alberto Carrese, nacido en Solís el 9 de junio de 1915, estudió en el Liceo Departamental y en la actividad política fue director de Caja de Jubilaciones, Concejal, Diputado y Senador de la República hasta 1973. Fundador de la APIN (1949).

2. Dr. Ruben Piquinela, abogado y profesor de Historia. Profesor fundador del IFD en 1949 donde dictaba Derecho Constitucional. Nacido en Durazno el 16 de febrero de 1916. Fundador de APAIN. (1949)

3. Maria Esther Vera de Coccaro, maestra de primer grado, con especialización en Escuela Rural. Nacida en Montevideo el 3 de agosto de 1918. Egresada en 1941 del Instituto Normal “María S. De Munar”.

4. Nelda Olga Quintela Amestoy, maestra de primer grado. Nacida en Solís el 23 de enero de 1919. Directora durante 2 años del Liceo de Solís cuando no era oficializado. Egresada en el año 1942.

5. Homero Guadalupe, maestro de primer grado, nacido en Minas el 17 de Abril de 1919, egresó del Liceo en 1931 y realizó estudios libres de Magisterio entre 1935 y 1937. Maestro y Director de la Escuela de Práctica No. 1 (1949) Es fundador y presidente honorario de la “Fundación Lolita Rubial”.

6. Maria del Huerto Ordás, nacida en Minas en 21 de diciembre de 1924. Egresó en 1946. Maestra de Primer Grado completó su actividad en Enseñanza Secundaria como profesora de Español

7. Ramiro Pereira, nacido el 18 de enero de 1925 en La Lorencita, 8ª. Sección Mariscala. Forma parte de la primera generación de egresados del Instituto Normal de Minas.

8. Felicia “Chiquita” Canovas, nacida en Minas el 29 de marzo de 1927, maestra de primer grado, egresó el 10 de enero de 1950, e integra la primera generación de maestros egresados del Instituto Normal de Minas.

9. Helvecia Perdomo Melo, nacida en Minas el 27 de septiembre de 1928, dedicó 32 años a la enseñanza pública. Ingresó al Instituto Normal como maestra adscripta a la Dirección en 1971, ocupó la secretaría en 1980 en carácter efectivo, desempeñó transitoriamente la dirección cuando Violeta Nin y Silva, se jubiló y cuando Myriam Peña viajaba. Se jubiló en 1991 como secretaria docente.

10. Nelda Hernández de Tadeo, nacida en Aigua, el 26 de Junio de 1929. Egresada del Instituto Normal en 1950. Maestra especializada en Adultos, Directora de la Escuela 1 de Práctica y profesora en Formación Docente.

11. Myriam Abud, nacida en Minas el 20 de octubre de 1933, maestra de primer grado, egresada en 1954, profesora de francés.

12. Lys Prieto, maestra de Primer Grado, egresada del Plan 1939. Nacida en Minas el 5 de junio de 1933. Fue maestra común en Enseñanza Primaria, Profesora de Historia en Secundaria, Subdirectora del Colegio Nuestra Señora del Huerto y Directora del Colegio San José de la Sagrada Familia. Ingresó a la docencia pública en 1951 y se jubiló en el área privada en 2003.

13. Myriam Peña de Acosta, nacida en Minas el 23 de septiembre de 1934. Directora del IFD, entre 1985 y 1994. Maestra de Primer Grado egresada en 1953. Maestra de Segundo Grado y Licenciada en Ciencias de la Educación. Edil departamental 1990 a 2000.

14. Susana Somma, maestra de Primer Grado egresada del Plan 1939. nacida en Montevideo el 19 de octubre de 1934. Profesora fundadora del Instituto Normal de Minas, ejerció 30 años la docencia. Ejerció en las asignaturas Filosofía y Psicología. Se retiró en 1990, aunque reingresó en Enseñanza Secundaria.. Cumplió 50 años en la docencia directa.

15. Maria Olmedo, maestra de Primer y Segundo Grado, del plan 1939. Nacida en Barriga Negra, 6ª. Sección de Lavalleja el 10 de marzo de 1935. Se desempeña como directora del Colegio Nuestra Señora del Verdún. Estuvo en la docencia 32 años. Fue maestra rural, urbana, secretaria, subdirectora, directora e inspectora de zona en Cerro Largo. Fue profesora de Geografía en Secundaria.

16. Glenda Hernández, maestra de Primer Grado egresada del Plan 1955, nacida en Montevideo el 16 de abril de 1939. Actualmente integra las comisiones directivas de UNI3 Minas, Peluffo Giggens y Grupo Ecológico Arequita. Egresó el 13 de febrero de 1960. Fue maestra en las escuelas rurales: 54, 39, 16 y 24; directora rural en escuela 90; maestra escuela urbana, escuela 102; maestra y subdirectora en escuela de práctica No. 2; directora de las escuelas No.8 y No 10 de Minas. En Formación Docente se desempeñó como profesora de didáctica.

17. Fausta Clavijo, Nacida en Minas, 11 de mayo de 1942. Fue maestra de Primer Grado, egresada del Plan 1955, en 1964. Maestra común, rural, directora, inspectora de zona, profesora de Formación Docente.

18. Juan Astor Barrios, nacido en Minas el 18 de diciembre de 1943, maestro de primer grado egresado en 1965. Maestro de aula, maestro y director rural, director en escuela urbana, profesor en Formación Docente, inspector de zona, inspector regional.

19. Lía Panero Zaffaroni, nacida en Pan de Azúcar el 6 de febrero de 1947. Primera generación de estudiantes libres de Profesorado en el Instituto Formación Docente de Minas, especialidad Historia.

20. María del Lourdes Saravia de Pereira, nacida en Montevideo el 28 de octubre de 1950. Ocupó los cargos de directora rural, de escuela suburbana, de escuela de Primer Grado, de escuela de práctica, profesora de IFD , Inspectora de Zona y Directora del Instituto de Formación Docente en el período febrero 1994 a julio de 2002. Fue profesora de Biología en Secundaria. Actualmente es directora del Liceo De “San José” de los Hermanos de la Sagrada Familia, Cooperativa.

21. Sonia Tellechea, nacida en Migues, 9ª Sección de Canelones, el 23 de septiembre de 1949, egresó del Instituto Normal el 28 de diciembre de 1970. Ha sido maestra de aula, directora y profesora de matemática en UTU.

22. Silvia Riera, directora efectiva en ejercicio, nacida en Pando el 30 de Noviembre de 1947, maestra de primer grado, directora en IFD Salto desde 1994 a 2003 y de IFD Minas, 2003 a la fecha.

23. Luis F. Pacheco Fernández: nacido en Minas el 22 de agosto de 1963. Es profesor de Historia, plan 1977 egresado de INADO Montevideo, egresado de IPA en curso de Adscriptos, cuarto año de profesorado de Geografia, plan 1986. Fue Director efectivo en Ciclo Básico de UTU, Minas y Maldonado. Es profesor efectivo en Secundaria y en Formación Docente dicta las asignaturas Historia e Historia de la Educación.

24. Alex González, nacido en Minas, 7 enero de 1967, es secretario efectivo del IFD. Es egresado como maestro, plan 1977, ayudante adscripto y profesor de Historia, plan 1986. Se ha desempeñado en Primaria, Secundaria, UTU y Formación Docente.

25. Roberto Bonilla, nacido en Minas el 4 de Noviembre de 1980, egresado del CERP Maldonado en Ciencias Sociales, mención Historia. Profesor efectivo en Secundaria y en UTU.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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